Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
Este año coinciden. ¿Una paradoja? El día del "no trabajo" -eso es en la actualidad-, y el día de quien -teóricamente- más trabaja: la madre. El día de la mujer trabajadora ya se celebró en marzo. Pero hay un "plus" en su dignidad de mujer y en su trabajo: ¡la maternidad!
Digan lo que digan los Sindicatos, el 1 de mayo es fiesta. No se trabaja. El hecho de que este año sea domingo, no es más que otra coincidencia. Pero, precisamente porque es primer domingo de mayo, es también el día de la madre.
Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
Este año coinciden. ¿Una paradoja? El día del «no trabajo» -eso es en la actualidad-, y el día de quien -teóricamente- más trabaja: la madre. El día de la mujer trabajadora ya se celebró en marzo. Pero hay un «plus» en su dignidad de mujer y en su trabajo: ¡la maternidad!
Digan lo que digan los Sindicatos, el 1 de mayo es fiesta. No se trabaja. El hecho de que este año sea domingo, no es más que otra coincidencia. Pero, precisamente porque es primer domingo de mayo, es también el día de la madre.
El 1 de mayo, siempre ha sido una jornada reivindicativa. No se trabaja, porque es un día para pensar, pedir y exigir derechos o criticar a los gobiernos y empresas por no respetarlos.
Un grupo de trabajadores norteamericanos, eligió el 1 de mayo de 1886, como jornada reivindicativa. Es histórico. Eran tiempos con jornadas de 10 y 12 horas diarias. Querían una jornada laboral de 8 horas.
Cuando la policía intentó detener las manifestaciones, en Chicago, se produjeron varios muertos entre los obreros. El hecho dio lugar para extender la protesta y fijar la fecha, en honor de los mártires de Chicago.
Después de la Primera Guerra mundial se aceptó la jornada de 8 horas, de forma universal. Curiosamente sin embargo, EEUU celebra el Labour Day, el primer lunes de septiembre.
Lo que falta hoy es trabajo. Hay que crear las condiciones -sociopoliticas- para que se pueda crear. La incertidumbre política y la irresponsabilidad de los supuestos líderes no ayuda. Coincido con José María Rey en que hay que «pedir a los partidos políticos que sitúen la lucha contra el desempleo, la pobreza y la desigualdad entre sus prioridades”.
El Día de la Madre o Día de las Madres, también ha sido reivindicativo. Se celebra en todo el mundo, aunque cada país lo celebra en diferentes fechas. El día del reconocimiento, amistad de la Madre Mother’s Friendship Day y las reuniones Mother’s Day Meetings de las madres para intercambiar temas de actualidad, se remontan a 1868.
En España, desde 1965 la fiesta y homenaje a la MADRE se trasladó al primer domingo de mayo. Y este año, es el día 1 de mayo.
Puede y debe ser un día de reconocimiento a las Madres, como un bien social, del que todos venimos y nos beneficiamos. El que sea un día utilizado por el comercio, no quita lo festivo y familiar. Además de un día de cariño y homenaje, debe ser un día reivindicativo.
Defender su trabajo, primero. En el hogar o donde sea. Si es en el hogar, que ese trabajo se reconozca y sea retribuido. Lo que no se paga, no es valorado. Nunca lo ha sido. Hay que dignificar ese trabajo y dotarlas de derechos laborales, asistenciales. Incluida pensión de jubilación. A los sindicatos no les ha importado el trabajo de la mujer en el hogar, porque en su mayoría están compuestos y manipulados por varones. Si se quiere, se puede y se deben buscar fórmulas para ese reconocimiento. En muchos casos, solo necesitarían una mayor flexibilidad laboral, para poder trabajar fuera de casa, o por lo menos horarios más flexibles para conciliar.
En segundo lugar, su derecho a ser madres. Es decir, que la mujer puede optar a la maternidad siempre que lo desee. Tiene todo «el derecho» a ser madre, trabaje en el hogar o fuera de casa. Ser madre, siempre será el mejor trabajo del mundo, y sin duda el más difícil. Hay un vídeo, que nació para el día de la Madre de 2014 que lo dice todo; “Ser madre es un plus”. Muestra a una mujer de unos cuarenta años que tiene que justificar en una entrevista de trabajo a qué ha dedicado los años que pasó alejada del mundo laboral para criar a sus hijos.
Se pretende, que no sea discriminada en su trabajo por el hecho de ser madre. Es justo y merece todo el respeto para ella. Toda la protección para ella frente a quienes la discriminan y que reciba todo el apoyo social e institucional, pero, también económico, por el hecho de ser madre, o para que pueda llevarlo a cabo. Algunas comunidades lo hacen, otras no. ¿Por qué? Además es sangrante que, reciben más apoyo económico para abortar, que para seguir adelante con su embarazo. El futuro de todos está en que ellas puedan tener y criar a sus hijos. Es un bien social y una apuesta de futuro.
