Por Nicolás Jouve, Catedrático Emérito de Genética de la Universidad de Alcalá. Presidente de CiViCa.
En Julio de 2016, Nature publicaba la noticia de que en el mes de Agosto, un equipo de investigadores de la Universidad de Sichuan, en China, se lanzarían a iniciar un ensayo clínico consistente en la utilización de la técnica CRISPR-Cas9 de edición de genes para combatir el cáncer de pulmón.
Figura.- Steve Gschmeissner/Science Photo Library: Genes in immune cells will be edited in an effort to turbocharge their attack on tumours
Un equipo dirigido por el oncólogo Lu You de la Universidad de Sichuan, hospital del Oeste de China en Chengdu, planea modificar células T del sistema inmunológico mediante la edición de genes con la tecnología de CRISPR-Cas-9, para lo que ya ha recibido la aprobación ética de las autoridades de China (los fundamentos de esta tecnología fueron objeto de un artículo previo).
Un equipo español del Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Dirigido por el Dr. Jesús Vaquero, neurocirujano y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, ha publicado en la revista Cytotherapy, el pasado mes de agosto, los avances de un ensayo clínico para el tratamiento de lesiones de la médula espical con células madre del propio paciente.
Publicado en Observatorio de Bioética el 1 de Septiembre de 2016
En un interesante artículo de Nature (ver AQUÍ) se demuestra la posibilidad de producir células β pancreáticas (ver AQUÍ) a partir de células iPS obtenidas utilizando células del propio paciente. Las células producidas expresan marcadores de las células β pancreáticas, responden a la glucosa, tanto in vitro como in vivo, y son sensibles a la acción de fármacos anti-diabéticos. Los autores concluyen que utilizándolas conjuntamente con un tratamiento farmacológico, las células producidas podrían ser usadas en el tratamiento de los pacientes diabéticos; también para la evaluación de fármacos, e igualmente para profundizar en el conocimiento de la biología de las celulas β pancreáticas.
Por Kelly Rae Chi. Publicado en The Scientist el 1 deSeptiembre de 2016
© BRYAN SATALINO
Cómo superar los desafíos del trabajo con CRISPR para manipular genes en células troncales humanas para estudiar su función en enfermedades específicas o para corregir defectos genéticos en células de pacientes
La última década ha considerado el nacimiento de dos herramientas biológicas increíblemente útiles, y ahora los científicos están comenzando a integrarlas. La primera son las células plutipotentes inducidas humanas (iPSCs). Un avance que determinó la adjudicación del Premio Nobel de 2012 a Shinya Yamanaka y John Gurdon, y que se aplicó primero en ratones en 2006 y posteriormente en seres humanos, demostrando que es posible invertir las células de la piel del adulto en células troncales (madre) pluripotentes, que se pueden alternativamente procesar para convertirlas en casi cualquier tipo de célula. Estas células son portadoras del genoma de una persona, y proveen a los investigadores la capacidad de crear los tipos de célula que serían de otra manera imposibles de obtener del organismo vivo del paciente. Las iPSCs ofrecen nuevas perspectivas de gran alcance para modelar enfermedades humanas monogénicas y complejas y adaptar terapias basadas en células.