Por José Manuel Belmonte, Dr. En Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en su blog Esperando la Luz el 25 de julio de 2020.
Puede haberse agravado, con la pandemia, pero el problema no es de ahora. España lleva varios lustros gastando más de lo que puede permitirse. En una familia, una empresa o una nación, cuando esto sucede, hay que tomar medidas. No se trata de pedir para seguir viviendo del cuento o de prestado.
Antes de ir a Europa, sabíamos que la Deuda Pública Española había alcanzado en marzo el máximo histórico de 1,22 billones.
La deuda del Estado subió en mayo en 22.657 millones de euros, un 2% más que en abril y 6,7% más que mayo de 2019 (sumando más de 70.400 millones en los últimos 12 meses). No se puede seguir sin control, hay que poner remedio.
1) El dinero público sí tiene dueño: es del contribuyente.
¡Deberían saberlo los políticos y cada partido, por separado o en coalición! No podemos dejar que nos engañen, ni engañarnos. El dinero no es de todos, ni del gobierno, como algunos creen. Los ingresos y gastos tienen que planificarse y ajustarse en los PGE.
Los PGE muestran los ingresos y gastos de la Administración Central y organismos dependientes de la misma (Seguridad Social, Organismos Autónomos, Agencias…). En total, hablamos de más de 470.000 millones de euros.
La primera anomalía está ahí mismo. Frente a la demagogia y la propaganda, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del año 2018 elaborados por el Gobierno de Mariano Rajoy y por su ministro de Hacienda, han tenido que ser prorrogados en el 2019 y en el 2020. Con el anterior y el actual gobierno aún no se han puesto de acuerdo para aprobarlos (ver enlace).
a) Un aviso desde dentro.
España lleva gastando más de lo que puede permitirse, a costa de pedir prestado el dinero que no tiene. La última vez que cuadraron las cuentas patrias fue en época de Aznar, merced a un gigantesco esfuerzo de todos, cuando tal requisito fue establecido por la Unión Europea como condición «sine qua non» para que nuestro país pudiera integrarse en el euro. Desde entonces, no ha habido un presidente que se atuviera a la disciplina presupuestaria de rigor.
Ahora, con el acuerdo de la Cumbre de la UE el gobernador del Banco de España recalca que «no se acaba todo» y que habrá que hacer «reformas» y «ajustes estructurales».
Pablo Hernández de Cos, llama a la sensatez ante la euforia y los aplausos de estos días, ya que «las necesidades de financiación por la crisis son mucho mayores que las que este fondo va a cubrir» (ver enlace).
Según los expertos, el fondo de la UE sólo cubrirá el 10% de lo que España necesita para financiarse hasta 2026.
b) «De poco sirven 140.000 millones, si no hay credibilidad ni confianza».
A pesar de que algunos se habían encargado de resaltar la dicotomía entre países solidarios e insolidarios de la UE, e incluso algunos medios se atrevieron a potenciar la idea de que a los españoles se nos debía una especie de Plan Marshall, sin condiciones de ningún tipo, se ha impuesto la realidad y la cordura.
Curiosamente la líder que impuso la austeridad durante las tormentas del euro se ha convertido en aliada de los países más afectados por la pandemia. A. Merkel, la canciller germana, ha liderado el mayor plan de inversión pública aprobado en Europa en su historia; y lo ha hecho con la grandeza y visión de un Jefe de Estado: «La solidaridad en la crisis no es solo un gesto humanitario, es también una inversión de futuro”. Con 750.000 millones de euros, nunca los europeos se habían mostraron tan generosos entre ellos. Así que es importante ver cómo se reparten y gastan.
El acuerdo de Bruselas, después de 4 jornadas maratonianas de los líderes de los 27, ha resultado positivo para el conjunto de los ciudadanos de la Unión, aunque algunos no lo entienden así, como el gobierno español. Ese Fondo de Reconstrucción, debería paliar los daños del Covid-19 y relanzar las economías más afectadas.
