Por Nicolás Jouve (Catedrático de Genética, Miembro de CíViCa).
Según informamos recientemente, el pasado 19 de Marzo, el Abogado General delTribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), Yves Bot, dictaminó que las células embrionarias que tienen capacidad de desarrollarse hasta formar un ser humano deben calificarse jurídicamente de embriones humanos y, por tanto, no se pueden patentar. Sin embargo, un grupo de investigadores europeos ha publicado una opinión en defensa de las patentes derivadas de la utilización de las células madre embrionarias.
En este artículo exponemos las razones de estos investigadores en contraste con la postura ética de quienes mantenemos que los embriones no deben ser utilizados por tratarse de vidas humanas en la primera etapa de su desarrollo, porque su utilización supone su desttrucción, y porque además es innecesario, ante la avalancha de éxitos de las nuevas técnicas de la reprogramación celular a partir de células somáticas, de los que hems venido informando en esta sección.
Por Nicolás Jouve (Catedrático de Genética, Miembro de CíViCa).
Según informamos recientemente, el pasado 19 de Marzo, el Abogado General delTribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), Yves Bot, dictaminó que las células embrionarias que tienen capacidad de desarrollarse hasta formar un ser humano deben calificarse jurídicamente de embriones humanos y, por tanto, no se pueden patentar. Sin embargo, un grupo de investigadores europeos ha publicado una opinión en defensa de las patentes derivadas de la utilización de las células madre embrionarias.
En este artículo exponemos las razones de estos investigadores en contraste con la postura ética de quienes mantenemos que los embriones no deben ser utilizados por tratarse de vidas humanas en la primera etapa de su desarrollo, porque su utilización supone su desttrucción, y porque además es innecesario, ante la avalancha de éxitos de las nuevas técnicas de la reprogramación celular a partir de células somáticas, de los que hems venido informando en esta sección.
Según Kate Kelland corresponsal de Reuters.com, -Salud y Ciencia-, el dictamen del Sr. Yves Bot ha tenido su contrarréplica por parte de algunos científicos, que señalan que dicha prohibición sería "situar a Europa en gran desventaja" y podrían bloquear el desarrollo de terapias de células madre embrionarias en Europa.
El Abogado General del TUE había dicho que todas las patentes sobre tecnologías relacionados con células madre embrionarias deberían prohibirse por razones morales. Ahora, en una carta a la revista Nature y durante una reunión en Londres, científicos europeos líderes en investigaciones con células madre dijeron que esto podría significar un desastre para las empresas biotecnológicas que buscan tratamientos para patologías tales como la ceguera y las lesiones de columna.
"Si el Tribunal de Justicia Europeo decide hacer suya la opinión del Abogado General, se eliminarán todas las patentes que se relacionan con células madre embrionarias humanas en Europa", dijo Austin Smith del Centro para la investigación de células madre en Cambridge, uno de 13 firmantes de la Carta. "Esto será colocar a Europa en una gran desventaja."
La tecnología de células madre ha sido polémica porque las líneas celulares se derivan de embriones. Las células madre embrionarias procedentes de embriones humanos de pocos días pueden producir cualquier tipo de célula del cuerpo. Los científicos generalmente las obtienen de embriones sobrantes tras intentos de fertilización in vitro (FIV) en las clínicas de fertilidad, que de lo contrario podrían ser arrojadas a la basura.
Dos empresas estadounidenses -Advanced Cell Technology (ACTC.OB) y Geron (GERN.O)- han obtenido recientemente la aprobación regulatoria para ensayos en humanos de terapias con células madre embrionarias humanas [ID:nN11175966] [ID:nN03138176] y muchas otras compañías están tratando de desarrollar aspectos de la investigación de células madre en Europa.
Según los científicos, estas incluyen U.S. medicamentos Pfizer gigante (PFE.N), la firma anglo-sueca AstraZeneca (AZN.L), drugmaker Suiza Roche (ROG.VX), los franceses de la compañía Cellectis (ALCLS.PA) y un pequeño grupo de biotecnología italiano llamado Avantea.
El caso en manos del Tribunal de Justicia Europeo, del que no se ha hecho aún ningún juicio final, es el último episodio de una batalla legal de larga duración sobre una patente presentada hace varios años, entre un grupo de científicos alemanes y el grupo ambiental Greenpeace.
