Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa). Publicado en el Blog del autor Esperando la Luz el 8 de Septiembre de 2018.
Excmo. Sr. D. Antonio Guterres: Como dijo su antecesor, Ban Ki-moon, al presentarle a usted a la Asamblea de la ONU, para su elección: «Se le conoce, donde más importa, en la primera línea de los conflictos armados y tragedias humanitarias«.
A lo que usted respondió en el mismo acto: «Tengo fe en las Naciones Unidas. Unas Naciones Unidas dispuestas a reformarse. Porque yo creo en los valores universales que la ONU defiende: paz, justicia, dignidad humana, tolerancia y solidaridad». Y fue elegido noveno Secretario General de Naciones Unidas, por aclamación.
Porque conoce y sabe, me decido a escribirle, con la finalidad de buscar una solución duradera a una situación de crisis humanitaria que nos afecta a todos.
Antes de incorporarse al ACNUR, el Sr. Guterres había trabajado y acumulado experiencia en Comisiones para África y de Desarrollo etc. Además, como miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, presidió la Comisión de Migraciones, Refugiados y Población.
ACNUR, (en inglés UNHCR), es el organismo de las Naciones Unidas encargado de proteger a los refugiados y desplazados por persecuciones o conflictos, y promover soluciones duraderas. Se movilizan recursos para ayudar a refugiados y desplazados para paliar su situación. De junio de 2005 a diciembre de 2015 fue Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.
En ese decenio, la Humanidad, se enfrentó a las mayores crisis humanitarias. Los conflictos en Siria y el Iraq y las crisis en Sudán del Sur, la República Centroafricana y el Yemen, y el número de desplazados por los conflictos y la persecución, pasaron de 38 millones en 2005 a más de 60 millones en 2015.
Posiblemente ya superen los 70 millones, sin contar lo que sucede en Latinoamérica.
1.- Huyen desesperados, porque en su país no tienen futuro.
Por su dilatada experiencia, Sr. Guterres, sabe que posiblemente los desplazados y refugiados más olvidados, no son los que huyen de la persecución y de la guerra, sino los que han soportado la penuria, el hambre, la persecución y la tortura de una dictadura con un tirano, a la vista de todos. Y sin que NACIONES UNIDAS, intervenga, sin que sus vecinos ayuden ni hagan nada, hasta que la hiperinflación les lleve a la desesperación, el hambre o la huida hacia cualquier país.
Todos saben, y la ONU también que, Venezuela padece un desastre de gobierno, donde los opositores son encarcelados, los manifestantes son tiroteados por las fuerzas de seguridad y paramilitares. Donde existe, desde hace tiempo, una crisis de derechos humanos y una insoportable crisis humanitaria que el Mundo no quiere ver.
Esta situación fue de todos conocida. Pero …nadie hizo nada.
No hay alimentos ni medicinas, se muere en los hospitales y en las calles, en las cárceles y en las interminables colas para encontrar algo de lo que aún pueda encontrarse en los supermercados. Ante la necesidad y la hambruna hasta los animales sueltos están en peligro. La gente desesperada los sacrifica allá donde se encuentren y se llevan de ellos lo que pueden para alimentar a su familia.
Tan solo el gobierno y sus adeptos sobreviven y se enriquecen con el petróleo, el narcotráfico y el oro de las minas. Los granos o pepitas, que llaman «grama» se emplean como moneda para comprar, sin el sello ni control de la autoridad monetaria.
Han lanzado el S.O.S hacia el mundo. Es real, físicamente visible y generalizado. Como nadie hace caso, la gente ha dejado ya de atravesar la frontera con Colombia para abastecerse de algo. Desesperados y abandonados por Naciones Unidas, Sr. Guterres, tienen que huir.
Los Mediadores Internacionales, -bien intencionados o interesados-, que se ofrecieron, apoyando, primero el chavismo y luego al dictador Maduro, han terminado desautorizados o abucheados por la gente, porque se empeñaban en imponer lo que a él le interesa, sin ceder, ni negociar con la oposición y sin importarle el pueblo.
¿A quien le importa que la gente muera por el fuego de las armas, por falta de alimentos o por no tener los medicamentos más elementales o esenciales?
La gente no huye por propia voluntad, sino por la maldad, la traición, y el egoísmo y la incapacidad de quienes gobiernan.
Publicada por Jesus Spindola en Martes, 4 de septiembre de 2018
La situación de las dictaduras americanas ha evolucionado. A peor, claro. Se han ido encadenando al comunismo, primero en Cuba. Luego al comunismo, al castrismo y al chavismo y al gobernante de turno, Maduro, Ortega, etc.
A los que han atravesado la frontera de su país o de varios países, en Latinoamerica se les llama REFUGIADOS DEL HAMBRE. Pueden ser «hambrezolanos», pero también nicaragüenses, como fueron cubanos, haitianos, puertorriqueños. Lo que les une es que dejan todo, familia, amigos, patria y se van a vivir a un lugar desconocido. Así es la huida desesperada de los venezolanos buscando un futuro.
No se concentran en un lugar concreto, porque ACNUR, no les procura un lugar para acampar, donde tengan al menos, techo y agua, o donde se puedan refugiar los miembros de una familia que han hecho muchos kilómetros y están exhaustos.
2.- Y algunos se quedan, pese a la desesperación y muerte.
Cuba es un país en el que muchas cosas cuestan lo mismo que en el resto del mundo, mientras el sueldo medio es de unos 20-30 dólares mensuales. ¿Cómo pueden los cubanos permitirse tomar una cerveza, tomar un taxi o acceder a internet?
¿Puede haber algo peor?
Veamos lo que pasa en Venezuela. ¡No hay nada! ¡Y lo poco que hay…no se puede comprar!
