Laudatio si, una encíclica crítica y esperanzadora
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Que nos duela el alma
06/07/2015

Por José Manuel Belmonte, Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa.

Antes que Tomás Moro inventara el sueño de lo imposible o la Utopía, hubo en la Humanidad pensadores sabios y poetas, que dijeron algo parecido pero de otro modo. La ilusión de alcanzar una meta estuvo siempre entre las aspiraciones de artistas, deportistas y esforzados guerreros.

Los sueños del corazón son latidos de luz. El inconsciente, desde siempre, tiene alas de esperanza cada amanecer. En ese fondo en ebullición, entre mente y sentimiento, se mueven la fe y el progreso para llegar a donde muchos no se atreven. Los visionarios y los creadores no son enemigos porque están hechos de la misma pasta.

Por José Manuel Belmonte, Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa.

Antes que Tomás Moro inventara el sueño de lo imposible o la Utopía, hubo en la Humanidad pensadores sabios y poetas, que dijeron algo parecido pero de otro modo. La ilusión de alcanzar una meta estuvo siempre entre las aspiraciones de artistas, deportistas y esforzados guerreros.

Los sueños del corazón son latidos de luz. El inconsciente, desde siempre, tiene alas de esperanza cada amanecer. En ese fondo en ebullición, entre mente y sentimiento, se mueven la fe y el progreso para llegar a donde muchos no se atreven. Los visionarios y los creadores no son enemigos porque están hechos de la misma pasta.

La mitología es el conjunto de relatos  historias o leyendas, de una cultura para explicar fenómenos o cosas para las que no existe una explicación simple. Han pasado a formar parte de la cultura de un pueblo, sea egipcio, griego, nórdico, japonés, celta, chino o africano. Muchos de esos relatos se transmitieron de forma oral, y sirvieron para avivar la llama de la constelación de los espíritus, los cuentos de hadas y las fábulas.

A veces, las aspiraciones se disfrazan de libertad. La prisión puede estar en una cueva, en una isla, en una sociedad, en la propia mente.  Conquistar la libertad era un sueño, algo así como huir de la prisión en que se encontraba la Humanidad conocida.  Escapar de la prisión es "volar", ser libre.

Por ejemplo Dédalo que pensó cómo escapar de la isla de Creta. Dado que Minos controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. "Enlazó plumas entre sí uniendo con hilo las plumas centrales y con cera las laterales, y le dio al conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro…Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó entonces a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar".  Ícaro falló por volar alto, pero Dédalo llegó a Sicilia. Hoy  el sueño espacial continúa.

Dentro de esos mitos, uno de los más hermosos es el de Prometeo, nombre griego que significa Pre-visor.  Siempre estaba pensando en el futuro, en la manera de hacer felices a los hombres y mujeres, que en cuevas pasaban frío. y morían de hambre, pues eran atacados por las bestias e incluso se perseguían unos a otros. "Si sólo tuvieran fuego", pensó Prometeo, "al menos podrían calentarse y cocinar su comida, y después podrían aprender a hacer herramientas y construir sus propias casas.  Sin fuego, son peores que las bestias".

Así que intuyó que lo que la gente necesitaba, era "el fuego".  Y…¡lo trajo! Prometeo le robó el fuego a los dioses, para dárselo a los hombres. Subió al monte Olimpo y en un descuido de Zeus, robó una chispa de un relámpago, prendió una caña y bajo para dárselo. Hombres y mujeres se reunieron alrededor del fuego, ya no tenían frío y estaban felices y agradecidos con Prometeo por el maravilloso regalo que les había traído. Pero Prometeo termino encadenado.

La paradoja de la percepción es tan rica como las grandes culturas y tan singular como el individuo humano con su raza, su época, su patria y  su género. Es tan variado como el subconsciente universal. La imaginación, la innovación y la investigación ayudan al progreso y al desarrollo. Es un deseo innato que perdura. De hecho, quien adquiere una precepción positiva, logra ver lo invisible, tocar lo intangible y conseguir lo imposible. Es más: “Cuando cambias la forma de ver las cosas, la forma de las cosas cambia",  Fritoj Capra.

Pero cuando la mitología, la cultura y la historia se ignoran o se dejan a un lado, el protagonismo es la retórica de los políticos. Aunque los atajos no existen, algunos,  para "conseguir lo imposible" están dispuestos a todo: corrupción, mala gestión, pérdida de valores y además.  El populismo y la demagogia se han colado incluso allí donde estuvo la cuna de la democracia y de Europa.

Partidos como Syriza y Podemos han hecho bandera de un expansionismo del Estado y del gasto público,sin aclarar nunca ni explicar de dónde pensaban sacar el dinero para financiar el colosal despilfarro. Simpatizantes de Syriza (el Podemos griego) partidarios del no en el referéndumconvocado para el próximo domingo, queman banderas de la UE en las calles de la capital griega mientras  el gobierno pide más dinero en los despachos.

