Por Manuel Alfonseca Doctor Ingeniero de Telecomunicación y
Licenciado en Informática, Profesor Honorario de la Universidad Autónoma de Madrid, Publicado en el Blog Divulgación de la ciencia, el 30 de Marzo de 2017.
En el artículo anterior hablé del trasplante de cerebro, pero quedó pendiente considerar el problema de cómo afectaría un trasplante cerebral a la identidad personal. ¿Está nuestra identidad asociada al cerebro, y por tanto pasaría a un cuerpo diferente en caso de trasplante cerebral? ¿O podría ocurrir algo distinto?
En primer lugar, debo hacer constar que esta disquisición no es científica, sino filosófica, pues por el momento el trasplante de cerebro es pura ciencia-ficción. Ni es factible ahora, ni parece probable que llegue a serlo en bastante tiempo, suponiendo que sea posible realizarlo con éxito. O sea, que estoy apoyándome en el vacío, eso mismo que yo he criticado varias veces cuando lo hacen otros...
Por Manuel Alfonseca Doctor Ingeniero de Telecomunicación y
Licenciado en Informática, Profesor Honorario de la Universidad Autónoma de Madrid, Publicado en el Blog Divulgación de la ciencia, el 23 de Marzo de 2017.
El 13 de febrero de 2017, La Razón Digital publicó una entrevista sobre trasplantes con Rafael Matesanz, de la que se hizo eco Madri+d, con el siguiente titular:
El trasplante de cerebro sería la panacea
Como de costumbre, los medios de comunicación prefieren los titulares más espectaculares, independientemente de que desvirtúen el sentido del artículo. En este caso, por ejemplo, el titular lo sacaron de una parte más bien secundaria de la entrevista. Esta:
–¿Existe hoy algún órgano irreemplazable, pero que sí se consiga [trasplantar] en un futuro?