Encéfalo de varón, encéfalo de mujer

Vida Humana, ser humano, persona y Homo sapiens
12/06/2011
Enhorabuena a la Fundación Síndrome de Down de Madrid
20/06/2011

Por José Luis Velayos (Catedrático de Anatomía, Embriología y Neuroanatomía, Profesor Extraordinario de la Universidad CEU-San Pablo – Autor entre otros del libro Medicina del Sueño - Miembro de CíViCa).
 
Cuando se habla del encéfalo humano masculino o femenino, no hay que confundir lo sexual con lo sexuado. En este sentido, y según B. Castilla, hay dos tipos de persona, masculina y femenina.
 
La feminidad va unida a la posibilidad de maternidad, y la masculinidad a la de paternidad. Ontológicamente, el varón sale de sí mismo y se queda en la mujer y en los hijos. Para la masculinidad podría utilizarse el adverbio “desde”, y para la feminidad, “en”.
 
Y junto a las diferencias, ontológicas, están presentes las biológicas, las corporales, que son expresión de la persona masculina o femenina. Por tanto, se puede deducir, y es un hecho observable, que hay un encéfalo de mujer y un encéfalo de varón.
Al mismo tiempo, ha de considerarse la igualdad radical, la existencia de un ser humano completo, siendo complementarios los dos tipos de ser hombre.
 

Por José Luis Velayos (Catedrático de Anatomía, Embriología y Neuroanatomía, Profesor Extraordinario de la Universidad CEU-San Pablo – Autor entre otros del libro Medicina del Sueño – Miembro de CíViCa).
 
Cuando se habla del encéfalo humano masculino o femenino, no hay que confundir lo sexual con lo sexuado. En este sentido, y según B. Castilla, hay dos tipos de persona, masculina y femenina.
 
La feminidad va unida a la posibilidad de maternidad, y la masculinidad a la de paternidad. Ontológicamente, el varón sale de sí mismo y se queda en la mujer y en los hijos. Para la masculinidad podría utilizarse el adverbio “desde”, y para la feminidad, “en”.
 
Y junto a las diferencias, ontológicas, están presentes las biológicas, las corporales, que son expresión de la persona masculina o femenina. Por tanto, se puede deducir, y es un hecho observable, que hay un encéfalo de mujer y un encéfalo de varón.
Al mismo tiempo, ha de considerarse la igualdad radical, la existencia de un ser humano completo, siendo complementarios los dos tipos de ser hombre.
 
A)  Formación del sistema nervioso central.
Hay que tener en cuenta que muchos autores, con fines divulgativos, no distinguen entre cerebro y encéfalo. Hay que hacer constar que en puridad, el encéfalo es un concepto más amplio que el de cerebro.
En cierto sentido, el encéfalo es un órgano inacabado al nacer, puesto que mantiene su plasticidad, lo que le permite seguir moldeándose y cambiando después del nacimiento. Durante el embarazo, es decir, en nueve meses, se forman 250.000 células nerviosas por minuto, para alcanzar la cifra de 100.000 millones de neuronas.
Tanto en el varón como en la mujer, a lo largo de la vida se siguen dando fenómenos de desarrollo, de plasticidad, de modulación y de declive, con predominio de los primeros en las etapas primeras de la vida y de los segundos hacia el final. Y genes u  hormonas, preferentemente, y el ambiente, factores externos, moldean plásticamente la arquitectura encefálica (cerebral, por lo tanto)  femenina o masculina.
 
En cuanto al sexo cromosómico es inmutable, pero disponiendo los dos sexos del coromosoma X; estando la diferencia  en el cromosoma Y, que sólo lo tiene el varón.
 
El cromosoma X tiene una densidad excepcional de genes, esenciales en el desarrollo normal del encéfalo. Mientras que el cromosoma Y está especialmente dotado para la masculinidad. Su gen Sry es responsable del fenotipo masculino; el factor determinante testicular (TDF) activa la formación de los testículos; y a continuación se produce testosterona, con diferenciación testicular clara e inhibición de los conductos de Müller (por la acción de hormonas inhibidoras de tales conductos). Y los estrógenos son también necesarios para la diferenciación testicular, pues los ratones XY sin receptores para estrógenos presentan una interrupción en la espermatogénesis.
 
