Fin Vida
Publicado en Observatorio de Bioetica de la Univ. Católica de 
Valencia, el 8 de Julio de 2014
La sedación se puede definir como la inducción farmacológica de un estado de disfunción de la consciencia sin que se produzca una perdida de la misma, pudiéndose despertar el paciente con una llamada o con un leve estimulo doloroso.
Tanto en Estados Unidos como en Holanda, la sedación se describe en términos diversos, existiendo acuerdos entre los facultativos de dichos países de las diversas posibilidades en el uso de la sedación.
Informe del CBE publicado el 14 de Enero de 2014
La Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos, definida por el Ministerio de Sanidad en el año 2007 y actualizada en el 2010, define la Atención Paliativa como un derecho de todo usuario del Sistema Nacional de Salud. La OMS ha definido igualmente la necesidad de los cuidados paliativos como pilar fundamental para el alivio del sufrimiento y la urgencia de que se facilite la disponibilidad de opioides y la mejora de la formación de los profesionales en cuidados paliativos (Declaración OMS 1990) para el desarrollo de programas de cuidados paliativos. La recomendación 1418 (1999) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de Protección de los derechos humanos y la dignidad de los enfermos terminales y moribundos, hace énfasis en la necesidad de reconocer y proteger el derecho a los cuidados paliativos. La recomendación 24 (2003) subraya, asimismo, que es una responsabilidad de los gobiernos el garantizar que los cuidados paliativos sean accesibles a todos los que los necesiten.
Prensa Foro de la Familia, publicado el 25 de Abril de
2014 - Deja un comentario
Estamos en una situación idónea para que en España se regulen los cuidados paliativos en clave de promoción y mayor implantación en todo el sistema sanitario, incluyendo los cuidados paliativos neonatales.
Por José María Gutiérrez Montero, publicado en Páginas Digital el 20 de 
Febrero de 2014
La respuesta es compleja, pero un factor implicado es la forma reducida con la que usamos nuestra razón, la dificultad que nuestras sociedades tienen para mirar la realidad más allá de la superficie: el sufrimiento, la discapacidad, la enfermedad terminal se perciben solo según la dureza de su apariencia, como un fracaso, una objeción absoluta a disfrutar de una vida digna. Y por ello puede llegar a considerarse como un acto de compasión inducir intencionadamente la muerte en estos casos, en lugar de descubrir y acompañar el bien inmenso que es cada uno de estos pacientes a través de la a situación particularmente difícil que tienen que atravesar.