Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
En el próximo septiembre, la Real Academia de las Ciencias de Suecia, la Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska, la Academia Sueca y el Comité Noruego del Nobel comenzarán a recibir la selección de los candidatos al que es considerado el reconocimiento internacional más importante en las diferentes modalidades. Desde Universidades de todo el mundo, sociedades e instituciones científicas, y también de quienes ya han sido laureados con este galardón, se enviarán los nombres que se proponen, en las distintas modalidades.
La Universidad de la Vida debería ser tenida en cuenta... y más en este caso, para el Nobel de la Paz.
Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
En el próximo septiembre, la Real Academia de las Ciencias de Suecia, la Asamblea del Nobel del Instituto Karolinska, la Academia Sueca y el Comité Noruego del Nobel comenzarán a recibir la selección de los candidatos al que es considerado el reconocimiento internacional más importante en las diferentes modalidades. Desde Universidades de todo el mundo, sociedades e instituciones científicas, y también de quienes ya han sido laureados con este galardón, se enviarán los nombres que se proponen, en las distintas modalidades.
La Universidad de la Vida debería ser tenida en cuenta… y más en este caso, para el Nobel de la Paz.
Quiero pedirlo para el Padre de Akamasoa. Los nativos dicen que Akamasoa significa "los buenos amigos"; pues para el Padre de "los buenos amigos". Para el amigo de los que no tienen nada. Para quien ha devuelto la dignidad a más de quinientas mil personas y creado de la nada, miles de casas para 18 pueblos y 30 escuelas.
Señalo a un ser humano increíble, excepcional. Dejó su país y se fue a África hace bastantes años. Se llama Pedro Opeka. Es argentino-esloveno, porque es descendiente de eslovenos. Un argentino del que casi ni los argentinos saben nada. Ha hecho méritos sobrados para recibir el galardón. Circulan ya más de 10 libros sobre él y sobre su obra. Por lo menos 7 Documentales , que han dado la vuelta al mundo, tienen como protagonista a él y a su obra.
La mejor forma de acercarse a un ser tan extraordinario, es a través de cómo la gente del pueblo lo conoce. Le llaman, sin reparo, "el Santo de Madagascar"; "El apóstol de la basura"; "La Madre Teresa con pantalones"; "El albañil de Dios".
¿Quién es y cómo ha llegado hasta ahí? El hijo de una campesina eslovena y un obrero, emigrados a Argentina puede ser el nuevo Nobel de la Paz. Es el segundo de los 8 hijos del matrimonio. No puede decirse que fueran pobres, pero sí que todos tenían que colaborar y él muy pronto ayudó a su padre que era albañil. Era de una familia alegre y acogedora, y tenían profundas convicciones humanas y religiosas.
Sus padres no se opusieron cuando les manifestó su vocación. Pese a que tenía abuelos, tíos y primos en Europa y pudo visitarlos, le atraía especialmente África. En los años 70, se encaminó a Madagascar. Tenía 22 años. Y… allí se quedó, en Antananarivo. Uno de los lugares más pobres del mundo.
El Padre Pedro Opeka, perteneciente a la Orden de los Misioneros Lazaristas de San Vicente de Paul llegó a Madagascar y quedó impactado con lo que vio. Allí no sólo quedo mudo, es que, como él dice, cualquier discurso era inútil. Había que actuar. Con una fe total, se propuso cambiarlo.
No es lo mismo decir que no había nada, que afirmar que la gente disputaba a los cerdos, a las ratas, a las aves, las moscas y los perros, lo que hubiera, como restos de comida, o vendible, en la basura. Los niños y los mayores, los más desvalidos, eran como siempre, allí también, los más vulnerables.
Había que sacarles de allí, sin violencia. Tenían que vencer la pobreza y la miseria en exclusión. Y cuenta que, al principio, incluso el fútbol le ayudó, hasta que la gente fue confiando en aquel blanco que corría tras una pelota y cuando marcaban un gol, se abrazaba a ellos para celebrarlo, con el entusiasmo de un argentino.
Pero la inmensa labor, que debía realizarse, no podía hacerla solo. Tenía que implicar a todos, hombres y mujeres, niños y ancianos. Nada podía ofrecer porque nada tenía, pero si todos colaboraban, todos podían mejorar. La experiencia de diálogo y convivencia en familia, y el trabajo con sus manos ayudando a su padre, le sirvieron para idear lo que en cada momento se necesitaba, y para ponerse a hacerlo. Siempre con la ayuda de Dios y la fe en sus posibilidades. Juntos podían vencer la pobreza. Había que humanizar a la gente desde dentro, porque ningún político se atrevería a entrar allí.
