La educación sexual a nivel escolar carece de evidencia de eficacia y puede ser perjudicial para los menores. El debate social iniciado por el Ministerio de Sanidad sobre la conveniencia de impartir Educación Sexual a los menores, desde los 11 años, a cargo de personas ajenas a los centros, provenientes del ámbito de la enfermería o la farmacia, está suscitando diversas inquietudes respecto a la idoneidad de esta iniciativa.