Por Nicolás Jouve, Catedrático Emérito de Genética y Presidente de CíViCa (Asociación miembro de la Federación Europea One of Us). Publicado en Paginas Digital el 16 de Noviembre de 2016-
Algunas veces se ha dicho que la investigación es como una religión a la que muchos científicos e investigadores se entregan con una dedicación casi monástica. El problema es cuando aquello que va descubriendo el investigador colma de tal manera sus aspiraciones personales, que le lleva a desconectarse del objetivo principal de su trabajo, que ha de ser el de observar y descubrir los secretos de los fenómenos naturales y ponerlos a disposición de la humanidad. Esto es lo que el médico y genetista francés Jerome Lejeune (1926-1994), el descubridor de la causa del síndrome de Down –la trisomía del cromosoma 21-, señalaba en uno de sus más conocidos discursos: «estamos ante un dilema que es el siguiente: la técnica es acumulativa, la sabiduría no. Seremos cada vez más poderosos. O sea, más peligrosos. Desgraciadamente no seremos cada vez más sabios».
Un trailer de la pelicula “Jerome Lejeune. A los más pequeños de los mios”. La película que sigue la trayectoria del profesor Jéròme Lejeune. Toda una vida dedicada a la investigación que merece la pena ser conocida, divulgada y recordada a través de este film.
Información sobre los próximos pases en:Por Andrés Ollero, Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid, España) y magistrado del Tribunal Constitucional.
Ponencia en el XIII Simposio Internacional de los Docentes Universitarios “Conocimiento y Misericordia”, Roma, 7-11 septiembre 2016 (texto adjunto en PDF).
Tras agradecer la confianza que en mí se ha depositado al adjudicarme esta intervención*, debo ante todo resaltar que la asumo en mi condición de jurista. Esto me hará ahondar en el carácter indispensable del derecho como mínimo ético, posibilitador de una convivencia propiamente humana, destinada también a facilitar la querencia optimizadora inseparable de la moral. O, por citar los términos de la Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia: la justicia sin duda “es el primer paso, necesario e indispensable”, sin olvidar que “la Iglesia no obstante necesita ir más lejos para alcanzar una meta más alta y más significativa”[1]. Aludiré, en algunas de las notas al pie, a sugerencias personales que se prestan a mantener el diálogo al que el documento invita.