Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
En los momentos históricos se necesitan personas capaces de dar un paso al frente y liderar a la Humanidad.
Ante la avalancha migratoria que vive Europa, se están dando soluciones simplistas. Con ello no se ha atajado el problema ni en su origen, ni en Europa, donde se habla de cuotas a repartir y de dinero. Siguen poniéndose en camino miles de personas sin saber a dónde se dirigen, ni qué van a encontrar. No se pueden manejar como simples y fríos números.
Si están tratando de llegar a la Comunidad Europea, formada por naciones muy diversas, con problemas, historia, costumbres, religión y economías muy diferentes, habrá que acogerles humanitariamente; pero se debe buscar una solución equilibrada y justa que no ponga en peligro a los que están ni a los que llegan.
Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
En los momentos históricos se necesitan personas capaces de dar un paso al frente y liderar a la Humanidad.
Ante la avalancha migratoria que vive Europa, se están dando soluciones simplistas. Con ello no se ha atajado el problema ni en su origen, ni en Europa, donde se habla de cuotas a repartir y de dinero. Siguen poniéndose en camino miles de personas sin saber a dónde se dirigen, ni qué van a encontrar. No se pueden manejar como simples y fríos números.
Si están tratando de llegar a la Comunidad Europea, formada por naciones muy diversas, con problemas, historia, costumbres, religión y economías muy diferentes, habrá que acogerles humanitariamente; pero se debe buscar una solución equilibrada y justa que no ponga en peligro a los que están ni a los que llegan.
No se puede ignorar unas realidades que están ahí:
1. Europa está intentando sobreponerse a una crisis económica que lleva ya 8 años y ha dejado una tasa de paro importante y donde los más desfavorecidos estas sufriendo aún las consecuencias.
2. En el sur de Europa la presión migratoria año tras año se ha ido incrementando y es previsible que siga así, porque no solo vienen personas que huyen de la guerra sino surafricanos que huyen de las condiciones de vida de sus lugares de origen. La Europa del Norte no ha entendido los problemas de migración que llegaban por el mar. Incluso el ministro checo de finanzas, abogaba ahora por el envío de una fuerza fronteriza para detener en el este la inmigración.
3. Es normal que la Comunidad Económica Europea y los países dispuestos a acoger a miles de estos emigrantes, quieran consensuar unos criterios de acogida para no poner en peligro a sus propios compatriotas, ni provocar enfrentamientos de unos con otros.
4. Es lógico, que unos y otros examinen la experiencia de integración de los que les han precedido a la última avalancha en los países europeos. En sus países de origen tenían una cultura, unos usos y costumbres… pero llegan aquí donde hay otros usos, otras costumbres y no se han esforzado por adaptarse y los guetos son reales. Este problema no se ha abordado y es vital.
5. ¿Es normal venir a pedir ayuda o refugio, y lanzar por la borda a quienes no son de su misma religión aunque sufran las mismas penalidades? No es la mejor tarjeta de presentación.
6. Los yihadistas del Estado Islámico (EI) son sanguinarios terroristas, que han causado parte del problema en Siria y en otros países, y buscan entrar en Europa para seguir golpeando y captando fanáticos. El robo de 1.500 pasaportes en blanco en oficinas de Siria pone en alerta a las fuerzas de seguridad europeas.
7. Sería bueno un poco de prudencia, porque según el periódico británico, Sundday Express: "más de 4.000 extremistas del EI entraron en Europa haciéndose pasar por refugiados".
¿Puede extrañar que los países nórdicos estén en guardia? Algunos se han apresurado a informar y divulgar "objetiva y sobriamente" sobre las condiciones que se van a encontrar.
Dinamarca ha publicado anuncios en cuatro periódicos libaneses para advertir a potenciales demandantes que Copenhague ha "decidido endurecer la normativa sobre refugiados en varios aspectos". Los beneficios sociales para los nuevos refugiados se han reducido a la mitad y la reunificación familiar es rechazada en el primer año de estancia. También se recuerda que para obtener el permiso de residencia permanente resulta imprescindible un mínimo de cinco años en el país y exigirán un determinado nivel de conocimiento de la lengua. Además "todos los solicitantes de asilo que sean rechazados serán devueltos( o expulsados) rápidamente de Dinamarca".
Los daneses, como cualquier otro país soberano, tienen derecho a dictar sus propias reglas. Puede que alguien no las conozca o no le gusten. No por eso dejan de estar en vigor.
El primer ministro británico, David Cameron, en el mes de julio, ante los problemas de circulación en el euro túnel, de quienes querían pasar al Reino Unido, a través de Francia, advirtió que estas personas "no encontrarán refugio" en el Reino Unido, pues el Gobierno británico tiene intención de deportarles.
Aunque Francia parece estar de acuerdo para que Europa pueda acoger a 120.000 inmigrantes, también ha encontrado contestación. Concretamente un abogado, académico, ensayista, ex-ministro que además ha sido hasta 1995 Presidente del Constitucional, el socialista Robert Badinter acaba de decir que "Francia no está en condiciones de acoger a los migrantes que van a venir". El motivo que alega, la cifra tan alta de paro existente en su país que, dista mucho de la alemana o de los países nórdicos.