En la entrevista con Natalia Diez-Caballero, en el movimiento social «mamiconcilia» se dice que «Desde Hirukide consideramos que, además de defender los derechos y reivindicaciones propias de las familias numerosas de Euskadi, podemos transmitir mensajes universales de apoyo a las familias con hijos e hijas en general y a algunos de sus miembros en particular. De esta forma, surgió este nuevo vídeo “Ser madres es un plus” y la idea de mostrar el importante papel que han jugado y juegan todas las madres en nuestra sociedad y lo poco que es valorado en muchos ámbitos y, en especial, en el mundo laboral. Decidimos lanzarlo en torno al Día de la Madre, por el hecho de aprovechar la viralidad que podría alcanzar esas fechas y hemos comprobado que fue todo un acierto, porque en apenas un mes tuvo más de un millón de reproducciones en Youtube» (enlace)
Una Madre fuerte es la fortaleza de los suyos. «Mi corazón me dice, hijo, que lo vas a conseguir». Lo saben hasta Procter & Gamble (P&G) en su campaña «Gracias Mamá«. Su video «storytelling» refleja la importancia de la madre en la vida de sus hijos desde su infancia. Junto a sus madres, los hijos, se enfrentan a situaciones complicadas. Ellas son capaces de derrochar fortaleza para que ellos puedan llegar a ser deportistas de élite o lo que se propongan. «Gracias a las madres por la función que desempeñan inculcando fuerza a sus hijos«. «Tu fuerza nos hace más fuertes».
Con las Madres siempre, y más en situaciones especiales. No va a dejar de serlo, pero la sociedad, la justicia, la administración e incluso las empresas, necesitan saber que las ayudas a la madre tienen que adaptarse a su situación concreta. En algunos casos, el apoyo es más necesario por pasar por momento de mayor dificultad. Si es justo que un varón o un trabajador cobre un plus por riesgo, etc. hay que recordar que también se dan situaciones de ese tipo en una madre soltera, una madre separada, una madre de familia numerosa, o una madre víctima de violencia de género.
Y no se olvide el corazón maternal de quien adopta. Esa es también una situación especial, que necesita una respuesta de generosidad total. Situación compleja y complicada en nuestra sociedad, por la multiplicidad de administraciones, trabas legislativas, que deberían estar claras y resueltas cuando una mujer no desea abortar, ni quiere (porque no puede o no desea) quedarse con el hijo que viene en sus entrañas.
Casualmente, en los países tercermundistas, ni las madres ni los adoptantes encuentran tantas trabas legales, políticas, administrativas ni sociales. Pongo el ejemplo de Tong Phuoc Phuc, un vietnamita, que ha adoptado a más de 100 niños.
Todo comenzó por casualidad hace 15 años. En 2001 el embarazo de su mujer se complicó. Mientras su mujer se debatía en el hospital, prometió que si su hijo sobrevivía, intentaría ayudar a otras personas.
Durante esa estancia en el hospital se dio cuenta de que llegaban muchas mujeres embarazadas y se iban sin bebé. Pensó hacer algo por ellas y esos bebés. Decidióahorrar un poco de dinero para poder comprar un campo en el que enterraría los fetos de esas mujeres, que eran arrojados con la basura habitual del hospital. Se hizo con un pequeño cementerio en el que hay ya más de 10.000 fetos abortados. Algunas mujeres acuden allí para rezar.
Poco a poco se corrió la voz. Algunas mujeres que tenían intención de abortar acudieron a Tong para contarle el dilema de su situación. Ahí surgió la necesidad de ofrecer una casa para hospedarlas; e inmediatamente, la posibilidad de adoptar a esos niños que en muchos casos sus madres no podían cuidar y que iban a ser abortados. Las mujeres que se hospedan, solían entregar a sus bebés. Otras, conocedoras del lugar, los abandonan en la puerta de su casa, donde también él los recogía.
Desde 2004 ha adoptado y cuidado a más de 100 bebés. Alguno de ellos ha podido ir a vivir con su madre, gracias al ingenio de Tong para ponerles nombre. A todos les pone el nombre de Vinh, que significa «honor», si son niños, o Tam, que significa «corazón», si son niñas; añade como segundo nombre, el de su madre o el del pueblo de la madre por si algún día vuelven a por ellos. Y como apellido, les pone Phuc, que es el suyo.
Actualmente, ya cuenta con una segunda casa de acogida u orfanato, que le permite separar a los mayores de los bebés (suele tener de 20 a 30) y cuidarlos a todos según su necesidad y repartiendo toda su dedicación y cariño.
En este mundo, lleno de contrastes y paradojas, de sueños y violencia, los seres excepcionales están ahí. Son las Madre, por supuesto. ¡Muchas gracias y feliz día! Pero también lo es el padre que ayuda a las madres y a sus hijos a vivir. A nadie le extrañará, pues, que hoy día del Trabajo y de la Madre, haya hecho un hueco de honor a Tong,por su trabajo y por su inmenso corazón.