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Secuenciado por primera vez el ADN mitocondrial de los primeros agricultores del Próximo Oriente
15/06/2014

Por Javier Novo, Profesor de Genética de la Universidad de Navarra, publicado en A ciencia cierta el 12 de Junio de 2014

Todos conocemos algunos efectos secundarios de los distintos tipos de quimioterapias que se usan para combatir el cáncer. Uno bastante común tiene que ver con la mala regeneración de las células sanguíneas y la supresión del sistema inmunitario, que también aparece con la edad avanzada. Aunque se conocen los mecanismos generales que dan lugar a estos efectos indeseados, sería de gran utilidad encontrar alguna forma de evitarlos. Por sorprendente que parezca, un estudio publicado en la revista Cell Stem Cell viene a demostrar que, al menos en ratones de laboratorio, ambos problemas se pueden prevenir con un par de días de ayuno.

Por Javier Novo, Profesor de Genética de la Universidad de Navarra, publicado en A ciencia cierta el 12 de Junio de 2014

Todos conocemos algunos efectos secundarios de los distintos tipos de quimioterapias que se usan para combatir el cáncer. Uno bastante común tiene que ver con la mala regeneración de las células sanguíneas y la supresión del sistema inmunitario, que también aparece con la edad avanzada. Aunque se conocen los mecanismos generales que dan lugar a estos efectos indeseados, sería de gran utilidad encontrar alguna forma de evitarlos. Por sorprendente que parezca, un estudio publicado en la revista Cell Stem Cell viene a demostrar que, al menos en ratones de laboratorio, ambos problemas se pueden prevenir con un par de días de ayuno.

Investigadores de la Universidad de California del Sur sometieron a los animales a seis ciclos de quimioterapia con ciclofosfamida, y analizaron el comportamiento de las células madre que fabrican la sangre así como el funcionamiento del sistema inmunológico. Al comparar ratones que habían “ayunado” durante 48 horas con otros a los que se les había permitido comer ad libitum, los científicos observaron varias cosas sorprendentes: el ayuno redujo el daño a la médula ósea y la protegió de los efectos nocivos de la quimioterapia, facilitando la regeneración de células sanguíneas. Además, lograron dar conla vía molecular responsable de este fenómeno (unas moléculas llamadas IGF1 y PKA). De hecho, al utilizar fármacos que inhiben o estimulan esta misma vía pudieron reproducir o suprimir los efectos beneficiosos del ayuno, respectivamente.

Lo cual, como es lógico, podría ser de gran utilidad para prevenir los daños colaterales que produce la quimioterapia en pacientes con cáncer. En este sentido, es una gran ventaja que hayan descubierto las moléculas implicadas, porque está claro que no se puede someter a los enfermos a dos días de ayuno. Si se encuentran fármacos que modulen estos procesos y muestren los mismos efectos beneficiosos, la calidad de vida de miles de personas podría mejorar sensiblemente.

CíViCa
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