La mayor pobreza y la mayor decepción

Entrevista a Lourdes Méndez Monasterio, diputada del PP, sobre la reforma del la Ley del aborto
14/04/2015
Boletín de CíViCa Nº 41 – 17 de abril de 2015
15/04/2015

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Para la mayoría de la gente carecer de algo, es pobreza. Pero es mayor pobreza "quitar"  a alguien lo que le pertenece y, sobre todo, "matar".

La necesidad hace inventar y progresar.  Es falso apoyarse en la posesión para vivir. Pero es peor apoyarse únicamente en el pensamiento de "tener" y no en el corazón.  Es verdad que las ideas son la palanca que mueve el mundo. Pero la energía que mueve las esferas es la generosidad y el amor.

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Para la mayoría de la gente carecer de algo, es pobreza. Pero es mayor pobreza "quitar"  a alguien lo que le pertenece y, sobre todo, "matar".

La necesidad hace inventar y progresar.  Es falso apoyarse en la posesión para vivir. Pero es peor apoyarse únicamente en el pensamiento de "tener" y no en el corazón.  Es verdad que las ideas son la palanca que mueve el mundo. Pero la energía que mueve las esferas es la generosidad y el amor.

No toda carencia es mala, ni por consiguiente toda pobreza, tampoco. Hay quien abraza la pobreza, porque "no es más rico quien más tiene si no quien menos necesita, si con ello se contenta". Y es feliz. Se puede ser pobre pero honrado. El miedo a no tener en abundancia para vivir, es peor que la misma escasez. El insaciable no encuentra satisfacción.     

La pobreza intelectual y moral, es peor que la escasez de alimentos. La penuria interior es peor que la pobreza material. Hay quien sin que le falte de nada para vivir, deja a otra(s) persona(s) sin lo que tiene o merece; se apropia de lo que no es suyo. Eso es "quitar", o más claro aún, "robar". Quien así actúa, consciente o no, se mueve en términos de avaricia o corrupción. La avaricia, según el RAE, reserva, oculta o escatima, para los demás.

El hambre no procede de la escasez en general, ni de alimentos, en particular. Suele deberse al mal uso o la mala distribución de los mismos, por parte de aquellas personas y países que los tienen en abundancia. La acumulación indebida, antes o después, provoca una crisis. Y provoca la muerte de millones de personas, por falta de trabajo que termina provocando el sufrimiento del hambre, en familias e individuos.

Esta pobreza material, con ser importante ya en España, no es la mayor. La crisis económica ha provocado muchos ajustes, y no me refiero solo a los impuestos desde los gobiernos. Pero estadísticamente, en España, no se muere de hambre. Afortunadamente, hay indicios de que se está remontando.

Es peor y más profunda la crisis en educación.  No me refiero sólo a "liberar la educación  y humanizarla", que sería un camino, como dice Antonio de Miguel (enlace El heraldo de Henares).

Hay que ir más allá. Pese a la penuria de conocimientos académicos, que pone de relieve año tras año el informe PISA, tampoco es lo más grave. No lo es, porque, como diría Antonio Gala "el más alto conocimiento no es el racional, sino el que se adquiere directamente a través de la conciencia".  No se ha educado para la conciencia.  No se tiene conciencia de la primacía de la conciencia, valga la redundancia.

Como decía el psiquiatra chileno  Claudio Naranjo: "o cambiamos la educación o este mundo se va a pique". Por muchos conocimientos que se tengan, si no se educa la conciencia, da igual todo: blanco o negro, bueno o malo. Y en ese caso prima el interés y no la responsabilidad; el menor esfuerzo y el mayor provecho. No importa que se destruya la naturaleza o a otros seres humanos. Si no se cambia, por el camino actual terminaremos destruyéndonos a nosotros mismos.

Esta pobreza interior, es la que termina por convertirnos en "pobres infelices", desdichados y tristes. La falta de valor para defender los valores, termina por trastocar la escala de valores. Las noticias de cada día, son un espejo de esa irresponsabilidad del "todo vale".

Desde la familia se ha desentendido de esa educación para la conciencia, dejando todo en manos del Estado. Pero la escuela o la Universidad, solo se preocupan de impartir conocimientos.

Con ello se favorece el triunfo de la mediocridad, el aparentar sobre el ser, la violencia, la injusticia y la creciente falta de respeto a los derechos humanos.

No es sólo falta de medios para educar. Es la atonía. La falta de actitud y compromiso de padres y docentes, incapaces de provocar ilusión y motivación en los hijos y en los estudiantes. La cultura está en la persona no en las subvenciones. Sin ejemplos y sin exigencia, el joven(tanto el varón como la mujer) queda desarmado y a merced de los caprichos o de los buitres.

Y, por último, la mayor pobreza humana y social: la imposición natural del derecho a la violencia y a la muerte. Los políticos y los medios de comunicación, el dinero y los grupos abortistas han realizado una verdadera ingeniería verbal, por medio de eufemismos y leyes torticeras, que pasan al ámbito jurídico, y a la conducta social.

 La sociedad ha presionado tanto a la mujer y a la madre, que ha terminado por abandonarla a su suerte, negándole apoyos, orientación y medios parta realizarse como tal. Es una violación física, machista, e irresponsable por parte de los estamentos sociales.

El aborto es hoy el primer negocio a nivel mundial y la primera causa de muerte en el mundo. Es la mayor aberración y la mayor pobreza de la Humanidad. Y lo que es más terrible es que la mujer lo considere normal, o lo vea como un derecho. Puede verse, el libro "El aborto en los medios de comunicación", de Alejandro Navas.

