La fuerza sanadora de las células maduras – Conferencia CíViCa

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Por Rosalina Moreno, Madrid – Publicado en La Gaceta el 26 de Noviembre de 2012

El profesor Pablo Gil-Loyzaga analiza las posibilidades que se abren con las investigaciones de Gurdon y Yamanaka.

“Los trabajos de John B. Gurdon y Shinya Yamanaka permitirán uti­lizar en el tratamiento de numero­sas enfermedades células de poten­cialidad similar a las embrionarias pero sin la necesidad de utilizar embriones”, cuenta a LA GACETA Pablo Gil-Loyzaga, doctor en Medicina y Biología y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, acerca de los estudios de inducción realizados por los Pre­mios Nobel de Medicina 2012.

Por Rosalina Moreno, Madrid – Publicado en La Gaceta el 26 de Noviembre de 2012

El profesor Pablo Gil-Loyzaga analiza las posibilidades que se abren con las investigaciones de Gurdon y Yamanaka.

“Los trabajos de John B. Gurdon y Shinya Yamanaka permitirán uti­lizar en el tratamiento de numero­sas enfermedades células de poten­cialidad similar a las embrionarias pero sin la necesidad de utilizar embriones”, cuenta a LA GACETA Pablo Gil-Loyzaga, doctor en Medicina y Biología y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, acerca de los estudios de inducción realizados por los Pre­mios Nobel de Medicina 2012.

Gil-Loyzaga impartió una con­ferencia en Madrid organizada por la Asociación de Investigadores y Profesionales por la Vida (CiViCa), sobre Gurdon y Yamanaka, quie­nes han obtenido el Nobel “por sus trabajos que han permitido demos­trar que las células maduras pueden ser reprogramadas para convertir­se en pluripotentes [IPS, en sus siglas en inglés]”.

Controversia

El catedrático subrayó que “las IPS no plantean los mismos problemas bioéticos de las células madre embrionarias, pero tienen su propia controversia biológica y bioética específica”. En este sentido, expli­có que no se sabe con exactitud si estas células van a ser capaces de diferenciarse, como las naturales, sin efectos colaterales, y que “son células que se van a producir de forma  indefinida, lo que supondrá tener que solicitar un consenti­miento informado al donante y guardar el consiguiente derecho a su privacidad genética”. “También tendrá que evaluarse el riesgo, bio­lógico y bioético, de la obtención de células germinales a partir de las iPSc”, añadió. Con las investigaciones de los galardonados con el Premio Nobel de Medicina “se abren nuevas y grandes expectativas para el trata­miento de muchas enfermedades genéticas, tumorales, endocrinoló­gicas, infartos, renales, neurológi­cas, anemias e incluso el sida”, pero también “con una posibilidad gran­de de poder desarrollar terapias para las enfermedades muy raras”, recordó Gil-Loyzaga.

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