El crecimiento del embrión femenino es más lento que el masculino. Se sabe que el cromosoma X contiene un gen que activa la formación de los ovarios e inhibe el desarrollo de los testículos y de los conductos de Wolff.
 
Así pues, la acción de los genes de los cromosomas X e Y produce la diferenciación fenotípica, merced a la formación de hormonas que actúan sobre las correspondientes dianas, incluido el encéfalo. Como se apunta más arriba, los genes y las hormonas (con predominancia) más los factores ambientales, externos, moldean el cerebro, el encéfalo, del hombre y de la mujer.
La diferenciación genital externa e interna en ambos sexos es bien conocida. Por ejemplo, el pene del hombre es en la mujer el clítoris, mucho más reducido de tamaño que el pene. Las bolas escrotales equivalen a los labios mayores, que no albergan las gónadas, como aquéllos.
 
En el desarrollo, y en el período postnatal, lo que se observa con más nitidez en el adulto, todos los esteroides sexuales se sintetizan a partir del colesterol, que se convierte inicialmente en progesterona, la cual puede convertirse en testosterona, por medio de determinadas reacciones enzimáticas; la testosterona, a su vez, puede transformarse en 17B estradiol, que media la mayoría de los efectos hormonales conocidos en los roedores machos y hembras. La mayor parte de las neuronas sensibles al estradiol en la rata se localizan en el área preóptica, en el hipotálamo y en la amígdala cerebral, mientras  que la actuación del estradiol sobre la corteza cerebral es mínima. Los receptores para la testosterona se encuentran en septum, hipotálamo, y más en las cortezas frontal, prefrontal y cingular. Hay que tener en cuenta que tanto en los hombres como en las mujeres se sintetizan andrógenos y estrógenos, aunque en proporciones diferentes, existiendo en ambos sexos receptores encefálicos para ambas modalidades hormonales.
En consecuencia, en las regiones corticales y subcorticales se desarrolla un dimorfismo sexual, debido a la presencia de receptores esteroides hormonales.
 
Es hacia los 2,5 años que el niño se siente hombre o mujer, se siente sexuado,y con preferencias diferentes, que se manifiestan muy tempranamente.
 
B)  Neuroanatomía funcional.
 
i)El término lóbulo límbicofue acuñado por Broca, y constituye las estucturas corticales que rodean al III ventrículo.
El concepto de sistema límbico, más moderno, es más amplio. El sistema límbicocontiene estructuras que rodean al III ventrículo, relacionadas con el mantenimiento de la vida del individuo y de la especie, y tienen que ver con lo emocional y los procesos de memoria.
Lo forman el hipotálamo, los núcleos dorsomedial y anteriores del tálamo, los núcleos septales, el núcleo accumbens, la amígdala, el hipocampo, la corteza prefrontal, la corteza cingular, el epitálamo, la región tegmental medial pontomesencefálica, entre otras estructuras.
El sistema límbico está en una situación jerárquica inferior a la de la corteza cerebral, lo que contribuye a explicar el dominio de la esfera superior sobre la inferior en el varón y en la mujer.
 
 
El hipotálamo es una estructura crucial dentro del sistema límbico. Presenta una porción periventricular y otra lateral, que se divide a su vez en una zona medial y otra lateral. Se encuentra en el área basal del diencéfalo. Son de origen hipotalámico el quiasma óptico y la neurohipófisis.
 
Experimentalmente, la sección del encéfalo a través del mesencéafalo, que desconecta el hipotálamo y el tallo cerebral, produce abolición de la “falsa rabia o sham rage” (la cual se produce en la estimulación del hipotálamo posterior). Pero si se extirpan los hemisferios cerebrales y se deja intacto el hipotálamo caudal, siguen existiendo las respuestas emocionales de “falsa rabia”.
El hipotálamo, aparte de sus claras implicaciones en la esfera emocional, tiene que ver con la regulación de las funciones sexuales, sobre todo a través de los sistemas hipotalamo-hipofsarios; de ahí que el hipotálamo contenga estructruas sexualmente dimórficas.
 
