Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa
Para vivirla y disfrutar, la magia de la vida ha comenzado. Y sale al encuentro, con el año nuevo.Tú, yo y ellos viajamos ahí.
Es un inmenso don hecho regalo inacabado que se va haciendo realidad cada momento. Un invento siempre renovado, siempre mejorable.
Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa
Para vivirla y disfrutar, la magia de la vida ha comenzado. Y sale al encuentro, con el año nuevo.Tú, yo y ellos viajamos ahí.
Es un inmenso don hecho regalo inacabado que se va haciendo realidad cada momento. Un invento siempre renovado, siempre mejorable.
Bajo el árbol que cada uno ha ido levantando y adornando, doce maravillosos paquetes envueltos con los adornos más sugerentes y vistosos nos esperan.
En cada uno, nos aguarda una gran sorpresa en forma de luz y sombra, ilusión y sueño, encanto y reto, lazos y afectos.
Con un tic tac incesante que marca los pasos del corazón, invita a movernos y avanzar. Siempre un más allá hacia el infinito.
24 horas donde tiene su nido la felicidad. 1440 minutos en donde se agazapa la liebre de la oportunidad. Y en un año, nada menos que 31.536.000 segundos para disfrutar.
Vamos a tardar 365 días en descubrir este regalo de 2015 en toda su dimensión.
Puede ser un gran año si logramos vibrar día a día con un gozo único, con un logro extraordinario, con una existencia personal, de familia o con amigos, verdaderamente gratificante. ¡Ojalá sean muchos los momentos para enmarcar!
Posiblemente, quien mueve los hilos, también tenga para nosotros unos planes que no tienen porqué coincidir con los nuestros. ¿Y si se escondiera en esos hilos el vestido de la felicidad o las razones que la razón desconoce?
Mis planes de principio de año, son de vida plena, libre y alegre. Pero quiero y deseo que siempre sean un vivir codo con codo, con quien conmigo va. El ritmo no lo marco yo, sino la vida misma. La libre y dulce locura de ser en compañía.
Los propósitos se cumplen o se rompen, porque lo que importa es vivir y ser uno mismo, atento y agradecido, en cada circunstancia. Romper, para ser. Renovarse.
Con la mejor disposición, con lo que somos y tenemos, con los nuestros y con todos, porque no estamos solos, vamos a descubrir cada mañana el regalo que nos ha dejado el nuevo día.
Como niños siempre, ante la sorpresa que ha dejado en la noche mágica, el Rey que distribuye los regalos. Como ellos, y su sonrisa, agradecidos. Somos importantes. La gota de rocío y la lejana estrella, también.