Vamos a ser vigilados para que se ponga fin a los problemas económicos estructurales, se controle el déficit público, se embride la deuda desorbitada, y se frene el despilfarro general y el de los chiringuitos. De hecho, las ayudas de la UE, no van a ser todas a fondo perdido, ni a ciegas.
En la pasada crisis, se popularizó la referencia a los técnicos dedicados a supervisar el cumplimiento de las reformas económicas, como los hombres de negro, en referencia a la opacidad en la que se mueven en sus misiones de vigilancia e inspección.
Pero, si se van a inyectar 140.000 millones, el el Informe sobre España 2020 incluido en el proyecto Semestre Europeo 2020, al que los medios no han dado importancia, va a ser clave. Se trata de un análisis enfocado a nuestro país, que evalúa los avances en lo que respecta a las reformas estructurales y la prevención y la corrección de los desequilibrios macroeconómicos, Planes de Inversión y Reformas que debe presentar el gobierno, para acceder a las ayudas. Los técnicos, llevan años criticando la falta de estabilidad en los presupuestos, señalando por ejemplo que «la ratio de deuda sobre PIB es muy sensible a las perturbaciones«.
c)Austeridad, es no derrochar.
Más que recortar, hay que ser eficientes en el gasto. Algunos gobernantes suelen recortar a los demás, pero no suelen controlar los propios gastos. Otro error.
De hecho, los ministerios han crecido en número, los asesores se han multiplicado tanto a nivel estatal, como en las diferentes autonomías. Todo ese derroche de dinero, además del apoyo a la ideología de género, ni a unos ni a otros, les ha hecho conscientes y más eficientes.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, en el documento de trabajo antes citado, ha llegado a identificar más de 35.000 millones de euros, de gasto anual en subvenciones de dudosa utilidad. Entienden que por ahí deberían comenzar los recortes.
El coste del personal de RTVE, se ha disparado en más de 27 millones de euros. De hecho la corporación gastó 425 millones de euros en su plantilla en 2019, es decir, más del 40% del presupuesto de la corporación. Los gastos en personal aumentaron el 6,6% según (Vozpópuli 16-07-2020).
Por si eso no fuera suficiente, se ha aprovechado el estado de alarma, para comprar el apoyo de los medios -teóricamente no afines- con15 millones de euros.
Ese no puede ser el camino señalado en el Acuerdo de Bruselas.
2) Una ocasión inmejorable para una reforma en profundidad.
Los gobernantes, habéis pedido responsabilidad al pueblo, a los autónomos y a los trabajadores, pero los políticos en general, hasta ahora ni os habéis bajado los sueldos, ni el número de escoltas ha disminuido, ni la vigilancia de vuestros bienes la pagáis con vuestro sueldo, ni acudís al trabajo en bicicleta como los holandeses. Más bien al contrario: coches lujosos con chofer, falcón cuando se necesita o se antoja; y…cobrando puntualmente dietas, aunque no se les haya visto durante los meses de alarma o la pandemia.
Así que sería ahora, la gran ocasión para que un líder (del partido que sea- o de ninguno-) con visión de futuro y responsabilidad, acometiera los recortes y reformas que los españoles esperan y España necesita. Parece que los políticos deberían reducir el número de Diputados. La Pandemia ha demostrado que con un tercio sobran y se puede conseguir hacer lo mismo, si se lo proponen.
El despilfarro innecesario de mantener el Senado, puede y debe suprimirse totalmente. A lo sumo, con un 10% sería más ágil y eficiente.
Es la gran ocasión para la supresión de los «mini-estados autonómicos» y su corte, enchufes, fiestas y prebendas que una vez dentro del sistema, se eternizan en el pesebre del Estado. Las autonomías han despertado los nacionalismos, han sembrado la semilla de la desunión y los separatismos y la desmembración del Estado. Han prosperado los ambiciosos, capaces de robar y decir: «España nos roba», pero no han surgido líderes integradores, capaces de pensar y sentir en un futuro mejor para todos. Torras fue más allá y dijo que la muerte era culpa de España. Puigdemont también lo dijo. En la Cataluña independiente no habría víctimas, ni siquiera contagios (Salvador Sostres, La independencia era esto).