Los núcleos supraóptico y paraventricular, secretores de la vasopresina y la oxitocina (neurosecreción), vinculados estrechamente con la neurohipófisis, cambian claramente en su histología en los mamíferos hembras. Por ejemplo, en la rata hembra, se ha observado que antes del nacimiento las dendritas de las neuronas del núcleo supraóptico están aisladas entre sí ya que se interponen entre ellas prolongaciones astrocíticas; en cambio, cuando sucede la lactanacia, las propias neuronas y las dendritas muestran una estrecha aposición, lo que permite la adecuada transmisión sináptica.
 
El área preóptica,no es propiamente hipotalámica, pues es de origen telencefálico, se suele incluir dentro del hipotálamo. Es un núcleo considerado  sexualmente dimórfico (SDN), según se ha oobservado en varios animales de experimentación. En el varón es dos veces mayor que en la mujer. Después del nacimiento crece, y después decrece en las niñas.
 
El núcleo supraquiasmático, situado en la zona anterior del hipotálamo, sobre el quiasma óptico, el importante reloj biológico que adapta el ritmo vigilia-sueño al ritmo nictemeral, no es claramente sexualmente dimórfico, aunque presente conexiones con algunos núcleos dimórficos, como es el área preóptica.
Contiene sin embargo, más células VIP positivas en el hombre joven que en la mujer joven. 
 
El hipotálamo anterior es considerado sexualmente dimórfico, especialmente en lo que se refiere a los núcleos intersticiales del hipotálamo anterior humano (NIHA1, 2, 3 y 4). NIHA1 es igual en ambos sexos. NIHA2 es mayor en el varón hasta los 50 años, en que también disminuye en la mujer.
NIHA3 y 4 son mayores en el varón.
Se han buscado diferencias en NIHA3 entre heterosexuales yhomosexuales pero no se ha llegado a conclusiones significativas.
El hipotálamo anterior, al igual que  las demás zonas del hipotálamo medial presenta conexiones neurales profusas, así como nexos hormonales varios, según se ha visto en animales de experimentación. Es razonable que tal esquema conectivo sea válido para la especie humana.
 
El núcleo ventromedial del hipotálamoes considerado también como dimórfico sexual, con dependencia estrogénica, con gran plasticidad, con mayor densidad sináptica en el hombre que en la mujer. Es, clásicamente, el centro de la saciedad. Su lesión provoca hiperfagia.
 
Los cuerpos mamilares, tan relacionados con los procesos de memoria, aunque no se consideran dimórficos, están considerablemente impregnados de andrógenos en el hombre.
 
El núcleo periventricular anterior, también dimórfico, en el extremo del III ventrículo, es mayor en la mujer que en el hombre.
 
Si pasamos a considerar estructuras no hipotalámicas, hay que mencionar el órgano vomeronasal, de los roedores, sexualmente dimórfico, con conexiones muy concretas, pero rudimentario en la especie humana. Un recuerdo de tal órgano es la abundante vascularización del tabique nasal en sus zonas anteriores; en general, los vasos de la cavidad nasal presentan un mayor flujo sanguíneo en los procesos reproductivos humanos.
 
El sistema olfatorio es importante para los aspectos reproductivos  en muchos animales. En cuanto a la especie humana, en la mujer,  la percepción olfativa de sustancias de tipo andrógeno activa el área preóptica y el núcleo ventromedial del hipotálamo, estructuras que hemos vistos que son sexualmente dimórficas. En los varones, para el caso de sustancias similares a los estrógenos, se activan  los núcleos periventricular y dorsomedial del hipotálamo. Por otra parte los estímulos olfatorios activan más la amígdala cerebral en el hombre que en la mujer.
 
La amígdala cerebral, estructura situada en  la zona del polo del lóbulo temporal,  es importante en cuanto a los matices emocionales de la memoria.
La mayoría de las  proyecciones aferentes a la amígdala vienen de zonas de procesamiento superior (por ejemplo, relativas a rostros). Si al mismo tiempo llegan aferencias procedentes de zonas de recompensa, se desarrolla un aprendizaje asociativo, debido al fortalecimiento sináptico. Con estos datos, la amígdala informa a centros integradores responsables de la expresión motora somática y visceral
Es un 10% mayor en los primates machos que en las hembras. En cuanto a la especie humana, en el varón contribuye a las respuestas emocionales rápidas.
Y cuando se observan imágenes con contenido erótico, su activación es mayor en la amígdala derecha, y más en el hombre que en la mujer.
 
Una estructura  sexualmente dimórfica, no localizada en el hipotálamo es el núcleo del lecho de la estría terminal (BSTc), mayor en el varón que en la mujer, cuyo tamaño aumenta con la edad, y más en el varón que en la mujer.
 
El hipocampo es una estructura embriológicamente cortical, filogenérticamente antigua, esencial para la fijación de engramas mnésicos. Se altera con la edad y en la enfermedad de Alzheimer, a la que es más propensa la mujer que el varón.
Experimentalmente, las dendritas apicales de las neuronas del hipocampo de rata, tras la administración de dosis altas de progesterona y estrógenos incrementan el número de espinas, y en consecuencia, la capacidad sináptica, mientras que  la administración de antagonistas de los receptores de progesterona produce una disminución en el número de espinas.
El tamaño del hipocampo es mayor en las hembras de todos los animales, excepto en las aves, en que su tamaño depende de las tareas que haga cada sexo (fabricación de nidos, búsqueda de alimentos, alimentación de las crías).
 
ii)  La neocorteza se desarrolla especialmente en la especie humana. Dentro de ella, las áreas asociativas son de gran extensión, osupando la mayor parte de la superficie cortical. Es susceptible de cambios, debido a su plasticidad (por acciones
hormonales, por parte de neurotransmisores, etc., etc.).
Dentro de la corteza cerebral, a ínsula,como corteza de transición, tiene una función visceral relevante,  de mayor extensión en la mujer que en el hombre.
 
Hay diferencias en la neocorteza entre el hombre y la mujer, al menos en cuanto a su significado funcional se refiere. Ello explica que el hombre y la mujer miren la realidad de distinta forma, desplazándose el centro de gravedad a uno de los hemisferios a lo largo de la vida.
Parece ser que es más relevante el hemisferio derecho en las mujeres. Tal hemisferio envía mensajes sobre la expresión de los rostros y tono de voz, mientras que el hemisferio izquierdo no puede interpretar los aspectos emocionales no verbales. La mujer tiene más empatía , y más capacidad emocional y social. La mujer detecta mejor las caras tristes con el hemisferio izquierdo, y el hombre, con el derecho. El sentido del humor femenino es más emocional. La memoria emocional es mayor en las mujeres. Hay más simetría cerebral en la mujer que en el hombre.
 
El hombre está más dotado para  las habilidades visuoespaciales (siendo la activación mayor en zonas con receptores estrogénicos), y su mentalidad es más analítica que en el caso de la mujer. Parece ser más relevante el hemisferio izquierdo.
 
El lóbulo frontalaumenta aceleradamente en su espesor en los niños y en las niñas más inteligentes, sobre todo en el lado izquierdo.
La corteza prefontalse desarrolla uno o dos años antes en la mujer. La corteza orbitofrontal presenta más conexiones con la amígdala en la mujer que en el varón.
 
El lóbulo temporales mayor en el varón que en la mujer, presentando el lóbulo temporal derecho de la mujer más surcos que el del hombre. Por otra parte, las conexiones del lóbulo temporal son más abundantes en la mujer que en el hombre. Las mujeres, además,  presentan menos afasias que los hombres después de un daño en el hemisferio cerebral izquierdo, lo que indica que tal área ocupa más extensión en la mujer.
 
La corteza parietalizquierda, implicada en los aspectos visuespaciales, es mayor en el hombre que en la mujer. (La representacón del ventrum en los roedores hembras aumenta en la lactancia). En el embarazo, por acción de la oxitocina, se exacerba en general la sensibilidad.
 
