Por José Manuel Belmonte, Dr. En Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en su blog Esperando la Luz el 4 de julio de 2021
Ir contra corriente se puede. Es difícil. ¿Siempre? Mejor, no. Tomarse un respiro de vez en cuando, ayuda a mantenerse en forma y en calma.
La semana pasada fue intensa. También esta, claro. Pero hoy dejo el paisaje habitual, para irme por los cerros del norte a ver un ascensor.
Hay rarezas en la naturaleza que desconocemos. Algunas nos atañen directamente, otras de forma indirecta. Unas se refieren al oxígeno, otras al agua. La vida, aunque natural, es compleja.
1) La primera rareza de la naturaleza es humana: obtiene el oxígeno sin respirar. Recordemos, porque hemos pasado por ahí, que el bebé en el útero materno se abastece de oxigeno, pero no utiliza los pulmones. No respira.
Utiliza la sangre, con altos niveles de oxígeno que la madre aporta.
Pero madre e hijo están juntos pero no revueltos, la sangre materna y la fetal nunca están en contacto directo. «El intercambio se produce en la placenta». La membrana placentaria es atravesada por el oxígeno y el anhídrido carbónico, además de otras sustancias que el bebé necesita para su desarrollo. El oxígeno que llega al bebé a través de la madre no es muy abundante, ya que ha tenido que pasar por la sangre de ella, es por esta razón que la hemoglobina del bebé, para aprovechar el oxígeno al máximo, transporta entre un 20 y un 30 % más de oxígeno que el de la sangre de la madre, y su concentración de hemoglobina es mayor en un 50%. Es a través del cordón umbilical, por donde se transporta el oxígeno y se elimina el dióxido de carbono.
Cuando el bebé nace, su conducto arterioso que conecta sus arterias pulmonares y aorta, se cierra justo cuando los pulmones se expanden con las primeras respiraciones. Los vasos se llenan de sangre y la presión sobre la aurícula izquierda cierra también el orificio de Botal, este orificio comunica las dos aurículas del corazón durante su estancia en el interior de la madre y el cual nunca más se vuelve a abrir. Cuando el cordón umbilical es cortado y anudado, los vasos se sellan y ya está listo el bebé para respirar por sí mismo».
Después del oxígeno, el alimento. El pecho es lo mejor, pero se puede continuar con el biberón. Es una manera de saber si tu bebé ha comido y está suficiente bien hidratado.
2) Agua dulce y salada y viceversa ¿un capricho de algunos seres?
Hay seres que construyen barreras y otros que las saltan o las quitan. El interés humano, a veces construye muros o barreras, para tener agua y llevarla donde se necesite, o para producir energía. Suele actuarse así sin pensar en otras criaturas.
Los humanos sabemos que hay peces en agua dulce, y otros en el mar, donde el agua es salada. Algunos peces pueden vivir, según sus ciclos, en una u otra. La sabiduría humana, a veces se vuelve altruismo y ecologismo, según se mire. Si han levantado barreras y muros de pantanos, sin pensar en otras criaturas, pueden (con el tiempo) darse cuenta que se necesita inteligencia y colaboración. Gracias a un ascensor hemos levantado las ciudades actuales.
Cuando se trata de una Reserva Natural, el interés debe ser mayor. Ya en 2010 hubo un Proyecto de la empresa Saltos del Nansa I, S.A.U, y su órgano sustantivo la Confederación Hidrográfica del Cantábrico del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Aunque abarca la cuenca del Nansa, se concreta en el término municipal de Herrerías (Cantabria).
¿Un ascensor? ¿Por qué no? Para quien no lo necesita y puede serle de utilidad. Los peces van y vienen, saltan desniveles de hasta 4 metros en ríos naturales y van disfrutando de su naturaleza libremente. Los salmones nacen en las claras y frescas aguas del inicio de los ríos. Bajan luego por río y van al océano, sin problema. Pueden vivir en agua dulce y salada según los ciclos y vivir hasta 8 años. Cuando llegan al océano, siendo aún bebés pueden pasar de 1 a 4 años creciendo y nadando libremente. Gracias a su poderosa cola, es capaz de viajar más de cinco mil kilómetros, logrando velocidades de hasta 50 kilómetros por hora.
Al sentir que maduran, el pez apaga su cuerpo. El hígado y el sistema digestivo se deteriora. No comen tanto y se dirigirán al río donde nacieron para remontar y depositar allí los huevos.
Su cuerpo se transforma en una máquina diseñada para dos cosas: nadar en el río a contracorriente y poner huevos donde su aguda “memoria olfativa” les dice que nacieron y dejarse ir. Dan así paso a un nuevo ciclo de vida. La hembra excava un agujero en el fondo del lecho del río, aunque haya guijarros.
Curiosamente el salmón es uno de los pescados más consumidos en el mundo y es uno de los más sanos. ¡Lo saben hasta los osos!
Nos hemos adentrado en estos parajes, gracias a los escritos de un periodista ambiental, geógrafo y naturista, como es César-Javier Palacios y los periódicos de la región (ver enlace).
La compañía Acciona y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico sabiendo que habían disminuido los salmones y que era necesario ayudarles en el regreso a su lugar de nacimiento, han inventado y financiado un ascensor para que puedan llegar a la cabecera de los ríos para el desove. Indirectamente beneficiará también a los humanos que antes levantaron barreras imposibles de salvar para algunas especies.
El Gobierno de Cantabria ha colaborado para que el ascensor de salmones, se colocase en la Presa de Palombera (20 metros de altura), en el Rio Nansa, y sea una realidad para recuperar el hábitat natural de esta especie.
La instalación, que elimina barreras de su recorrido estacional río arriba, permitirá a la especie acuática regresar a la zona histórica de desove de Cosío. El proyecto incluye, además del ascensor, dos escalas en los azudes (presas pequeñas) de Celis y Vendul. Con el ascensor y los citados azudes, se recuperan 50 kilómetros de los cursos del río Nansa y sus afluentes para el salmón y otras especies piscícolas.
«El ascensor se sitúa en la margen derecha del río Nansa. Los salmones atraviesan pequeñas balsas artificiales o artesas para introducirse en una cabina metálica sumergida en el agua que es elevada mediante un sistema de raíles hasta la parte superior de la presa. En este punto, se pueden observar, medir y documentar las características del salmón, antes de depositarlo mediante una red de canaletas en el embalse de Palombera» (ver enlace).
Según el Diario Montañés, «En sus primeros meses de funcionamiento, el ascensor para salmones construido en el Nansa ha transportado 126 salmones y 656 truchas, fundamentalmente entre los meses de diciembre, enero y febrero. De todos ellos, el primero fue una hembra de 78 cm y 4,42 kg que fue trasladada al Centro Ictiológico de Arredondo, al igual que otros siete ejemplares…
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, visitó el 11-3-2021 la instalación, proyectada para contribuir a la mejora del ecosistema de la cuenca y la protección de la biodiversidad de sus entornos.
Tras un recorrido por el lugar, Blanco ha destacado la importancia de esta infraestructura para fomentar la conservación del salmón como un «excelente» indicador de la calidad fluvial de Cantabria y contribuir a extender su presencia por toda la región, para que todos los ríos de la vertiente cantábrica recuperen su condición de salmoneros» (ver enlace).
El proyecto ha tenido un presupuesto de 1,7 millones de euros. Junto con el resto de acciones desarrolladas, el gasto final supera los 3 millones de euros.
Se ha pensado en el regreso de los alevines
El regreso al mar se hará a través de una escala de peces rehabilitada, ya que estaba desde hace más de 70 años sin funcionalidad. Será utilizada para el descenso de las crías de salmón desde el embalse hasta la desembocadura del río Nansa. Con ello, se completa un sistema integral del paso de Palombera para el regreso de los jóvenes salmones hacia el mar hasta la madurez. Y entonces remontarán de nuevo al lugar de nacimiento (PDF).
Cantabria infinita, es un ejemplo. El Gobierno central no ha sido ajeno. Cuando algo se hace bien, merece la pena divulgarlo y que sea conocido desde cualquier lugar de España y del Mundo.