Publicado en Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia el 18 de Julio de 2017.
La IAHPC, la principal organización internacional en el área de cuidados paliativos, ha declarado recientemente en un artículo publicado en el Journal of Palliative Medicine, que es contraria a la eutanasia y el suicidio asistido. Sus afirmaciones se pueden resumir en 4 puntos:
- La eutanasia y el suicidio médicamente asistido vulneran la ética médica. “En todo el mundo, los médicos están capacitados para brindar atención y preservar la vida. Empezando con el juramento hipocrático (“No daré ningún medicamento letal a nadie si me lo pide ni sugeriré tal consejo”), los códigos de la ética profesional para médicos han aclarado que finalizar la vida no es parte de las tareas de un médico”. Por eso, la declaración afirma que “la práctica de la eutanasia y el suicidio médicamente asistido infringirían estas normas profesionales”.
En el mismo sentido van los pronunciamientos de la Asociación Médica Americana y la Asociación Médica Mundial, citados por la IAHPC. “La eutanasia, que es el acto de poner fin deliberadamente a la vida de un paciente, aún a petición del propio paciente o a petición de familiares cercanos, no es ética”, afirma la Asociación Médica Mundial. Y añade: “el suicidio médicamente asistido, como la eutanasia, no es ético y debe ser condenado por la profesión médica. Cuando la intervención del médico está intencional y deliberadamente dirigida a permitir que una persona ponga fin a su propia vida, el médico actúa sin ética”.
- Socavan la confianza en los médicos. “Dentro de la profesión médica, la relación médico-paciente es de suma importancia. La IAHPC cree que las prácticas de la eutanasia y el suicidio medicamente asistido infringen el vínculo de confianza dentro de la profesión médica, el cual es esencial para la relación médico-paciente. La IAHPC teme que estas prácticas pudieran erosionar la relación médico-paciente, que los pacientes pudieran estar renuentes a recibir un tratamiento de cuidados paliativos por temor a que los médicos aceleraran la muerte. La IAHPC cree que la eutanasia y el SMA socavan la integridad de la profesión y la dedicación a salvaguardar la vida humana”.
- Fuera de las unidades de cuidados paliativos. Por coherencia con las dos afirmaciones anteriores, la declaración afirma: “En los estados y países en los que la eutanasia o el SMA son legales, la IAHPC está de acuerdo en que las unidades de cuidados paliativos no deben ser responsables de supervisar o administrar estas prácticas, ya que esto pondría a los profesionales, a su personal y, en algunos casos, a sus pacientes y sus familias, en posiciones insostenibles. La IAHPC también está de acuerdo con la Sociedad Canadiense de Médicos de Cuidados Paliativos y con Cuidados Paliativos Australia, que afirman que la eutanasia y el suicidio asistido no deberían formar parte de la práctica de los cuidados paliativos”.
- Reconocer la objeción de conciencia. También para el caso de aquellos países donde ya están legalizados la eutanasia y el SMA, la IAHPC declara: “La ley o las políticas deben incluir estipulaciones para que a cualquier profesional de la salud que se oponga a asistir en la muerte de un paciente se le permita negarse a participar, y que se dirija a ese paciente a un defensor neutral que pueda analizar opciones y organizar una transferencia, de ser necesario” (Aceprensa, 7-VII-2017).