Su percepción de la realidad es una sucesión de saltos sobre el abismo. Ante los ojos atónitos de Europa y del mundo,  su acrobacia es:

Gasta más de lo que ingresas. ("No a la austeridad")

Deja a tus hijos una herencia en deudaporque otros los cuidarán. (Ya en 2002 su deuda era de 101% del PIB, pero no han puesto freno)

Pide más dinero para mantener tu tren de vida y de gasto. (240.000 millones han  aportado la UE y FMI) El esfuerzo y la gestión parecen no importar.

Al vencimiento de los préstamos, dale largas. (El vencimiento fue en diciembre de 2014. Pidieron prórroga y han agotado dos prórrogas y estamos en julio).

Llegado el momento inaplazable, pide más dinero para pagar tus deudas. (Y si no lo obtienes o no llegas a un acuerdo, pega un puñetazo en la mesa, levántate y sal por la tangente. El gobierno de Syriza se levantó  de la mesa y convocó para el 5 de julio un referéndum sobre los términos del acuerdo con el Eurogrupo, a sabiendas de que el último plazo de vencimiento del rescate expiraba cinco días antes).

Si se ponen pesados y te asfixian, amenaza con la ruina a tus acreedores. Que acepten el bucle del rescate indefinido o la ruina para ellos. (En palabras del Presidente del Gobierno Alexis Tsipras:  “No creo que quieran echarnos del euro porque el coste para ellos es demasiado grande". Es más, Tsipras respecto al referéndum anunció: "respetaremos pero no los llevaremos a cabo si triunfa el "si". y el ministro de economía Varufakis: "si mi país se estrella se perderían un billón de euros y eso Europa no se lo puede permitir".  Es decir que se guarda en la manga el as de  que los acreedores acepten una "quita" de la deuda o "dimitir".  Incapaces de decir la verdad, asumir su parte de responsabilidad y siguiendo con las falacias y engaños hacen una llamada al orgullo nacional. Cuando los acreedores les piden cordura y sacrificio ellos dicen que es "chantaje" y "terrorismo", mientras se comportan como tahúres.

Así es la hoja de ruta ideal hacia la ruina de una familia, un pueblo o una nación. El país no crece (se esperaba un 3%) ni tiene esperanzas de hacerlo. El Corralito ha entrado en vigor. El espectáculo continúa. La gente llora por no poder sacar su dinero. La política escenifica la tragedia griega pero ellos no tienen carencias. Grecia es mucho más que una economía en crisis y mal gestionada. Saben que el camino hacia el "dracma" queda abierto si se cierra el camino hacia Europa.  Eso no entra en sus planes, por ahora. Por eso piden el "no".

  El Mundo, Europa y España, ni son ni pueden ser ajenos a esa tragedia. En un Mundo global, en una Europa en Construcción, en una España que se implicó concretamente con Grecia de forma más que generosa, no pueden ahora ser insensibles, ni insolidarios.

 Tal vez sería bueno comenzar por sentar unas bases para un mínimo acuerdo. Aún no  se ha escuchado a PODEMOS ni a SYRIZA reconocer que los préstamos hay que pagarlos. Que no se puede vivir por encima de lo que se gana. Que cuando eso ha sucedido durante demasiado tiempo habrá que hacer sacrificios para reconducir la situación. Y que sólo cuando se esté de acuerdo en ese punto se puede pedir generosidad a los demás. 

  El primer ministro griego Alexis Tsipras reclama un perdón o descuento del 30% sobre la deuda griega.  Además "un período de gracia de 20 años" para el pago del resto y así garantizar la sostenibilidad de su país. Sin embargo, no haber hecho frente al pago ya vencido y acordado merma su credibilidad para el cumplimiento de próximos acuerdos, aún aceptando la necesidad puntual de una parte de  quita. Su campaña por el "no", tampoco  les va a hacer más fuerte a la hora de negociar con Europa y con el FMI.

Los negociadores no son dueños del dinero. Representan a los acreedores, entre los que nos incluimos los españoles. No somos los ricos. Nos ha costado mucho esfuerzo y mucho sacrificio, diga lo que diga Urbán, en el enviado de Iglesias para apoyar el "no" junto a Tsipras. Eso es verdad, digan lo que quieran los "gurús" de las televisiones y medios de comunicación afines. Aquí en España hay también muchas familias ( más de 1.500.000) bajo el umbral  de la pobreza y la exclusión, y  la tasa de paro es tan alta como la de Grecia. Los ciudadanos de los otros países de la Unión Europea, también tienen dignidad y derechos.

No se trata de "robar" el fuego a los dioses del Olimpo (FONDO MONETARIO INTERNACIONAL o la UE) para calentarse. Se trata de  responsabilizarse de una vez de lo que se ha hecho mal y, aceptar que no se puede sostener el despilfarro de un Estado, en el que gracias al dinero de los préstamos, se puede vivir sin trabajar y sin pagar lo que se debe.

Esa Utopía no lleva a la organización de una sociedad ideal, sino al precipicio de una sociedad decadente, más lucha de clases y más dolor de lo que nadie puede imaginar.  Es justo lo antónimo, la antiutopía, una sociedad donde reina la distopía, una  hipotética  sociedad indeseable. DesGrecia total. Lo insólito es que los gestores irresponsables de un país pongan en riesgo a sus ciudadanos (Venezuela y Grecia) y a  países, que hasta ahora les han ayudado.

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa