Entrevista a María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO), y Mónica G. Salomone, periodista especializada en ciencia, que analizan los progresos de la ciencia para frenar el envejecimiento. Por Amaya Larrañeta. Publicada en 20 minutos, el 22 de Abril de 2016.
María A. Blasco y Mónica G. Salomone han escrito el libro 'Morir joven, a los 140' (Paidós), en el que exploran el paradigma de frenar el envejecimiento, desde múltiples aristas: los avances científicos, la implicación sociológica e incluso las dudas éticas que implica que lleguemos a vivir 140 años. Porque ese día llegará, dicen las autoras.
Entrevista a María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO), y Mónica G. Salomone, periodista especializada en ciencia, que analizan los progresos de la ciencia para frenar el envejecimiento. Por Amaya Larrañeta. Publicada en 20 minutos, el 22 de Abril de 2016.
María A. Blasco y Mónica G. Salomone han escrito el libro ‘Morir joven, a los 140’ (Paidós), en el que exploran el paradigma de frenar el envejecimiento, desde múltiples aristas: los avances científicos, la implicación sociológica e incluso las dudas éticas que implica que lleguemos a vivir 140 años. Porque ese día llegará, dicen las autoras.
1.- ¿Cómo es eso de que no es obligatorio envejecer?
María A. Blasco: Lo que sabemos por las últimas investigaciones es que el envejecimiento es algo que no ha sido programado por la evolución, sino todo lo contrario. La evolución nos programa para que nos mantengamos jóvenes con la finalidad de garantizar que la especie tenga descendencia. Además, sabemos que en el envejecimiento dejan de funcionar unos mecanismos que nos protegen y que lo hacen a distintas velocidades en distintas especies. Las personas tienen de esperanza de vida media ochenta y tantos años, y pueden llegar hasta 120. Los ratones viven 1 año, pero pueden alcanzar los 3 años. Las ballenas viven hasta 250 años… Estos mecanismos se pueden ajustar modulando los genes. Lo que ha ocurrido es que hemos descubierto cuáles son los mecanismos que modulan esta capacidad de mantenerse joven y libre de daños. Si los manipulamos, como ya hacemos en gusanos o ratones, retrasamos ese envejecimiento y las enfermedades.
2.- ¿Se ha intentado ya frenar el envejecimiento en humanos?
María A. Blasco: Se va a probar el primer ensayo clínico en humanos con metformina, un fármaco utilizado para otras cosas (como el tratamiento de la diabetes) sin grandes toxicidades. Será en EE.UU. y gracias a un lobby muy fuerte de la investigación en fármacos para prevenir el envejecimiento.
3.- ¿Desde qué edad se puede intentar incidir para prolongar la vida?
María A. Blasco: No sé las edades del ensayo de EE.UU., pero te puedo contar que cuando intervenimos en ratones acortando los telómeros, que son los mecanismos que nos mantienen jóvenes, cuanto antes lo hacíamos mejor. A ratones más jóvenes más beneficios de viejos.
4.-¿Cualquiera podrá tomarse una píldora para no envejecer? La idea es que si actuamos en el envejecimiento a nivel molecular podríamos retrasar las enfermedades
Mónica G. Salomone: Uno de los mensajes del libro es que no se trata solo de una opción de vanidad, se trata de si interesa invertir en que las personas que ya viven más tiempo, gracias a los avances médicos e higiénicos, puedan vivir con buena salud.
5.- La esperanza de vida en España está en 83 años ¿De verdad viviremos 140?
María A. Blasco: El envejecimiento es el principal factor de riesgo para las enfermedades que causan la muerte, como el cáncer, enfermedades neurodegenerativas o cardiacas. La idea es que si actuamos en el envejecimiento a nivel molecular podríamos retrasar la incidencia y disminuir o evitar las enfermedades mortales prematuramente. En mi laboratorio vimos que era posible genéticamente hacer que los ratones vivan un 40% más que la media y para el libro hicimos un ejercicio de extrapolación a humanos.