La mujer realiza mejor que el hombre los movimientos finos y secuenciales de las manos y el hombre controla mejor la musculatura axial. Estos aspecto motores indican probablemente un desarrollo más importante del área motora suplementaria. Este área podría tener que ver en cierta medida con la explicación fisiopatológica de la esquizofrenia, la cual tiene mejor pronóstico en la mujer, aunque, por otra parte, los estrógenos protegen frente al desarrollo de la esquizofrenia.
 
La corteza cingular anterior(llamada “área de las preocupaciones menores”) es mayor en la mujer que en el hombre.
 
Hacia los 3 años, termina de desarrollarse una conectividad entre ambos hemisferios mayor en la mujer que en el hombre; el rodete del cuerpo calloso es más robusto en la mujer que en el hombre.
 
En términos generales, para la inteligencia global, la mujer pone en marcha distintas áreas cerebrales que el hombre, llegando por diversos caminos al mismo resultado. Se trata, neuralmente, de inteligencias diferentes, y para el humor, con un procesamiento cerebral distinto. El humor femenino, además, es más emocional que el masculino.
 
iii)  Existe otro aspecto dimórfico sexual, y es el que se refiere al núcleo bulbocavernoso de médula espinal, que  es mayor en los animales machos que en las hembras.
En el hombre, con un ligero predominio para el varón (sobre todo la porción ventrolateral del núcleo), se sitúa en el asta anterior de médula sacra, e inerva la musculatura del periné  y el músculo elevador del ano (Núcleo de Onuf).
 
iv)  Se dan otras diferencias de tipo sexual, para cuyo estudio se recomienda la lectura de la abundante bibliografía existente.
 
En cuanto al sueño, hay diferencias entre el varón  y la mujer:
La LHempieza a liberarse en las níñas prepúberes durante la noche.
En la mujer adulta hay disminución de las horas del sueño y del sueño REM en las fases previas a la menstruación.
En el primer trimestre del embarazo aumenta el nivel de progesterona, lo que provoca somnolencia y cansancio, aunque más despertares en la noche.
En la menopausia, el tiempo de sueño disminuye, y es más frecuente la patología del sueño. Sin embargo, la arquitectura del sueño se preserva mejor en la mujer anciana que en el hombre anciano.
 
En el hombre se segrega la testosterona al inicio de la noche, así como la hormona del crecimiento; en cambio, en la mujer, esta hormona lo hace antes del sueño y durante el día.
Son más frecuentes las apneas del sueñoen el hombre que en la mujer. Pero con la edad, van apareciendo las apneas en las mujeres.
Son más frecuentes los síndromes vasoespásticosen las mujeres que en los varones, estado que impide la regulación de la temperatura corporal al inicio del sueño.
 
La enumerción de datos puede ser larga. A título de ejemplo, se destaca lo siguiente:
 
La mujer es menos vulnerable al alcoholismo.
La esquizofrenia  tiene mejor  pronóstico en la mujer que en el  hombre (la dopamina estriatal  aumenta con la edad en las  mujeres).
Probablemente,el coma y el EVP  presenten distintos  aspectos en ambos sexos. En  los dos casos, se trata de una  persona humana, que hay que  tratar y cuidar como a toda  persona enferma.
 
En conclusión:
 
Lo expuesto da noticia de dos formas de ser, masculina y femenina, con similitudes y con diferencias, que se expresan a nivel corporal y lógicamente  en el sistema nervioso central.
Dos formas con libertad, con voluntad para controlar los estratos más inferiores, comunes con los animales. Entraríamos en aspectos metafísicos, teológicos, que no son tema de este artículo: El  varón, la mujer, puede optar; el animal en cambio sigue obligadamente lo que le indican las necesidades instintivas. Eliminar una sociedad de sexos, deconstruir el lenguaje, tratar como igual a lo que no puede ser igual no va con lo biológico.
 
 Se recomienda:
 –  López Moratalla, N.    Cerebro de mujer y cerebro de varón.  Instituto de Ciencias para la Familia. Universidad de Navarra. 2008

CíViCa
CíViCa
Ciencia | Cultura | Vida Asociación de Investigadores y Profesionales por la Vida.