Los éxitos impulsan la esperanza en el campo de la terapia génica

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Por Erika Check Hayden, publicado online en Nature el 24 Agosto de 2011 -  Nature | doi:10.1038/news.2011.500 - Traducido por N. Jouve (enlace

La técnica está siendo analizada en un rango de condiciones.

Cuando en la década de 1990 se usó por primera vez la terapia génica -tratamiento de enfermedades mediante la corrección de genes defectuosos del paciente-  para tratar una deficiencia inmunológica, fue promocionada como un avance que podría curar decenas de enfermedades hereditarias. Pero cuando murió un chico de 18 años, Jessie Gelsinger, en 1999, después de haberle inyectado un gen para tratar de corregir una enfermedad hepática, se convirtió en un campo cauteloso, y los investigadores encontraron difícil de solucionar los problemas relacionados con la técnica.

Los niños con SCID son extremádamente vulnerables a las infecciones. Foto Raphael Gaillarde / Gamma/Getty
 

Ahora, más de 20 años después, los datos de supervivencia a largo plazo están dando a los investigadores la esperanza de que la terapia génica aún podría cumplir su potencial. Dos estudios publicados hoy en Science Translational Medicine1,2 demuestran que 14 de los 16 niños tratados con la terapia génica de la inmunodeficiencia combinada severa, o SCID, tienen como resultado sus sistemas inmunológicos restaurados, y uno está en remisión de una leucemia desarrollada a raíz del tratamiento de terapia génica. Los niños nacidos con SCID carecen de un sistema inmunitario funcional, lo que los hace extremadamente vulnerables a las infecciones, que son normalmente graves y a veces incluso mortales.

Por Erika Check Hayden, publicado online en Nature el 24 Agosto de 2011 –  Nature | doi:10.1038/news.2011.500 – Traducido por N. Jouve (enlace

La técnica está siendo analizada en un rango de condiciones.

Cuando en la década de 1990 se usó por primera vez la terapia génica -tratamiento de enfermedades mediante la corrección de genes defectuosos del paciente-  para tratar una deficiencia inmunológica, fue promocionada como un avance que podría curar decenas de enfermedades hereditarias. Pero cuando murió un chico de 18 años, Jessie Gelsinger, en 1999, después de haberle inyectado un gen para tratar de corregir una enfermedad hepática, se convirtió en un campo cauteloso, y los investigadores encontraron difícil de solucionar los problemas relacionados con la técnica.

Los niños con SCID son extremádamente vulnerables a las infecciones. Foto Raphael Gaillarde / Gamma/Getty
 

Ahora, más de 20 años después, los datos de supervivencia a largo plazo están dando a los investigadores la esperanza de que la terapia génica aún podría cumplir su potencial. Dos estudios publicados hoy en Science Translational Medicine1,2 demuestran que 14 de los 16 niños tratados con la terapia génica de la inmunodeficiencia combinada severa, o SCID, tienen como resultado sus sistemas inmunológicos restaurados, y uno está en remisión de una leucemia desarrollada a raíz del tratamiento de terapia génica. Los niños nacidos con SCID carecen de un sistema inmunitario funcional, lo que los hace extremadamente vulnerables a las infecciones, que son normalmente graves y a veces incluso mortales.

El mejor tratamiento para la enfermedad es un trasplante de médula ósea de un hermano de sistema genético de histocompatibilidad inmunológicamente coincidente. Pero cuando no hay donantes coincidentes disponibles, se recurre a donantes emparentados como los padres. Estos trasplantes tienen aproximadamente un 70% de éxito. El éxito de la terapia génica ha mejorado con el tiempo en estas situaciones de donantes genéticamente no idénticos, dice Bobby Gaspar, primer autor  de una de las publicaciones y médico del Instituto de salud infantil del University College de Londres: «Nuestro trabajo añade nueva evidencia de que la terapia génica puede ser correctiva y que da una duradera y sólida reconstitución del sistema inmunológico. Los resultados, junto con los información sobre ensayos de terapia gécica para la curación de la  SCID3,4, sugieren que la terapia génica está demostrando su valía lentamente».

