Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
Le fue concedido el Premio Nobel de la Paz en 1979. Pero como dice Jaume Sanllorente : «los premios son lo que son, un premio y ya está». Aunque el Premio Nobel de la Paz, sea especial. Es considerado el buque insignia de los Premios Nobel. De hecho se concede en Oslo, la capital más poblada de Noruega y se entrega en el Ayuntamiento de Oslo y no en Estocolmo, Suecia, donde se entregan los otros Premios Nobel.
Se ha concedido 90 veces y han sido 120 los premiados; de los que 97 son personas y 23 eran organizaciones.
El autor citado Sanllorente, (escritor, periodista y Fundador de la ONG Sonrisas de Bombay) se preguntaba acertadamente: «¿Un premio cambia la aportación que ha hecho al mundo una persona? No. Un premio no hace santo a quien no lo ha sido«.
La respuesta es premonitoria. Cuando se le pregunta qué es lo que de verdad importa en estos premios, dice: «Darse a los demás. Que las acciones diarias contribuyan a la vida de los demás».
Es curioso que esa característica haya sido puesta en valor siempre, a lo largo de los siglos, antes de fundar los premios y después. Ludwig van Beethoven pensaba igual: «El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad».
La bondad es la única cualidad que hace brillar, que pone un áura de dignidad y ejemplaridad. Una persona buena sobresale a su pesar y es un signo de superioridad humana. Una persona buena es reconocida por todos y adquiere por ello, una dignidad superior a todas.
Algunas veces ese reconocimiento unánime se hace oficial. De hecho, en este caso, lo va a ser el día 4 de septiembre.
Por eso he pensado que tal vez merezca la pena una aproximación a quien mereció en su día el Premio Nobel y ahora alcanzará renombre universal. Son 3 pinceladas, y están en Internet. ¿Qué sabemos de quien se acercó a quienes nadie quería acercarse? ¿Qué sabemos de Agnes Gonxha Bojaxhiu, más conocida como Mother Teresa o la Madre Teresa, que el domingo será proclamada Santa?
Algunos datos biográficos:
Nació el 27 de agosto de 1910, en el pueblo albanés de Skopie. Fueron 3 hermanos. Su padre murió cuando ella cumplía los 8 años.
Asistió a la escuela estatal y formó parte del coro parroquial. Allí comenzó a interesarse por las misiones en bengala. Descubrió muy temprano su vocación y en 1928 al hacerse religiosa, cambió su nombre por Teresa, en honor de la patrona de las misiones.
En 1950 fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad de Calcuta.
Durante más de 15 años atendió a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos. Ella misma escribió que el primer año estuvo lleno de dificultades. Experimentó dudas, e incluso tuvo la tentación de volver a su vida en el convento.
En la década de 1970, ya era conocida internacionalmente como persona humanitaria y defensora de los pobres e indefensos.
Cuando en 1971 estalló la guerra de Independencia de Bangladesh y la confrontación bélica entre la India y Pakistán, la situación de la mujer fue terrible. Muchas fueron violadas, algunas encloquecieron o se suicidaron. No se les permitía ni casarse ni tener hijos. La Madre Teresa y sus hermanas, les dedicaron una atención especial, de acogida y de ayuda para reconstruir su vida o en algunos casos, su matrimonio.
En 1979 obtuvo el Premio Nobel de la Paz. Era el reconocimiento mundial a su incansable labor y la de su Institución. (Desde el año 2001 la suma que se lleva el ganador del Premio Nobel de la Paz es de 10 millones de coronas suecas, algo menos de 970.000 euros y algo más de 1.400.000 dólares).
En 1980 se le concedió el «Bharat Ratna« el galardón civil con más prestigio de la India. Es la condecoración y honor supremos de la India, concedido por elevados servicios a la nación.
Siguieron otros muchos premios tanto nacionales como internacionales.
En 1996 contrajo algunas enfermedades y su salud se deterioró.
El 13 de marzo del 1997 renunció a seguir al frente de las Misioneras de la Caridad. La hermana Nirmala Joshi fue elegida para aponerse al frentes de la congregación. Para entonces, las Hermanas de la Caridad contaban ya casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo.