Aún hoy, así es de clara es la información en esa comunidad:
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De hecho, esa es una de las exigencias de la UE: «unidad de mercado, contra la fragmentación autonómica».
Otras tareas o reformas que espera la UE son: 1.- Reforma el sistema Sanitario. 2.-Plan para ajuste presupuestario a medio plazo; 3.- Medidas compensatorias para las pensiones; 4.-Reducir la alta tasa de temporalidad en el trabajo; 5.- Mejorar la eficiencia y control de las ayudas sociales (-no pueden financiarse con las ayudas europeas-); 6.- Un pacto para impulsar la educación; 7.- Ahorro de energía y apoyo al cambio climático; 8.- Impulsar y mejorar las políticas de I+D+I porque no se puede innovar si continúan los bajos niveles de inversión en investigación y desarrollo; 9.-impulsar el TREN de Mercancías para beneficiarse de las conexiones transfronterizas e ir hacia un Mercado Único de la UE (ver enlace).
3) El paro ya es peor que la pandemia.
Los vigilantes comunitarios, no creen que haya que derogar la Reforma Laboral de 2012; prefieren hablar de mejorarla y complementarla con políticas activas de empleo que sean más eficaces y con una estrategia orientada a favorecer una menor temporalidad.
Aún no hemos sabido el número de fallecidos o no coinciden los datos que ofrecen, sean autonómicos, o estatales con los datos de bajas en los registros. Se han ocultado o tapado de mil formas y mil palabras que solo revelan la calidad de quien intenta justificarlo.
¿Vamos a conocer las cifras reales del paro? ¡No lo creo! Es cierto que no se conocen muertes, pero el estrés y la economía familiar son muy preocupantes. Según algunos medios, «la tasa de paro real asciende al 31% si se cuentan los ERTEs, y ceses de autónomos. El día 28 el INE, actualizará la tasa de paro correspondiente al segundo trimestre, en la que no computará ni a los afectados por ERTEs ni a los autónomos que se han acogido a prestación» (Vozpópuli 16-07-2020).
La recuperación turística, era una esperanza, pero tal y como marcha el turismo nacional e internacional a día de hoy, muchas pequeñas y medinas empresas no han abierto, o sólo lo hacen los fines de semana. Y, será peor después del verano.
Los empresarios exigen al Ejecutivo ampliar los ERTEs hasta final de año y «flexibilidad» en los expedientes, para poder sacar y meter a trabajadores en picos de actividad.
El planteamiento del Gobierno piensa extender los ERTEs por fuerza mayor hasta el 30 de septiembre, sin especificar sectores concretos, siempre que persistan restricciones vinculadas al coronavirus que impidan o limiten su plena actividad. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz ha insinuado que los ERTEs continuarán incluso más allá de septiembre en las actividades que sigan condicionadas por la pandemia, como por ejemplo en el turismo.
La portavoz del Ejecutivo y ministra de Hacienda, María Jesús Montero ha destacado que los ERTEs ayudan a frenar la «hemorragia» en el mercado laboral.
Necesitamos más industria, más inversión y menos colas del hambre. No se puede olvidar que es mejor y más digno trabajar que pedir, y que una de cada cuatro personas, sigue en riesgo de exclusión y las familias con una capacidad adquisitiva muy limitada.
Y por favor, después del trabajo, defiendan el derecho a la propiedad. Porque sin esos derechos, todo se viene abajo. Incluso el territorio, que es de todos. Y recuerden, el dinero público no sale de un sombrero mágico, tiene dueño porque sale del contribuyente, es decir, del esfuerzo de sus propios ciudadanos. El que llega de la UE, también. Por eso, exige responsabilidad a los gestores.