El agua es fuente de vida, de salud y de alimentos.

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Sabemos que el agua es vida. A pesar de ser el nuestro un planeta azul, el agua no está al alcance de todos. No conocemos hasta qué punto es necesaria para vivir, porque a la mayoría no le falta el agua potable o sufre únicamente  restricciones puntuales.

Tan perjudicial es la falta de agua, como tomarla en malas condiciones o tenerla demasiado lejos. El agua, además posibilita la higiene. Según algunas fuentes, la mitad de la población en vías de desarrollo padece enfermedades asociadas a la falta de agua. Pero nada es automático. Implica conocer, poner medios y esfuerzo para llegar a un Desarrollo Sostenible.

Hace 67 años La Asamblea de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Después del derecho a la vida, el alimento, vestido, vivienda y salud son recogidos en el artículo 25:

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios…

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales…

Pero aún hoy son una utopía, por más que de vez en cuando tengamos que recordarlo. Concretamente, hemos  tenido todo un decenio para pensar y tomar conciencia del Agua como Fuente de Vida 2005-2015.  Y sobre todo hemos tenido 10 años para actuar.

La ONU ha desplegado un gran esfuerzo propagandístico, económico y social para mejorar las condiciones de acceso al agua y el saneamiento. Se ha hecho mucho. Fruto de  ese esfuerzo, la Oficina del Decenio y el programa de mejores prácticas, el programa de comunicación y concienciación están en proceso de ser integradas en la unidad técnica de ONU-Agua.

Sin embargo no se ha conseguido todo lo que se esperaba. En realidad,  mucho menos de lo que era previsible con el despliegue de los medios empleados aunque«Agua y Desarrollo Sostenible», fue un gran proyecto, pero…

La concentración de la población humana en ciertos enclaves, los cambios climáticos que traen la sequía, la sobre explotación agrícola y la contaminación industrial, han puesto en peligro de agotamiento los recursos naturales. La consecuencia es dramática:

La falta de agua, causa pobreza.

Por paradójico que pueda parecer, el hambre puede ser debido al agua. Los expertos dicen que dos de cada tres personas sin acceso a agua de forma segura y sostenible son pobres.

Nada tiene de extraño, pues, que la Conferencia de Alto Nivel Internacional sobre la implementación del Decenio Internacional para la Acción «El agua, fuente de vida«, 2005-2015, en su balance, haya vuelto a hacer un llamamiento al agua.  La idea  prioritaria de los Estados miembros es“Asegurar la disponibilidad y la gestión sostenible de agua y saneamiento para todos”.

Entonces, lo prioritario es aunar voluntades, no regatear esfuerzos y mostrar a los políticos y a las administraciones, la importancia de los proyectos y programas de agua y saneamiento, aportando sus conocimientos basados en buenas prácticas y en tecnologías apropiadas, y la oportuna dotación económica. Acción básica contra la pobreza.

No se puede bajar la guardia porque según advierte la ONUel 60% de la población vivirá en regiones con escasez de agua en 2025, si se mantiene el actual ritmo de consumo,

La importancia del agua para la vida, para el ser humano y para el planeta, es prioritario. Por eso el próximo 22 de marzo, con motivo del Día Mundial del Agua, habrá un nuevo llamamiento a la cooperación y a la responsabilidad en el consumo y utilización del agua.

Actualmente 1.100 millones de personas -más de una sexta parte de la población mundial- carecen de acceso asequible al agua, e «incluso en lugares donde aparentemente hay agua suficiente, los pobres tienen dificultades para acceder a ella», ha denunciado el Consejo para el Acceso al Agua y a Recursos Sanitarios (WSSCC). Porque la realidad es:

El África subsaharianaes la región del mundo con menos acceso al agua, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En esa zona, un 45% de la población carece de agua en buenas condiciones y un 65% no tiene saneamiento adecuado, lo que hace que de los 1,8 millones de niños que mueren cada año en todo el mundo por diarreas y otras enfermedades relacionadas con la falta de higiene, la mitad son africanos. Con el agravante de que  haya naciones cuyos gobiernos emplean más dinero en gasto militar que en mejorar los recursos hídricos.

Lagos(Nigeria), con 21 millones de habitantes, es la mayor aglomeración urbana del África subsahariana.

Macoco esun barrio marginal marítimo, con viviendas flotantes.  Incluso con Colegio Flotante, gracias a un ingeniero holandés. Allí viven 100.000 personas.

