Por José Manuel Belmonte, Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa. Publicado en el Blog del autor Esperando la luz el 4 de Noviembre de 2017-12-22
Elegir entre… suspenso o dignidad.
Que no se olvide lo que enseña la dignidad de los que la tienen. Quienes no parecen diferentes, pero se atreven a ser ellos mismos, empujan el progreso. Somos y tenemos lo que nos han trasmitido los raros, pero excepcionales. Quiero mostrar un ejemplo de aquí. (En la foto una perrita, con su cachorro carbonizado al que no pudo defender en el incendio).
Los hechos: a) incendios
Los incendios, en este año 2017 tan seco, han sido devastadores. Lo son siempre. Los ocurridos en Galicia, a finales de la segunda semana de octubre son especialmente preocupantes por varios motivos: 1)porque «el 100% de los incendios fueron intencionados«, (aseguraba la conselleira de Medio Rural, ya que «de los 31 grandes incendios que se originaron, 16 prendieron entre las cinco y media de la tarde y la una de la madrugada»); 2)por la superficie arrasada: «la superficie quemada en esta oleada de incendios en Galicia se estima superior a toda la ardida durante el año» (el día 16 había 105 incendios activos); 3)por los fallecidos y heridos: dos, en una furgoneta en la parroquia de Chandebrito, en Nigrán, y una tercera en Carballeda de Avia (Ourense) y por lo menos 20 heridos; 4) porque cientos de personas lo han perdido todo porque el fuego se acercó a los núcleos de población; y 5) Por el daño para la fauna, y la repercusión futura en el clima que afectará a todos ya que (algunas localidades han visto arrasada el 70% de su superficie forestal).
Toda España estuvo pendiente, el fin de semana, de la evolución del desastre de la naturaleza y de la tragedia humana. Lógicamente, además de los medios aéreos y de los bomberos, policías, guardias civiles, forestales, y las unidades especializadas del ejército, cientos de voluntarios y los vecinos se movilizaron para apagar el fuego, que los terroristas pirómanos habían provocado.
Varios centros educativos de Vigo y Pontevedra, así como la Universidad de Vigo, suspendieron las clases del lunes siguiente. Lo dicho es para que se pueda entender por qué se ha hecho viral, la actitud de un joven estudiante.
El protagonista es Paulo RCCV, con su móvil, su dilema y su respuesta.
«Tengo un examen de matemáticas, que ayer dejó de ser una prioridad dada la situación catastrófica«. «Le pedí (al profesor) el aplazamiento del examen antes del mismo, con apoyo de la clase. Lo rechazó«.
Ante la duda se preguntó y como hacen muchos jóvenes con móvil, lo preguntó en Twitter: ¿Qué hago? Daba 3 opciones. Tuvo estas respuestas:
0% Intento hacerlo.
11% Lo entrego en blanco.
59% Me niego a hacerlo.
También se preguntaba y preguntó ¿qué debía hacer el profesor? Solo 2 opciones:
11% Mantenerlo hoy.
89% Aplazarlo
El curso había comenzado hace un mes. Era el primer examen del nuevo curso. Cree que si no lo hace, puede cogerle manía.
Nota: A estas alturas, en alguna Comunidad autónoma, aún no está completo el profesorado. «Un mes después de empezar las clases, en numerosos institutos de la provincia de Guadalajara faltaban no ya uno o dos, sino hasta seis profesores», Editorial de Roberto Mangas, en el Heraldo del Henares (11/10/17). [enlace]
Si no hay profesores los alumnos han perdido esas clases. El planteamiento de Paulo y de su clase, es que debido a las circunstancias concretas, se podía retrasar.
Pero según narra, el profesor puso el examen: «Es ahora el exam
en, no hemos recibido noticias sobre su aplazamiento«. «Ayer la mayoría de la clase decía que si el examen se mantenía, no lo hacían, todos lo han hecho, fui el único en todo el curso que se negó«. «Hemos hecho el examen, este ha sido el mío. Le he escrito una carta. Hice un copia para él, y otra para mí. Mando foto después«.
