Las Naciones Unidas contra la Carta Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas

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Por Nicolás Jouve, Catedrático Emérito de Genética. Presidente de CiViCa.

El pasado 2 de Noviembre de 2017, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, reunida en Ginebra, ha excluido del derecho a la vida a los no nacidos, a pesar de la oposición explícita de un centenar de gobiernos –entre los cuales estaba Polonia, Estados Unidos. Rusia, Australia, Egipto y Malta, y de múltiples Asociaciones Provida, entre las que estaban las que conforman la Federación Europea One of Us, ·

Sí, parece un contrasentido y lo es. Según la Carta Universal de los Derechos Humanos de la ONU el primer derecho es el Derecho a la vida… Pero lo cierto es que las Naciones Unidas ha dado un giro copernicano, mediante un estudiado proceso en el que se ha medido todo, el tempo y los eufemismos…

La nueva resolución es contraria al Art. 3 de la Carta que dice: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. A no ser que alguien haya demostrado que un ser humano en sus primeras etapas de desarrollo no es un individuo humano, lo que acaba de decidirse es otra vuelta de rosca en la desenfrenada carrera de una organización que ya no es lo que era. La ONU, convertida en una caricatura de si misma, se ha apartado de aquellos magníficos propósitos de su origen en 1948.

Los dirigentes de las Naciones Unidas, conscientes de que sus intenciones no serían aceptadas por una sociedad culturalmente asentada en el humanismo cristiano, se han ido quitando la careta de forma suti,. Los grandes cambios de mentalidad se han ido introduciendo poco a poco en las cumbres internacionales sobre la ”Población y el Desarrollo” celebrada en El Cairo (1994), la “Conferencia. Mundial sobre la Mujer” de Pekín (1995) y la de los “Asentamientos Humanos” de Estambul (1996), por mencionar solo algunas… El cambio se ha traducido en el compromiso con la “ideología de género” y conlleva ejercer una auténtica “ingeniería social” en todo el mundo, para derribar los focos de resistencia que lo impidan, siendo los principales enemigos a batir la Iglesia Católica, la familia natural y el derecho a la vida.

Para ello vale todo, incluso en contra de sus principios originales. Se decide que hay que ejercer un “control demográfico” para conseguir una disminución de la natalidad, convirtiendo el “aborto” en un derecho y presionando a los gobiernos de los países en vías de desarrollo a la implantación de políticas proabortistas.

La nueva resolución sería impensable hace tan solo un par de décadas. Ahora, tras dos años de elaboración el Prof, de Derecho Civil israelí Yuval Shany, ha convencido a los 18 miembros del comité de Derechos Humanos de Ginebra de que el ser humano concebido, aún en el seno de su madre, no tiene derecho a la vida. No solo se reafirma el derecho al aborto sino que se señala que debe ser “asequible” y “eficaz”… De este modo, a juicio (?) de este discutido comité hay que ceder a los argumentos del lobby abortista.

¿Dónde queda el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables?

Nicolás Jouve de la Barreda
Nicolás Jouve de la Barreda
Catedrático Emérito de Genética de la Universidad de Alcalá. Presidente de CiViCa.