Por Nicolás Jouve, Catedrático Emérito de Genética de la Universidad de Alcalá. Presidente de CiViCa.
En Julio de 2016, Nature publicaba la noticia de que en el mes de Agosto, un equipo de investigadores de la Universidad de Sichuan, en China, se lanzarían a iniciar un ensayo clínico consistente en la utilización de la técnica CRISPR-Cas9 de edición de genes para combatir el cáncer de pulmón.
Figura.- Steve Gschmeissner/Science Photo Library: Genes in immune cells will be edited in an effort to turbocharge their attack on tumours
Un equipo dirigido por el oncólogo Lu You de la Universidad de Sichuan, hospital del Oeste de China en Chengdu, planea modificar células T del sistema inmunológico mediante la edición de genes con la tecnología de CRISPR-Cas-9, para lo que ya ha recibido la aprobación ética de las autoridades de China (los fundamentos de esta tecnología fueron objeto de un artículo previo).
Por Nicolás Jouve, Catedrático Emérito de Genética de la Universidad de Alcalá. Presidente de CiViCa.
En Julio de 2016, Nature publicaba la noticia de que en el mes de Agosto, un equipo de investigadores de la Universidad de Sichuan, en China, se lanzarían a iniciar un ensayo clínico consistente en la utilización de la técnica CRISPR-Cas9 de edición de genes para combatir el cáncer de pulmón.
Figura.- Steve Gschmeissner/Science Photo Library: Genes in immune cells will be edited in an effort to turbocharge their attack on tumours
Un equipo dirigido por el oncólogo Lu You de la Universidad de Sichuan, hospital del Oeste de China en Chengdu, planea modificar células T del sistema inmunológico mediante la edición de genes con la tecnología de CRISPR-Cas-9, para lo que ya ha recibido la aprobación ética de las autoridades de China (los fundamentos de esta tecnología fueron objeto de un artículo previo).
La idea es la de aplicar la nueva tecnología a enfermos de cáncer de pulmón que no han respondido a otros tratamientos.
El equipo del Lu extraerá células T del sistema inmunológico de la sangre de los pacientes alistados, y después utilizará la técnica CRISPR-Cas9 – que combina la aplicación de un ARN guía capaz de identificar secuencias genéticas específicas en el ADN de esas células con una enzima que lo corta (endonucleasa) – con el fin de eliminar un gen (gene knockout) que codifica una proteína llamada PD-1 en las células T así modificadas. Este gen que queda inactivado confiere normalmente a las células T una respuesta inmunológica. Su anulación evitaría la propagación de las células cancerígeneas.
Las células T modificadas con el gen PD-1 anulado, serán expandidas en el laboratorio y reintroducidas en la circulación sanguínea del paciente. Las células dirigidas circularán con la esperanza de que frenen la expansión de las células cancerígenas. En un ensayo parecido, que está en estudio en los EE.UU., se persigue lo mismo no solo anulando el gen responsable de la PD-1, sino otros más cuya anulación contribuiría a anular la metástasis.
Sin embargo, parece prematuro utilizar la técnica de CRISPR-Cas9 en células humanas. Esta tecnología carece aún de plena seguridad y puede dar lugar a modificaciones génicas en un lugar incorrecto del genoma, con efectos potencialmente imprevisibles.
En la divulgación de la noticia se dice que Chengdu MedGenCell, una compañía de biotecnología china interesada en el ensayo, validará las células para asegurarse de que los genes correctos han sido anulados antes de que las células T modificadas sean reintroducidas en los pacientes. Pero no se puede predecir de igual modo la alteración de la expresión de otros genes. Por otra parte las células de T, están implicadas en varias clases de inmuno-respuestas, de una manera no específica. Tampoco habría seguridad de si se induce una respuesta autoinmune excesiva que podría afectar a las células de tejidos finos del propio paciente. Todo un mundo de incógnitas que obligan a reflexionar sobre la aplicación ya en pacientes humanos de estas arriesgadas técnicas.
No es la primera vez que en China se llevan a cabo experimentos precipitados de aplicación de la tecnología de CRISPR-Cas9 en células humanas. Hay que recordar que en Julio de 2015, ya se aprobó la modificación genética nada menos que de embriones humanos que, eso sí, se habrían de destruir tras comprobar el éxito de la edición de genes, para evitar los efectos que en ellos se pudieran producir (Chinese scientists genetically modify human embryos)