Por Megan Scudellari – Publicado en The Scientist el 12 de Abril de 2012 (traducido por N. Jouve)
Un babuino (Papio papio) Cortesía de J. Fagot
Los monos Babuinos son capaces de distinguir palabras impresas en inglés de secuencias de letras sin significado: el primer paso en el proceso de lectura.
Por Megan Scudellari – Publicado en The Scientist el 12 de Abril de 2012 (traducido por N. Jouve)
Un babuino (Papio papio) Cortesía de J. Fagot
Los monos Babuinos son capaces de distinguir palabras impresas en inglés de secuencias de letras sin significado: el primer paso en el proceso de lectura.
Aunque no se les atribuye ningún lenguaje, los babuinos pueden discriminar palabras escritas en inglés de cuatro letras, de acuerdo con un estudio publicado el 12 de abril) en Science.
Los científicos han considerado que el análisis visual de las letras y sus posiciones en una palabra es el primer paso en el proceso de lectura y depende fundamentalmente del lenguaje. Por ejemplo, los niños pequeños aprenden a leer por sonidos de palabras que ya conocen. Pero el nuevo hallazgo sugiere que la capacidad de reconocer palabras no se basa en habilidades de lenguaje, sino en una antigua habilidad, compartida con otros primates, para procesar objetos visuales.
"En última instancia, la lectura depende del lenguaje" señaló Michael Platt , director del Instituto Duke de Ciencias del cerebro de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte, en un ensayo que acompaña en Science. "¿Pero en qué etapa del proceso de traducción en significado de los símbolos escritos es necesario el lenguaje?" La base biológica de la lectura "puede tener sus raíces mucho más profunda en la historia humana de lo que se supone hasta ahora", señaló.
A 2011 study concluded that the visual analysis of letters, called orthographic processing, happens in a region of the brain associated with object recognition, suggesting that when we read, we are adapting brain pathways which evolved to recognize everyday objects, like rocks and trees, to identify printed words.
El video presenta un ejemplo del experiment. J. Fagot
Basado en esta idea, Jonathan Grainger y sus colegas del Centro Nacional de investigación Científica de la Université d' Aix-Marseille de Francia sostiene la hipótesis de que el procesamiento ortográfico, puede no depender de un lenguaje preexistente. "Parece que uno podría usar letras y combinaciones de letras como pistas sobre la identidad de una palabra, como tipo de un objeto visual," dijo Grainger. Por lo que su equipo investiga sobre si los primates sin un lenguaje tenían la misma capacidad de aprendizaje.
Durante un período de seis semanas, los investigadores entrenaron a seis babuinos (Papio papio) seleccionados al azar para discriminar palabras en inglés de cuatro letras, como " wasp” (avispa) y "kite” (cometa), de combinaciones de cuatro letras sin significado, generadas artificialmnte, como "stod." Las palabras con y sin significado formaron parte de ensayos de 100 palabras en la pantalla de una computadora y los babuinos recibieron un entrenamiento para indicar si lo que identificaban era una palabra con significado (presionando un óvalo) o sin significado (pulsando una Cruz).
Inicialmente, la pantalla mostraba palabras verdaderas más frecuentemente que las palabras falsas, para enseñar a los babuinos las palabras. Una vez que los babuinos habían aprendido una palabra, eran capaces de reconocerla con una precisión de un 80 por ciento de acierto. Cada nueva palabra se añadió a un repertorio cada vez mayor de palabras ya aprendidas y palabras falsas. Un babuino fue capaz de diferenciar 308 palabras verdaderas de 7.832 palabras artificiales con cerca del 75 por ciento de precisión.
Pero los babuinos no habían memorizado simplemente qué secuencias de cuatro letras eran palabras y cuáles no. Después de la fase de aprendizaje inicial, cuando a los babuinos se les presentaba por primera vez una nueva palabra con significado, la señalaban mucho más a menudo como una palabra verdadera que como falsa. Grainger opina que "esto es evidencia de que los babuinos han extraído implícitamente información sobre lo que distingue las palabras reales de las falsas". Esa información incluye probablemente que combinaciones de letras aparecen con más frecuencia en palabras auténticas versus falsas, tales como una k antes de una l en "kite" y "kill”, en lugar de una l antes de una k. Además, cuanto más similar era una palabra falsa a una palabra verdadera, era más probable que los babuinos respondieran que se trataba de una palabra. La misma tendencia fue encontrada en una reciente análisis de respuestas humanas a palabras sin significado, sugiriendo que los babuinos y los seres humanos comparten habilidades de procesamiento ortográfico similares.
Los autores concluyen que por lo tanto no es necesario un lenguaje previo a fin de realizar el procesamiento ortográfico. El hallazgo implica que este primer paso a la lectura es una habilidad antigua, conservada entre primates en lugar de un fenómeno reciente, específico de los humanos. "Sugiere que cuando aprendemos a leer, a pesar de que las palabras estén dispuestas como combinaciones de símbolos, en realidad estamos utilizando procesos elementales muy básicos asociados con la identificación de objetos cotidianos" dijo Grainger.
El hallazgo tiene implicaciones para los estudios de la dislexia, dijo Platt. Sugiere que las áreas visuales del cerebro no se desarrollaron específicamente para soportar la lectura, que fue inventada como mucho hace unos 5.400. "La observación de que los circuitos neuronales implicados en la lectura y escritura no están conectados puede explicar por qué la mayoría de las personas con dislexia pueden aprender a leer, aunque a veces más lentamente y con menor fluidez que las personas sin dislexia," señaló en Science. "La misma plasticidad que permitió a los seres humanos inventar la lectura y escritura puede aprovecharse para superar las disfunciones en los circuitos neuronales subyacentes".
Referencia
J. Grainger, et al., “Orthographic processing in baboons (Papio papio),” Science, 336:245-8, 2012.