Escasea «la electricidad, al igual que otras comodidades básicas como el agua limpia y la recogida de basura. La laguna hace las veces de depósito de basura y de letrina: el agua marrón y mugrienta es una amalgama de residuos plásticos y una fuente de enfermedades infecciosas como la malaria». [enlace]

En China, teóricamente disponen de 2.200 metros cúbicos de agua por persona, pero gasta cuatro veces más que el resto para su producción industrial que contamina  sin control. La mitad de ríos y lagos están contaminados, con lo que 360 millones de personas carecen de agua.

En la India, 1.600 personas mueren cada día, por problemas derivados del mal estado del agua.

Y  en España, sabiendo que los pantanos de la cabecera del Tajo están por debajo del 15% y las cuencas del Segura, Júcar y Guadiana se han reducido en más del 20% , mientras cientos de hm3 de agua se vierten al mar, el Gobierno central y los de Taifas  siguen sin mover un dedo sobre las competencias y sin poner en marcha las infraestructuras para llevar agua donde más se necesita.

La hora de los emprendedores.

Cando se produce algún desastre, los gobiernos a través de organizaciones como Cruz Roja tienen ERU (Unidad de Respuesta en Emergencias). Un ERU de Agua y Saneamiento, cuenta con equipamientos necesarios para potabilizar el agua, almacenar y distribuir hasta 225.000 litros por día.

Con ello pueden abastecer de agua de gran calidad a una población de 5.000 personas, incluido hospitales,  durante 3 meses. Y por supuesto, incluye la gestión de residuos sólidos, mediante las letrinas necesarias.

Evidentemente, eso tiene un coste, que ni los Estados, ni mucho menos las ONG, pueden prorrogar.  Cada Estado es el primer responsable del abastecimiento de agua y saneamientos para la población, en cuanto dispone de los medios económico-sociales.

Siempre hay más necesidad que recursos. Los Estados necesitan, también en el tema del agua, a los emprendedores,

Es una alegría encontrar iniciativas que ayuden o aporten  soluciones para el bienestar de las personas.

El año pasado 2015, tres jóvenes españoles, decidieron lanzar AUARA, una empresa social cuyo objetivo es desarrollar proyectos sociales vinculados con el tema del agua en lugares que sufren pobreza extrema.

Dicen los fundadores que AUARA es  «el agua con valores». Una empresa, que consigue sus ingresos a través de la venta de agua mineral de máxima calidad, pero tiene un fin eminentemente social, ya que dedicará el 100 de sus dividendos a proyectos para llevar agua a quienes no la tienen.

El manantial de ese agua, está en Los Barrancos, León. Pretende ser la primera marca de Europa que fabrica sus botellas en un plástico (PET) 100% reciclado, en lugar utilizar nuevos recursos fósiles.

Su idea es que «los proyectos ejecutados por Auara sean de tres tipos: acceso a agua potable, saneamiento y agricultura. Todos ellos con el agua como base e intentando paliar necesidades básicas. Su forma de operar será siempre a través de socios locales, organizaciones con gran arraigo social en las comunidades y con una clara vocación de permanencia a largo plazo, que garantice el seguimiento de los proyectos».

Pretenden dar agua a quien lo necesita allí donde viva o lo más cerca posible. Saben que hay lugares en los que «una mujer o un niño pueden tardar más de 6 horas al día en ir y volver a la fuente del agua. Esto provoca que no tengan tiempo para ocuparse de otras tareas ya que pasan demasiado tiempo al día caminando para conseguir agua…».

Con el agua se genera una cadena de mejoras, como reducir los desplazamientos, además mejoraría la higiene y se atajarían drásticamente algunas enfermedades. Podrían mejorar sus cultivos y alejar las hambrunas. Y se lograrían otros dos fines sociales: la escolarización de los niños y dotar a la mujer de cierta independencia para su desarrollo y progreso.

Los jóvenes españoles, Antonio Espinosa, Pablo Urbano, Luis de Sande, cofundadores de AUARA, junto con Ana Terrado, como Directora de Marketing, son los españoles que quieren dar de beber al mundo. Su agua envasada proveniente del manantial Los Barrancos, en León, lleva la denominación: Premium.   www.auara.org/sobre-auara/

Ojalá su sueño pueda hacerse realidad, por el bien de los más necesitados.