6.- Entonces habrá una ‘cuarta edad’ que siga a la ‘tercera edad’…
Mónica G. Salomone: Efectivamente esto tiene una implicación más allá del laboratorio y hacemos reflexiones sobre qué supone para la sociedad envejecer menos. Hay una filósofa holandesa que se plantea, en un escenario en el que se haya conseguido una píldora que sin efectos secundarios consigue que vivas en buenas condiciones mucho más tiempo, quién la tomaría y como cambiaría la sociedad. Ella reflexiona que habrá gente que no quiera esa píldora y no se la tome. O, suponiendo que fuera carísima, cómo se decidiría su suministro desde un principio de igualdad. Ella plantea la posibilidad de un sorteo. También hay un demógrafo en Alemania que plantea un escenario muy real en el que la vida laboral se redistribuya. Así, las personas entre 25-50 años, en la época de formar familia, que se reduzcan la jornada a cambio de retrasar la edad de jubilación, no para machacarse, sino sin sufrimiento, porque apetezca.
7.- Suena bien, pero a la vez que vivimos más, ahora pasamos más años enfermos y con dolores. ¿Hay achaques evitables?
María A. Blasco: Verdaderamente cuando consigues alargar la vida, en modelos experimentales como con ratones, que también mueren de cáncer, la primera sorpresa es que realmente vive más porque las enfermedades, todas, aparecen más tarde. De hecho, eso quiere decir que realmente si se vive más se puede vivir con menos enfermedades. En las personas centenarias lo que se ve es que con 80 y 90 años están más sanas y más jóvenes que el resto. Vivir más es estar más sano más tiempo.
8.- ¿De qué moriremos en el futuro a los 140 años?
María A. Blasco: El objetivo es no morir de ninguna enfermedad, si finalmente logramos evitar el envejecimiento. Moriremos como mueren los animales en la naturaleza: siendo jóvenes y de una infección, por un nuevo germen que no podamos controlar o accidentalmente. Eso es un sueño, pero obviamente pasa por frenar el proceso de envejecimiento.
9.- Mientras tanto, ¿qué hay que hacer para envejecer bien?
Mónica G. Salomone: Después de hablar con expertos, el resumen de lo que nos han contado es que por ahora lo mejor es hacer una vida sana, comer bien, no fumar por supuesto y, sobre todo, hacer ejercicio. Esto último tiene más consecuencias de lo que se pueda pensar, es clave para mantenerse con vida. ¡Ah! Y no tener estrés.
María A. Blasco: Totalmente de acuerdo con Mónica, quizás añadir que hay biomarcadores que miran el ritmo de envejecimiento, como los niveles de inflamación o los telómeros. No se puede predecir cuándo se va uno a morir, y no es el objetivo, pero sí identificar los marcadores que pueden derivar en enfermedades. Estamos en fase de estudio colaborando para saber si se puede dar un pronóstico precoz de enfermedades como el alzhéimer o los ataques cardiacos. También hay que decir que cuando se ha medido la influencia de los genes y el ambiente, entendido como ambiente la alimentación o el ejercicio, se ha visto que en personas de 70 años el ambiente es la clave, pero después parece que los genes son el extra que hace falta para ser longevo.
10.- Entonces, ¿Cuándo dicen ustedes que las personas vivirán 140 años?
María A. Blasco: No va a ser de un día para otro, sino poco a poco, con avances constantes y enfermedad por enfermedad. La esperanza de vida aumenta 3 o 4 años cada diez años. Seguirá ocurriendo y se va a ir alargando… El mensaje es que ocurrirá, viviremos hasta los 140. No pasado mañana, pero habrá una mejora paulatina, hay que planteárselo. Lo inmediato es curar a los enfermos y a los que llegan muy machacados, más adelante se irá viendo. Quizás no haya una píldora para vivir extra, pero se está en la vía de conseguir vivir más y mejor.