El defensor del TUE para este caso, Yves Bot, informó el mes pasado de que las patentes de las aplicaciones que utilizan células madre embrionarias deberían prohibirse por razones morales. El Tribunal de justicia, el más alto Tribunal de Europa, aprueba la opinión general de los defensores en la mayoría de los casos y se espera que se pronuncie sobre este caso en algún momento en los próximos meses
Smith y sus compañeros signatarios -que incluyen los principales investigadores de células madre de toda Europa- argumentaron que la patente es un paso clave en el desarrollo de nuevos tratamientos médicos. Sin la protección de las patentes, dijeron, las compañías farmacéuticas no invertirían en la investigación o en las tecnologías de manipulación celular necesarias para desarrollar terapias celulares. Señalaron que "Las empresas innovadoras deben tener protección de patentes como un incentivo para participar en Europa". Un movimiento para prohibir las patentes "impedirá la inversión en tratamientos de salvar vidas", dijo la sociedad internacional para la investigación de células madre (ISSCR). [hasta aquí el artículo de Kate Kelland para Reuters]
A Yves Bot le sobra la razón
Seguimos a vueltas con la investigación con células madre, pero conviene hacer una serie de puntualizaciones. Lo que el Abogado General del alto tribunal de la Unión Europea señala es rigurosamente cierto. Se mire como se mire, un embrión humano, el organismo joven que surge de la célula huevo fecundada, es una vida humana en su primer estadio de desarrollo. Un organismo que vive y existe desde la concepción. Debe tenerse en cuenta que la utilización de células procedentes de embriones humanos, más concretamente de la masa interna de los embriones, implica su destrucción. Es por esto por lo que el Sr. Yves Bot, ha dictaminado que las patentes de las aplicaciones que utilizan células madre embrionarias deberían prohibirse por razones morales. Máxime cuando existen alternativas más eficaces basadas en la utilización de células somáticas.
Desde 1992 se había venido publicando, en revistas tan prestigiosas como los Proceedings of the National Academy of Sciences, Science o Cell, las primeras experiencias demostrativas de que en tejidos somáticos post-embrionarios, fetales, cordón umilical y de adulto, hay células madre con una capacidad de desdiferenciación y reprogramación hacia el mismo o diferente tejido celular, resultando pluripotentes en lo que a la capacidad de diferenciación se refiere. La utilización de este tipo de células no plantea problemas éticos, por no requerir la destrucción de sus portadores.
De hecho, tras el extraordinario avance de los grupos de Yamanaka en Japón y Thomson en EE.UU., de la reprogramación genética de las células diferenciadas, muchos investigadores manifestaron su intención de abandonar la utilización de las células madre embrionarias y reorientar sus investigaciones en esta dirección. Los linajes celulares de las células somáticas reprogramadas se transforman en células iPS (= células madre inducidas pluripotentes), capaces de dirigir su especialización hacia células cardiacas, óseas, neuronas o de cualquier otra especialidad celular.
En este tema es importante distinguir bien la diferencia entre embriones y células somáticas. El embrión tiene valor por si mismo, pues se trata de una vida que si se manipula se destruye. Sin embargo, las células somáticas de un adulto, cualquiera que sea su especialidad, no tienen categoría de seres vivos, sino que forman parte de un ser vivo, y su extracción y manipulación no afecta a la vida de quien proceden.
Es evidente que destruir vidas para obtener líneas celulares va en contra de la moral y de la dignidad de la vida humana, algo indefendible por mucha importancia que se le quiera dar a la obtención de patentes.
Recordemos que ya hace un par de años, el investigador italiano Angelo Vescovi, del Hospital Niguarda, en la Universidad Bicocca (Milán) y del Banco de células madre cerebrales (Terni) y pionero de las investigaciones con células madre en Europa, publicó en Osservatore Romano (31 de Agosto de 2009), un artículo titulado «Detrás de la investigación con células madre embrionarias hay sólo una guerra de patentes», que tuvo una gran repercusión. Al tratar de la complejidad del problema ético que plantean las células madre embrionarias señalaba: «El problema concierne al modo de aislar estas células… no se pueden aislar del embrión si no es produciendo este último en el laboratorio para extraer después las células madre, en un proceso que implica la muerte del embrión mismo… Por tanto, es lógico que se planteen interrogantes éticos candentes y de enorme alcance». Para terminar sentenciando que: «El uso de embriones humanos no es, en absoluto, una necesidad inevitable».