El catedrático Alejandro Navas, impartió en Chile hace dos años, una conferencia  titulada “La Pobreza del aborto". Dijo que “la pobreza es carencia, privación, escasez de lo deseado, necesario e imprescindible. ¿De qué cosa nos priva el aborto? En primer lugar se nos priva de la vida humana". La mayor riqueza, lo más valioso que tenemos. Un bien personal e intransferible.

“Además, -dijo-, el aborto empobrece el estado de derecho. Lo empobrece, de la seguridad y la paz, que el Estado se compromete a resguardar. El aborto equivale a la defunción del estado de derecho, ya que impone la violencia y el homicidio, determinando que el niño en el vientre, el ser más débil de la sociedad, sea eliminado". En España se financia con dinero de todos.

El Estado, con la aprobación de la ley del aborto libre, degrada la dignidad humana. No se olvide que el simple maltrato animal, está tipificado en el Código Penal, con penas de entre tres meses y un año de prisión, pero al ser humano más indefenso, se le puede hacer pedazos y quitar la vida en el seno materno. Si, por ley se puede matar a un bebé inocente e indefenso, nadie puede estar seguro, nadie puede tener paz. Es la ley de la selva, la ley del más fuerte la que impone el capricho de uno sobre el derecho de otro ser humano.

En la última marcha, en Madrid, por el lema "Cada Vida Importa", tuve ocasión de saludar a un luchador, al exministro, y exparlamentario europeo, Jaime Mayor Oreja. El gran promotor de la Iniciativa Legislativa Europea: "Uno de nosotros", no iba arropado por otros miembros del Partido Popular. Iba solo para defender sus convicciones, incluso contra  el Partido.

Cuando alguien le preguntó cómo valoraba la decisión de no reformar en profundidad la ley vigente, implantada por el partido socialista, dijo sin tapujos.

  • "Fue la peor de las decisiones. Supone sumarse a una moda dominante en Europa, que consiste en no reconocer la dignidad de las personas. Eso es ir en la mala dirección, por eso estamos aquí"

Entonces, su presencia en la manifestación, es en parte debida a eso…

  • "Esta es la manifestación de todos los que defendemos la vida como derecho. Cada vida importa. Ese es el verdadero debate".

Efectivamente, si no se toman las decisiones oportunas, no puede haber una regeneración ética y social. La mayor pobreza, coincide con la mayor vileza. Y ésta se continúa con la mayor decepción por las decisiones que no se toman.

No olvidemos que, muchos países estaban pendientes de España, para cambiar  la ley del aborto. De hecho en julio de 2014, parlamentarios de 16 países se reunieron en el Congreso de Diputados de Madrid para celebrar un seminario internacional en defensa de la vida. Se quería plantear «la cuestión del aborto desde una óptica diferente a la que está presente en el debate», y también «mostrar el apoyo de parlamentarios de Europa y América al anteproyecto de ley de protección de la vida del concebido y derechos de la mujer» que prepara el Gobierno.

 Pero toda esa esperanza de España, de Europa y de América se fue al traste cuando, Rajoy decidió retirar el Proyecto, y la confianza al ministro Alberto Ruiz Gallardón. Nunca dijo por qué.

Así que una joven y entusiasta senadora del PP, Gari Durán, coincidía en el análisis con Jaime. Ha tenido la valentía y la humildad, de concluir su análisis con estas palabras: "Y si me dicen que hemos abandonado nuestros principios, no puedo negar que sea cierto. Si acaso preguntarme, qué estoy haciendo mal para que quien me dice que  ese es su motivo para dejar de votar(…)Tendré que acudir a los principios que son las señas de identidad de mi partido, y por si alguien se ha olvidado, volverlos a defender". Pero el grupo PP no ha hecho autocrítica.

Dicho lo cual, volvemos a repetir que cada uno es libre. Las decisiones son personales. No podemos cifrar nuestros conocimientos ni nuestra felicidad en lo que otros decidan o dejen de decidir. Esto se cambia si cada uno cambia y en la medida que lo haga. Todo tiene sus causas y sus secuelas, que no se pueden ignorar. El aborto las tiene, y deja imborrables heridas en la persona, la familia y  la sociedad. El invierno demográfico continua.

No se puede intentar vender la salida de la crisis, y la recuperación, si no se ponen las bases para  un cambio ético, y se continua sin respetar la dignidad del ser humano. El dinero no lo es todo.  La gestión del mismo, tampoco. Seguimos en la pobreza y en la decepción. La vida, el no nacido y la maternidad exigen nuevas leyes que los defiendan. Hemos perdido toda una generación. El futuro está en los jóvenes. Por ellos sobre todo y para los que están en camino, no se puede matar la esperanza y la ilusión. Los electores no deben olvidarlo nunca, en ningún país.

Hoy, 14 de abril se vota la vergonzante "minireforma" del PP. ¿Le importa a alguien?  Seguro que no.  Esta mini reforma, como dicen los populares díscolos  «no suprime el aborto como derecho (ni de mayores ni de menores) tan solo, en el caso de las chicas de 16 y 17 años, se difiere la titularidad del derecho al aborto (que, por tanto, se asume) a sus representantes legales». Lo suscriben los diputados José Eugenio Azpiroz, Lourdes Mendez y Javier Puente, y los senadores Gari Duran, José Ignacio Palacios, Luis Peral, Ángel Pintado y Ana Torme. 

Una vez más el PP como partido decepciona, engaña y consagra lo dicho en Ley Aido.

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa