Carl Zimmer: «Es impresionante la cantidad de seres humanos que son dos personas a la vez»

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Entrevista de Macarena Gutierrez @McGutierrezSj. Publicada en La Razon el 6 de marzo de 2023 (fotografia de portada  Carl Zimmer, autor de «Tiene la sonrisa de su madre» .

Carl Zimmer (New Haven, 1966) no le había prestado mucha atención a la genética hasta que su mujer se quedó embarazada de su primera hija. Aún en la treintena, los Zimmer acudieron a la consulta de una genetista por indicación de la ginecóloga y el que ya era divulgador en «The New York Times» tuvo un baño de realidad que aún no ha olvidado. De aquel episodio hace más de 18 años nació un interés que ha cristalizado en «Tiene la sonrisa de su madre» (Capitán Swing», un libro en el que el periodista trata de que cunda la idea de que la herencia es mucho más que los genes.

-Usted dice que no somos nuestros genes. ¿Eso qué quiere decir?

Nuestro destino no está en nuestros genes. Es verdad que tienen instrucciones para producir moléculas, pero somos mucho más que eso. Incluso cuando pensamos en la herencia de nuestros antepasados no podemos decir que haya un gen que hemos recibido de nuestra madre y que por eso nos gusta la ópera, por ejemplo. Últimamente pensamos mucho en nuestra herencia genética porque ahora es posible analizar nuestro ADN de una forma. Es una gran oportunidad, pero también corremos el peligro de equivocarnos a lo grande.

-¿Se refiere al riesgo de creer que estamos predeterminados?

-Va más allá. Hay una creencia muy extendida de que un solo gen puede tener un efecto profundo en nuestra personalidad o la apariencia física. No es así. Es verdad que existen algunos genes, muy pocos, que son realmente dañinos, pero si quieres saber por qué eres alto o bajo resulta que hay miles de genes implicados. Y cada uno tiene una participación mínima. Esto no significa que no influyen en tu estatura; está claro que los padres altos tienden a tener hijos también altos. Lo que pasa es que es mucho más complicado. La ciencia de la genética va mucho más allá de lo que algunos recuerdan del colegio de Mendel y su jardín.

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