Por José Manuel Belmonte (Dr en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa)
Los hechos son reveladores siempre, y relevantes, no importa el país en que tengan lugar. Tenemos que sacarlos a la luz, porque sabemos que lo que no se ve no existe. “La izquierda ha dominado el debate de ideas en las últimas décadas, sobre todo porque ha ganado la batalla de la imagen” (E. Uriarte).
El pasado día 14 me pasaban una noticia con un escueto comentario: “esto es lo más indignante del mundo”. La noticia era que: una madre china, de 25 años, y embarazada de 7 meses, había sido forzada por las autoridades a abortar. El revuelo lo ha levantado la foto; mejor dicho, la difusión de una foto de la mamá postrada en la cama de un hospital junto a su bebé muerto. La foto ha dado la vuelta al mundo y ha permitido que se conozca algo de lo sucedido. Las autoridades chinas, ante la foto, (no ante la barbaridad), se han comprometido a sancionar a los funcionarios.
(http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/14/internacional/1339670089.html).
Por José Manuel Belmonte (Dr en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa)
Lo que no se ve no existe. Si existe, mientras no se vea, se puede controlar. Mientras se pueda controlar está bajo el poder. ¡No importa el precio! El poder es, imagen y dinero. Y por lo mismo, si algo se desea que exista se hace que se vea. La vida está montada sobre la imagen.“Al menos para muchos, es así. Y los nuevos canales de información, las nuevas tecnologías, las redes sociales, imprimen esta característica a nuestras sociedades con una fuerza cada día más creciente. La sociedad mediática imprime este sello rotundo en la vida de los personajes que figuran en su entorno. No hay nada más que lo que se ve, y tenemos que aprender a jugar esta difícil partida”. Un incendio, los deportes, la huelga, el tsunami, la guerra, los desplazados, el hambre, la sed y la muerte que los corresponsales nos cuentan desde los lugares más remotos tienen una finalidad: que lo veamos, y viéndolo, sepamos que existe, nos impacte y reaccionemos.
Se comenta brevemente la tendencia a favor de la vida que renace en EEUU y Europa y que está dando lugar a un avance hacia legislaciones más responsables y defensoras de la vida y de la maternidad, como lo reflejan encuestas de opinión, sentencias y resoluciones de importantes instituciones nacionales e internacionales.
Acaba de publicarse en la sección de sociedad de El País un extenso artículo de dos páginas titulado «La ofensiva antiaborto recorre Occidente» [link], redactado por María R. Sahuquillo y David Alandete. En el mismo,de forma realista aunque trufada de un tono de lamento y reproche hacia lo que los autores llaman la marea conservadora, se manifiesta un cambio de tendencia y se señalan las distintas iniciativas legislativas, cívicas y jurídicas que están produciendo un vuelco a favor de la protección del derecho a la vida en Estados Unidos y Europa. Se reconoce asimismo que las legislaciones que favorecen el aborto empiezan a retroceder al tiempo que crece un estado de opinión a favor de la dignidad de la vida humana que está persuadiendo a la Opinión Pública e influyendo en los legisladores. Algo que, efectivamente se nota en el ambiente social, cultural y político en España y de lo que los que defendemos la vida desde el inicio hasta el final nos alegramos.
Por María R. Sahuquillo y David Alandete Publicado en El País.com el 9 de Junio de 2012.
Más organizados y más profesionales, los autodenominados ‘provida’ reactivan esta batalla ideológica en Europa y EE UU.
La marea conservadora avanza. Contra el aborto, la educación sexual, la contracepción, el matrimonio homosexual... Los grupos que se oponen abiertamente a estos derechos ganan terreno en Europa y Estados Unidos. Muy organizados y bien financiados, buscan contrarrestar los avances en salud sexual y reproductiva que se han logrado durante décadas. Su discurso, gracias a sistemas políticos cada vez más a la derecha, resurge y ocupa un espacio creciente en la agenda política. Y aprovechan ese soporte, se muestran sin complejos, con iniciativas para introducir en las leyes ideas como que la vida empieza con la concepción o que las escuelas deben enseñar la importancia de la abstinencia sexual. Poco a poco, sus apoyos crecen. Sobre todo en la lucha contra el aborto, su caballo de batalla, el aglutinador de posturas al que empiezan a unirse también ciudadanos y políticos menos conservadores.