Están destrozados. No es para menos. Escuchar el corazón de Chris y Connie, al despedirse públicamente de su hijo por el que han luchado desde el primer momento: "Sentimos mucho no haber podido salvarte".
El mundo entero, atónito, dentro y fuera del Reino Unido, sigue con afecto y emoción el desenlace de este drama tan enrevesado: "esperando que no se desatienda su deseo de acompañar y cuidar a su hijo hasta el final", ha dicho el Papa. Ni eso han podido.