Si ellos han osado decirlo, ¿debe España, -con mayor tasa de paro- cerrar los ojos, y aceptar las elevadas cifras de acogida que se están manejando? Además de la altísima tasa de paro, una de las más altas de Europa, hay que añadir la incertidumbre política. ¿En qué somos el tercer país de Europa para aceptar la tercera tasa más alta de acogida, 15.000? Ante las próximas elecciones, pocos se atreven a decir lo que piensan. ¿Y los supuestos intelectuales?
«Basta de intelectuales cobardes y de políticos tímidos. Es el momento de desafiar a quien amenaza», ha dicho Salman Rushdie.
Muchos europeos piensan que occidente y sus valores están en peligro. Muchos de los que llegan en la avalancha, enarbolan su foto y dice que: "Merkel es nuestra madre" ¿Es eso demagogia o lo son los carteles populistas en la fachada de algunos ayuntamientos? El día que en Alemania o en cualquier otro país, alguien se atreva a decir: "vengan sí, pero no así", y exijan orden y condiciones, ¿acatarán las normas o eso provocará un incendio? ¿Nunca hay que decir la verdad, para que nadie se sienta herido? ¿Si no se les da lo que piden siempre será culpa del gobierno mezquino, cicatero o racista? ¿No se necesitaría un pacto de Estado?
Los partidarios de preguntar al pueblo, ¿estarían dispuestos a hacer esa consulta para saber qué hacer, sin manipular ni suplantar voluntades, ni disponer del dinero que es de todos, sin olvidar a los pobres y a los que no tienen trabajo?
No olvidemos que quienes han vivido en SIRIA, dicen que es un país con grandes riquezas naturales, SIN DEUDA EXTERNA y, reconocen que allí SE VIVÍA MUY BIEN hasta que llegaron los TERRORISTAS. ¿Quién los armó? ¿Qué se ha hecho para parar la guerra y que sea posible vivir allí? "Vuestro silencio nos mata" decían los niños hace 2 años, en una canción que dio la vuelta al mundo. Pues lejos de alzar la voz, la cobardía siguió matando, niños y esperanzas. Estados Unidos, Rusia, la ONU al igual que Europa no solucionaron el problema. Nunca pensaron que todo tiene un límite hasta que el tsunami de la migración ha estallado.
Es significativo y escandaloso que callen también los muchos y poderosos países islámicos que no han movido un dedo, ni abierto una puerta para acoger a un refugiado. ¿Por qué? ¿No comparten costumbres y religión con Araba Saudita, Emiratos Árabes, Barein, Kuwait, Brunei, Dubai, Qatar? ¿No están a un paso? ¿Por qué no hay una solución panárabe?
No todo está claro en esta oleada migratoria. Es verdad que, por ejemplo el Papa ha hecho una llamada humanitaria para acoger a los refugiados. “Que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede a una familia, comenzando por mi diócesis de Roma”. Es curioso que este llamamiento al mundo, y en especial a los cristianos, venga de la Iglesia Católica, cuya minoría ha sido y está siendo la más castigada, maltratada y torturada en los países árabes. Seguro que la caridad tiene una dimensión universal, que abarca incluso a los enemigos.
Pero este lunes, el obispo húngaro Laszlo Kiss-Rigo dijo que el Papa se equivocaba al pedir la acogida de los refugiados, pues decía: "Esto es una invasión". El Padre Ángel, que se ha desplazado a esa frontera con Serbia, decía que el pueblo húngaro se ha portado muy bien con los refugiados pero el comportamiento de las autoridades dejaba mucho que desear.
En todo caso Mussie Zarai, nominado para el Nobel de la Paz, nacido en Asmara, capital de Eritrea, (cuyo número de móvil conoce media África y suelen tener los que se ponen en camino, por si les puede echar una mano) señala que: "no es la llamada de Europa lo que atrae a la gente; es el conflicto en sus países de origen lo que les está empujando hasta aquí".
Tal vez estamos asistiendo a lo que anunciaba Tácito: "Felices los tiempos en los que cada uno puede sentir lo que quiera y decir lo que sienta" y viajar donde quiera, libremente.
Europa no es el paraíso. Pero aunque no haya paz, hay orden. Aunque mejorable, se puede vivir, porque no hay guerra.
Hay que acostumbrarse a convivir, bajo la ley, en la "tranquilidad del orden"; es decir, en la paz. Hay que respetar el derecho de asilo, pero es exigible el respeto a las costumbres de cada país y la primacía de la ley. ¿Para cuándo una política común europea?
Quienes aquí residen y quienes llegan, vamos a tener que realizar el aprendizaje de la convivencia. Los tiempos cambian y adaptarse parece ley de vida. El futuro ni está escrito ni es predecible. La educación será la llave. No olvidemos, decía el Director General de Educación del Líbano, que: "La crisis de refugiados no es puntual, se va a extender en el tiempo".