Ha devuelto la fe y dignidad humana a las personas. Entre todos construyen viviendas y se han organizado para la educación y la formación, y el cuidado de los niños y necesitados. Han creado, con sus manos y su esfuerzo, pequeños pueblos diseñados y administrados por los mismos pobres. Así van dejando atrás la vida inhumana y miserable de hace solo unos años. Es un "Amor en acción" o "Ayuda en acción".
Pueden pensar los lectores que trato de adornar una historia porque pueden creer que es imposible resurgir de la basura, si no es un milagro. No voy a pedir que me crean. Sólo que por favor, vean y escuchen el siguiente documento y comprobarán que, además, ha devuelto a esa gente la alegría y la fe en sí mismos y en Dios. Sin compararlas con nadie, a sus misas asisten multitudes y participan con todo su ser, con todos sus sentidos y con toda su alma. Cantan, bailan, oran, sienten de forma expresiva y vital.
Hay que darlo todo, dice: "Es que no podemos darnos a medias". Aquellos basureros y las colinas que lo rodean son las Colinas del coraje. Allí ha nacido AKAMASOA, una Asociación Humanitaria fundada hace ya más de 25 años. Se trata fundamentalmente, de "Un Movimiento de Solidaridad, Justicia y Fraternidad porque somos todos iguales".
Jordi Batallé en Radio Francia Internacional (RFI), en el mes de junio 2015, en Paris, tuvo ocasión de entrevistar al Padre Opeka. Allí pudo hablar de su familia, su infancia, y su obra. Y lo hizo, como siempre, con una fuerza increíble y convincente.
No hay duda de que es un ejemplo a nivel mundial. Ha ayudado a la Humanidad a crecer y encontrarse en lo mejor de cada uno y de forma solidaria. Ha puesto al descubierto la palabrería vacía y el buenismo estéril, tanto de la izquierda como de la derecha. Ha dejado de lado el enfrentamiento y la violencia y ha encontrado la vía práctica del trabajo y el esfuerzo para conseguir lo que se quiere. Despues de 40 años, Antananarivo, gracias al argentino Padre Opeka, ya nunca será lo mismo. Cuando alguien, con su fe, se implica totalmente, del basurero surge la luz y la esperanza de una nueva vida.
De Akamasoa, de "los buenos amigos" puede salir el nuevo Nobel de la Paz. Ojalá le concedan el Nobel de la Paz por toda la ayuda humanitaria que ha realizado y realiza. Ha devuelto la dignidad, ha dado vivienda, escuelas, y la gente come normalmente como todo el mundo, son atendidos si tienen una enfermedad y realizan su trabajo y viven con cierta seguridad. Ha conseguido que mejoren las cosas. Ha tenido la fe del emprendedor y la fuerza del innovador. Mas que ingenio lo suyo es una misión. No creo que en estos momentos haya alguien que lo merezca más. Es un ejemplo que podría y debería seguirse en otros muchos lugares. Hay ángeles encarnados, que vienen a mostrar caminos nuevos, seres solidarios que descubren los valores importantes de respeto, amor, esfuerzo, fe, solidaridad y humildad.
¿Se enterarán los europeos empeñados en poner vallas al Mediterráneo, los políticos de todos los países en general, y quienes solicitan u otorgan el Prestigioso galardón sueco? Necesitamos líderes, y no políticos. Necesitamos que se reconozca a un hombre bueno y su enseñanza, que va más allá que sus palabras. Ése es el camino. Pero para tener enemigo no hay que declarar una guerra, basta decir lo que se piensa o llevar a la realidad lo que uno cree.
Es posible que no se lo concedan, porque la ideología hoy destruye todas las soluciones cuando no son de su agrado. Alegarán que Pedro Opeka es un sacerdote católico. ¿Y qué?
Habría que dárselo siempre que fuera igual de coherente, si perteneciera a otra religión o fuera ateo. Criticar es fácil. Yo solo tengo un reto a esos críticos: ¡Presenten algo parecido que ustedes hayan realizado o uno de los suyos y apoyaría con entusiasmo un reconocimiento similar!
Por si alguien tiene dudas…Vea y escuche.