El 5 de septiembre de 1997, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin.
El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente).
El primer ministro de Pakistan, Nawaz Sharif, dijo de ella que era «una persona extraña y única que vivió mucho tiempo para propósitos más elevados. Su devoción por la vida para el cuidado de los pobres, de los enfermos y los desfavorecidos es uno de los mejores ejemplos de servicio a nuestra humanidad». [Ver Vídeo resúmen de su vida]
Algo de su legado
El ejemplo siempre habla mejor y es más elocuente que todos los discursos.
Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida y de una caridad extraordinaria. Fue una “madre para los pobres”, un símbolo de compasión para el mundo y un testigo de la alegría de amar y de la grandeza y dignidad de cada persona humana, así como de la importancia y valor de las cosas pequeñas hechas con amor. Una vida extraordinaria, irrepetible y muy difícil de resumir.
Mejor ver algo y escucharla, porque así era de incansable y de humana. Esto es lo que vivía y en lo que creía:
Pero después de seguir los pasos de su obra y de asomarse a la inmensidad de su gran corazón. Hay videos, que expresan sus convicciones. Síntesis:
«No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz».
El día más bello?…¡Hoy!
La cosa más fácil?…Equivocarse.
El obstáculo más grande?…El miedo.
El error mayor? …Abandonarse.
La raíz de todos los males?…El egoísmo.
La distracción más bella?…El trabajo.
La peor derrota?…El desaliento.
Los mejores profesores?…Los niños.
La primera necesidad?… Comunicarse.
Lo que hace más feliz?… Ser útil a los demás.
El misterio más grande?…La muerte.
El peor defecto?…El mal humor.
La persona más peligrosa?…La mentirosa.
El sentimiento más ruin?…El rencor.
El regalo más bello?…El perdón.
Lo más imprescindible?…El hogar.
La ruta más rápida? … El camino correcto.
La sensación más grata?…La paz interior.
El resguardo más eficaz?…La sonrisa.
El mejor remedio?…El optimismo.
La mayor satisfacción?…El deber cumplido.
La fuerza más potente del mundo?…La fe.
Las personas más necesarias?…Los padres.
La cosa más bella de todas?… El amor.
Y el aborto?…Enseña a usar la violencia para obtener lo que quiere.
Cuando se produce el triunfo de un ser humano, toda la Humanidad se eleva de algún modo. El camino que falta por recorrer a cada uno queda iluminado con la dimensión trascendente de la vida.
El brasileño Marcilio Haddad Andrino, es la persona que recibió en 2008, el milagro que llevará a la canonización de la Madre Teresa. Habían transcurrido apenas 11 años de su muerte. Así lo contó: «Los abscesos se redujeron en un 70% y la hidrocefalia había desaparecido, ni siquiera las cicatrices de los abscesos eran visibles. En ese momento descubrí que estaba curado». Ni 20 años de su muerte han pasado.
Resumiendo:
Seguro que todo los premiados con el Nobel han ayudado mucho a la Humanidad, a la Paz y al Progreso.
No han sido muchos quienes han descubierto un sentido, una dimensión nueva y una dignidad en todos y cada uno de los seres humanos, en especial en los más marginados y desfavorecidos (Mt. 25, 27-40).
Esta gran mujer, nos ha enseñado algo esencial: que hay ceguera en el mundo, y es curable. Si no se vuelve la cara, «se puede ver a Cristo en el hambriento, el desnudo, en quien no tiene hogar, en quien está solo, en el no deseado, en el que no es amado, en el leproso, en el alcohólico, en el hombre que vive en las calles, y no hay solo hambre de pan, sino hambre de amor, no hay desnudez por un vestido, sino desnudez de dignidad humana, no hay solo falta de hogar por no tener una casa para vivir, sino hay falta de hogar por ser abandonado de todos… por haber olvidado lo que es el amor humano, lo que es la alegría humana».
Se puede no creer, pero no se pueden ignorar la persona, ni sus actos en favor de quien lo ha necesitado. Gran parte de los hombres y mujeres actuales hemos sido coetáneos y en la distancia nos alegramos de haberla conocido y de su triunfo..