El sueldo diario de un trabajador es de 15.200 Bs. La realidad que se debe conocer es:
1 dólar = 103.000Bs. Luego ese sueldo equivale a… 0,15 centavos de dólar o… 0,17 céntimos de euro. Y con eso, hay que intentar salir a comprar y alimentar a la familia.
Sugiero ver el video, que es de diciembre de 2017. Después de nueve meses en septiembre 2018, los precios son más de 10 veces lo que señalaba la etiqueta en diciembre.
Y todo suponiendo que se tenga trabajo, y goce de salud, porque si el trabajador o alguno de los miembros de su familia necesita medicinas o acudir al hospital lo va a pasar muy mal.
Se puede entender lo que acabo de decir según la situación de su economía personal, su trabajo y el país en que resida.
En España hay cubanos, muchos venezolanos, algunos lo están pasando muy mal, por los suyos que están allá, y porque desde aquí intentan enviar a su familia parte de lo que aquí tienen o ganan, para que allí puedan comer. Pero…nos dicen, que ni aún con dinero pueden muchas veces satisfacer su necesidad, porque NO HAY NADA. Solo quedan hambre, enfermedades, miseria y violencia.
A los políticos de aquí, Sr. Guterres, lo que pasa por allá les tiene muy preocupados. Por eso están inmersos en prioridades como la guerra de lazos, exhumar a Franco de donde está después de 40 años, la memoria histórica, el aniversario del 1-O independentista, y el comienzo de curso con libros inclusivos, donde «los alumnos tienen 10.839 libros de texto diferentes» y cada región (17) «con su verdad y su política».
Es posible que no desconozcan el hambre, la miseria y la violencia de Venezuela. La izquierda española, que en algún tiempo asesoraron a Chaves y a Maduro, según vídeos y viajes y relatos, parece haberse puesto de perfil cuando las cosas pintan mal.
3.- Dos por uno : la que se avecina.
Por fin, la crisis de Nicaragua llega a la ONU. Se convierte en un asunto global y deja de ser solo nacional o de Centroamérica. ¿Por qué? Porque se teme que la crisis lleve al pueblo nicaragüense a sufrir un éxodo como el de Venezuela.
Efectivamente, Nicaragua también necesita urgentemente la Ayuda Internacional, porque va por la misma senda de la utopía comunista, que es anticapitalista hasta que sus dirigentes tienen de todo, y entonces hacen las leyes para perpetuarse, sin que pueblo importe.
Lo ha alertado, con una llamada urgente Ernesto Cardenal: «El mundo debe saber lo qué pasa en Nicaragua. Daniel Ortega y su mujer son dueños absolutos de todo el país.
Daniel no solo es dueño del Ejecutivo sino también del Poder Legislativo, el Judicial, el Electoral, la Policía, el Ejército. Es dueño de los Medios de Comunicación.
Hay un silencio total del Gobierno y un absoluto secretismo de todo lo que hacen.
La juventud se había mantenido sumisa y atemorizada, pero por fin se rebeló en todo el país. Con marchas y manifestaciones multitudinarias y desarmadas, marchas cívicas y gritando todos la consigna: “Que la pareja Ortega y Murillo se vayan del Poder”.
Estamos en manos de una mujer con un poder sin límite, y un presidente sometido a ella.
Los policías y militares y para-policías y paramilitares están disparando a matar a los manifestantes y son ya como doscientos los que han matado a sangre fría y hay una gran cantidad de heridos y desaparecidos. Se necesita que esto se sepa y se intervenga, para que no siga sucediendo». ¡No solo que se sepa,-que se sabe- lo necesario es que se actúe!
En esa misma línea de E. Cardenal, y de sus propias palabras -ya citadas al principio- Sr. Guterres, y que vuelvo a recordar de «Unas Naciones Unidas dispuestas a reformarse. Porque yo creo en los valores universales que la ONU defiende: paz, justicia, dignidad humana, tolerancia y solidaridad» se alza una voz europea y española verdaderamente autorizada, que usted conoce bien la de Javier Solana: «La protección del individuo debe copar la lista de prioridades de la sociedad internacional… No podemos entender la soberanía únicamente en términos de autoridad, sino también de responsabilidad».
Quiero resaltar lo que es la base y lo que pretendo con mi escrito, y lo que la población civil echa de menos y espera desde hace muchos años de la Comunidad Internacional: «En buena lógica, pues, debemos estar abiertos a intervenir en un país determinado cuando su Gobierno está comprometiendo la seguridad de su propia población. Este razonamiento constituye el núcleo de la «responsabilidad de proteger» (R2P), una doctrina adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2005«.
https://elpais.com/elpais/2018/09/05/opinion/1536164795_260655.html
Esa capacidad del Derecho Internacional de «transformarse y, al mismo tiempo de transformar», tiene que ser real, y ser capaz de actuar. El sufrimiento de la población civil, de un pueblo, -de cualquier pueblo-, no se puede prolongar en el tiempo. Los tiranos ni tienen un poder absoluto, ni su vida y bienestar puede prevalecer -gracias a sus armas- sobre los millones de compatriotas indefensos. Han emigrado dos millones. Están creando problemas en las naciones de Brasil, Colombia y Perú. Proceden de un país rico, y quienes aún siguen allí están muriendo.
Venezolana: "Solo comemos cuando los vecinos me regalan un poquito de comida"
desgarrador !!
Publicada por Oscar perez en Lunes, 27 de agosto de 2018
Por favor escúchenles. Tienen medios, para saber que dicen la verdad. No sigan dejándoles solos. ¡Actúen, cuanto antes mejor! Maduro y su gobierno tienen que dejar el poder.
Con sincero afecto y el mayor respeto.