Por Ramón Pi, periodista – Publicado en el Blog de Ramón Pi, Intereconomía.com
No se sabe si, iluminado por esta autorizada doctrina teológica de “Colegas”, monseñor Reig cambiará sus homilías de ahora en adelante.
Viernes Santo. Conmemoración cristiana de la Pasión y muerte de Jesucristo, que nos redimió en la Cruz cargando sobre sí nuestros pecados. El obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, pronuncia la homilía. ¿Sobre qué? Sobre el pecado, su naturaleza, sus efectos devastadores en la persona humana.
Por Ramón Pi, periodista – Publicado en el Blog de Ramón Pi, Intereconomía.com
No se sabe si, iluminado por esta autorizada doctrina teológica de “Colegas”, monseñor Reig cambiará sus homilías de ahora en adelante.
Viernes Santo. Conmemoración cristiana de la Pasión y muerte de Jesucristo, que nos redimió en la Cruz cargando sobre sí nuestros pecados. El obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, pronuncia la homilía. ¿Sobre qué? Sobre el pecado, su naturaleza, sus efectos devastadores en la persona humana.
¿Todo, pues, normal y previsible? ¡No! Algunos grupos, encabezados por la asociación “Colegas”, acrónimo de “Confederación Española de Asociaciones de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales” (a la que han seguido otras personas y organizaciones parecidas o afines), se han llamado a la parte, porque monseñor Reig aludió -entre otras muchas cosas, que ésas sí han pasado en silencio- a algunos desórdenes morales relacionados directa o indirectamente con el sexo: adulterio, aborto, conducta homosexual. Así que han acusado al obispo de “homófobo”, de “incitación al odio”, de “apología de la discriminación” y de “deseo manifiesto de provocación”. No contentos con esto, se han permitido hacer una aportación a la Pastoral dándole lecciones de cómo debe hacer una homilía, puesto que su predicación “trasciende el objeto propio del culto y la fe”. No se sabe si, iluminado por esta autorizada doctrina teológica de “Colegas”, monseñor Reig cambiará sus homilías de ahora en adelante.
Esta susceptibilidad a flor de piel revela una clara deficiencia intelectual, que se manifiesta en no saber distinguir entre las personas y las conductas. Todas las personas tienen la misma dignidad y son merecedoras de idéntico respeto en cuanto tales personas; pero no ocurre lo mismo con los comportamientos: pueden ser ejemplares, indiferentes, correctos, despreciables, delictivos. No son lo mismo. La ignorancia de distinciones tan elementales y básicas como la referida conduce a lo que podríamos llamar la “lógica Forrest Gump”, ese pensador que sostenía que “tonto es el que hace tonterías”, como si la experiencia no demostrase hasta la náusea que personas nada tontas han hecho y dicho muchas tonterías.
Otro hecho puede ayudarnos a encontrar explicación al ruido mediático organizado por “Colegas”, por el portavoz del PSOE Antonio Hernando, los de Izquierda Unida y su protesta municipal y espesa, y los demás indignados con monseñor Reig. Se trata de que la homilía fue transmitida en directo por TVE, y eso lo han visto como todo un desafío a los nuevos dogmas del lobby homosexual. Eso que se ha venido en llamar el zapaterismo tiene una propensión irresistible a considerar la promoción de la ideología de género como un dogma que no admite discusión ni crítica. En el aspecto que aquí interesa, esta ideología celebra la diversidad y la tolerancia, y en nombre de ambas ejerce la más sectaria intolerancia, hasta el punto de haber promovido una legislación que establece la perspectiva de género en la escuela (pública, privada y concertada), en las Facultades de Medicina, en la concesión de subvenciones o becas y allí donde se le ha ocurrido al zapaterismo. Intolerancia rampante en nombre de la tolerancia. Fantástico. El socialista Hernando cree que la Iglesia intenta “imponer” su fe a todo el mundo. Al menos, eso ha dicho. Pero imponer, lo que se dice imponer, es lo que han hecho los socialistas con su Educación para la Ciudadanía, obligatoria so pena de no pasar curso. En eso de las imposiciones nadie gana a nuestra izquierda.
No menos elocuente ha sido lo de Izquierda Unida, cuya portavoz municipal en Alcalá, Pilar Fernández, ha “exigido” al cardenal Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal, “que inicie el expediente correspondiente para proceder al cambio de obispo". He aquí otra aportación, esta vez al Derecho Canónico, que tal vez haga reflexionar a la Curia romana, a la Nunciatura Apostólica y a la Conferencia Episcopal sobre la conveniencia de modificar de arriba abajo el procedimiento de nombramiento de obispos, dada la autoridad de la proponente.
Monseñor Reig Pla habló del pecado. Como en el viejo chiste, no se mostró partidario. Y explicó por qué, y se esforzó en ofrecer, además de una reflexión para cristianos, una explicación que fueran capaces de comprender los no cristianos. El pecado destruye al hombre, lo degrada, lo corrompe, en la medida en que lo hace no dueño, sino esclavo de sus pasiones. Algo muy parecido decían Sócrates, Aristóteles, Epicuro, siglos antes de Cristo. Pero se conoce que los redactores del manifiesto de “Colegas” no navegaron por Google lo bastante y no se enteraron de estas cosas que apenas vienen en la Logse.
Y más aún: a propósito del adulterio quiso destacar que constituye una injusticia hacia quien se prometió fidelidad (¿o no es así?); en cuanto a los niños o adolescentes introducidos arteramente en la conducta homosexual por sus propios parientes, dijo que “Dios no es indiferente ante su sufrimiento”; y sobre el aborto, se refirió al dolor de las madres que durante años no pueden quitarse del recuerdo al hijo al que se dio muerte sin darle la oportunidad de nacer. Condenó el pecado, se compadeció del pecador. Supo distinguir.
Pero ni el PSOE, ni IU, ni el lobby homosexual parecen estar en condiciones de entender algo tan fácil. Debe de ser que prefieren seguir otra línea de pensamiento, que pòdría expresarse en el dictum clásico de “leña al mono, hasta que hable inglés”, a fin de que el linchamiento mediático del obispo Reig sirva de escarmiento para que los otros sepan a lo que se arriesgan si persisten en su actitud díscola