Los investigadores están probando ahora la técnica en otros desórdenes inmunológicos, así como en otras condiciones a menudo tratados con trasplantes, tales como β-talasemia y la adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X5. La terapia génica también ha sido utilizada para tratar la leucemia6 y un trastorno ocular raro7.

Donald Kohn del Hospital Pediátrico de Los Ángeles, que escribió un comentario que acompaña los estudios publicados hoy8 señala que «Estamos muy por delante de donde estábamos hace cinco años».

Problemas de cáncer

En 2001, Alain Fischer del Hospital Necker para niños enfermos de París, líder del primer ensayo exitoso de terapia génica para curar la SCID4,  informó que un niño había desarrollado leucemia a raíz del ensayo. Esta leucemia se cree que había sido inducida por un componente en el virus modificado, el vector que los investigadores habían utilizado para canalizar e insertar el gen correcto en las células del muchacho.

En total, cinco de los 20 niños que han recibido terapia génica en París y Londres, para una forma de la enfermedad que está relacionada con el cromosoma X desarrollaron leucemia y uno ha muerto.

Pero Bobby Gaspar dice que la terapia génica sigue siendo una alternativa mejor que el tratamiento convencional para SCID ligada al X en algunos niños, ya que 19 de los 20 niños que han recibido terapia génica para este tipo de SCID están todavía vivos. Según este autor, cuando se explican estos pronósticos, todos los padres de los niños con SCID ligada al X optan por la terapia génica.

De los 30 niños en todo el mundo que han sido tratados con la terapia génica para otra forma de SCID, marcada por una deficiencia en la enzima adenosina desaminasa (ADA), ninguno ha desarrollado leucemia y 21 han sido capaces de interrumpir la terapia de reemplazo de la enzima que suele ser necesaria para mantener la enfermedad bajo control.

El equipo de Gaspar está trabajando ahora con otros investigadores de diversos países para probar vectores que eludan el componente causante de cáncer en niños con SCID ligada al X y otra deficiencia inmunológica, llamada síndrome de Wiskott–Aldrich. También esperan poder probar los nuevos vectores para la terapia destinada a corregir la SCID por deficiencia en la enzima ADA.

Uno de los principales temas de discusión a tratar en el Simposium de terapia génica  convocado por los institutos nacionales de salud y la sociedad estadounidense de genética y terapia celular en Milwaukee (Wisconsin) a celebrar el mes próximo en Bethesda (Maryland), es cómo promover este nuevo lote de ensayos de forma segura y eficaz.

Referencias

1.  Gaspar, H. B. et al. Sci. Transl. Med.3, 97ra79 (2011).
2.  Gaspar, H. B. et al. Sci. Transl. Med.3, 97ra80 (2011).
3.  Aiuti, A. et al. N. Engl. J. Med.360, 447-458 (2009).
4.  Hacein-Bey-Abina, S. et al. N. Engl. J. Med.363, 355-364 (2010). | Article | PubMed | ISI | ChemPort |
5.  Cartier, N. et al. Science326, 818-823 (2009). | Article | PubMed | ISI | ChemPort |
6.  Porter, D. L. et al. N. Engl. J. Med.http://dx.doi.org/10.1056/NEJMoa1103849 (2011).
7.  Cideciyan, A. V. et al. Hum. Gene Ther.20, 999-1004 (2009). | Article | PubMed | ISI | ChemPort |
8.  Shaw, K. L. & Kohn, D. B. Sci. Transl. Med.3, 97ps36 (2011).
Nicolás Jouve de la Barreda
Nicolás Jouve de la Barreda
Catedrático Emérito de Genética de la Universidad de Alcalá. Presidente de CiViCa.