Carta manuscrita de Paulo Ceres 2º A
En síntesis, manifiesta que no está en condiciones de hacer el examen después de lo vivido; que su mente no está en las «mates» sino con «su gente»; allí sintió miedo, impotencia, y orgullo. Y concluye que, antes que estudiante, es persona.
Después, en twitter puntualizó algunas cosas: «Ya lo digo en el propio examen, yo ayer pasé miedo, dormí 3 horas, estoy roto«. (31 retweets ,263 Me gusta)
«Lo he hecho en segundo de bachillerato, jugándome mi futuro en parte, pero me parecía necesario«. (28 retweets210 Me gusta)
“Sí, soy de Vigo, voy al colegio en Vigo aunque parezca que es en Murcia«.
«Mientras escribía la carta, en la hora del examen, se escuchaban los helicópteros joder, se me partía el corazón». «No sé qué pasará ahora, pero expresé lo que sentía y siento«.
«Yo asumo completamente las consecuencias que tiene haber hecho esto en vez de los ejercicios que indicaba en el examen. (21 retweets 216 Me gusta)
Y concluye: «Este examen es un 0, sí, pero es el 0 del que más orgulloso estoy y estaré en la vida«. La gente, lo comprende y aprecia. (108 Retweets 848 Me gusta)
Hasta aquí el relato de los hechos.
Comentario en la distancia:
No juzgamos si esta forma de actuar, con 15.000 interacciones en las redes en menos de 24 horas, mereció o no un suspenso, porque la conducta no es una asignatura y el periodista no es profesor. La asignatura, en el examen, era matemáticas. Le suspendiera su profesor o no, es su problema. Tampoco vamos a valorar la actitud del profesor, por la misma razón.
El escrito de Paulo, ha ido mucho más allá del examen. Ha elegido entre suspenso y dignidad. Ha revelado lo que es y lo que vale como persona. Y ha escogido, lo que falta hoy en día: la dignidad.
Los 848 Me gusta así lo han valorado. Las redes, a veces, son útiles, como indicadores de opinión. No pueden haber dicho Me gusta, sólo de los compañeros, ni el colegio. Ese número indica que ha tenido que haber personas de fuera. «Hola Paulo soy la madre de un compañero tuyo, solo para decirte OLÉ OLÉ OLÉ, todo mi apoyo y admiración, eres un alumno que superó al maestro«.
Un sabio llamado Ignacio de Antioquía, nacido en la primera mitad del siglo primero, dijo ya entonces: «se educa mucho con aquello que se dice, pero más con aquello que se hace, y mucho más con aquello que se es». (No se refiere sólo a los profesionales de la enseñanza).
Leonard Cohen, el genial cantante y compositor canadiense, tituló su segunda novela «Hermosos perdedores». Los perdedores, también pueden enseñar. Por ejemplo la francesa Dorine Bourneton, tras sufrir un accidente de aviación que la dejó parapléjica se convirtió en la primera mujer que realizó un vuelo acrobático en esas condiciones. El joven Edison vuelve del colegio con una carta para su madre, Nancy. Ella la lee y explica a su hijo que, según la carta, ya no tienen nada que enseñarle en la escuela y ella se ocupará de sus estudios. Cuando Edison ya es un célebre inventor, un día encuentra la carta, y descubre que realmente fue expulsado por ser «un pésimo estudiante».
Lo mismo afirman hoy día los expertos. La valía de una persona, puede expresarse en una ecuación en la que los conocimientos y la habilidad (o experiencia) suman, pero la actitud multiplica: V= (C+H)x A . Uno de los más entusiastas de la manera de ser que revela esa fórmula es, Víctor Küppers. Invito a que vean este corto VÍDEO.
En resumen: Paulo ha demostrado humanidad, carácter, determinación, sentimientos, responsabilidad, y pone su dignidad por encima de un suspenso. Tiene una escala de prioridades. Estudiantes y personas como él, tienen todo lo que se necesita para ser triunfadores. Y además, ser felices, dice Küppers. ¡Me encantaría conocerle para darle la enhorabuena!