Los amaños, que se persiguen y los que se consiguen.
16/07/2019
En el comienzo, LA VIDA. (II)
16/07/2019

Por José Manuel Belmonte, Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa. Publicado en el Blog del autor Esperando la Luz el 9 de julio de 2019.

Mi agradecimiento a quienes han querido que este aquí.  No es  ningún esfuerzo haber hecho 600Km, porque en Lugo, me siento como en casa. La vida me da la oportunidad de agradecer a mis amigos de esta ciudad y de Galicia, a las familias y a los niños nacidos en estos años en Lugo, a Emilia y su equipo de Providav, que han ayudado y lo siguen haciendo con dedicación y altruismo.Me dicen que, en sus escasos 6 años de existencia Providav-Lugo ha ayudado a que nazcan 140 bebés; que el numero de beneficiarias atendidas fueron más de 125; y que los niños atendidos en total, superen ya los 200, – algunos, claro, hermanos de los recién nacidos-, es un logro que me alegra, y por el que os doy la enhorabuena.

¿Otra casualidad o coincidencia? Todo tiene un por qué.  Hace exactamente 9 años que, el 5 de julio de 2010, entró en vigor en España, la ley que reformaba la del 5 de julio de 1985 que despenalizaba el aborto. La nueva y vigente Ley 2/2010, la ley Aído,  de «Educación Sexual y reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo», se aprobó  sin consulta a expertos científicos y por conveniencias políticas. No le voy a dedicar ni un minuto.

Tras esa coincidencia, quiero hacer una aclaración, sobre el  título…. «En el comienzo, LA VIDA», es de lo que hoy pretendo hablar, está en mi línea vital de siempre, como escribí en  » Con vida, cualquier reto«; pero el título lo he tomado prestado de una colección de Conferencias Inéditas de Jérôme Lejeune, (1968 – 1992) editado por la (BAC).

«La figura de Lejeune es muy poco conocida en nuestra sociedad y, sorprendentemente, poco conocida en el mundo de la medicina»  según Mónica López. Pero es uno de los científicos más grandes y queridos del siglo pasado. Hoy quiero rendirle un homenaje, porque la vida de este médico es muy actual y tiene mucho que ver con la Asociación que me ha invitado y desarrolla su actividad en Lugo.

Espero que todo el mundo se enriquecerá al conocer a un científico y profesional ejemplar, hombre cabal, defensor de la vida y la verdad al que se le ha negado el reconocimiento científico a nivel mundial, pero que hizo de su vida y su profesión un reto: defender la vida.  Ojalá  sea capaz de hacerlo y transmitir mi admiración porque, de verdad merece la pena.

Para mejor comprensión dividiré mi exposición en dos parte y una conclusión.

PARTE PRIMERA: LA VIDA.

«En una sociedad necesitada de referentes, de personas ejemplares en el desempeño de su vocación y en la defensa de sus convicciones», Jérôme Lejeune, un referente. Lo es por doble razón: 1) porque  ser el Padre de la Genética Moderna, que nos introduce en el principio de la vida; y 2) porque gracias al cariño a unas personas especiales, como son los Down, llegó adescubrir la causa genética de esa patología y abrió la puerta a la medicina genética.

Jérôme Lejeune, tuvo una vida muy profunda e intensa, aunque no dilatada (13 de junio 1926 – 3 de abril 1994). Se casó , tuvo 5 hijos; estudió Medicina en La Sorbona, ocupó  puestos de renombre en los campos de la genética y descubrimientos de importancia mundial.

Lo primero, es como el descubrimiento de un cuento, que las mamás contaban en todos los países a sus hijos: el cuento de Pulgarcito. Hay muchas versiones, siempre se trataba de un niño tan pequeño, que medía casi como «un pulgar», de ahí el nombre. Pero ayudaba a sus padres a salir adelante en las dificultades, a pesar de su pequeña estatura.

Lejeune,  descubrió que Pulgarcito y su casa, existen. No es un cuento. Así que comenzó a investigar y descubrió que Pulgarcito,  era real.  Solían vivir en un lugar donde no hay mucha luz; un lugar rebosante de vida; un lugar cálido, húmedo y  semejante a una discoteca, es decir con música y ruido, donde se puede saltar, bailar y jugar. Pero ese lugar existe.

Lejeune, supo que antes de medir «un pulgar«, Pulgarcito apenas medía medio milímetro. En el laboratorio le llamaban un óvulo fecundado o «cigoto» para él era Pulgarcito, el principio del ser humano; ese pequeñín es «todo un hombrecito». Es pequeño, porque es muy joven. ¡Polvo de estrellas, nunca mejor dicho!

El Profesor Lejeune, era un experto. Con solo comprobar que se han unido dos células, una, llamada espermatozoide y la otra, un óvulo, sabe que se produjo la fecundación y la concepción. Que justo entonces el espíritu les da vida. «No existe la materia vivientela materia no puede vivir sola, no se puede reproducir. Pero existe una materia animada, un cuerpo en el que se encarna el espíritu». Así surge la individualidad del ser humano, Pulgarcito: Rubén o Carla o el nombre de tu hijo/hija. Que vienen a experienciar la vida en ese cuerpo concreto.

Brian Weiss, en su obra «Muchos cuerpos, una misma alma» dice que «lo que hagamos en esta vida influirá sobre nuestras reencarnaciones a lo largo del camino de evolución hacia la inmortalidad».

Esa vida única y apasionante no deja de sorprendernos. La banda magnética que contiene la información que transporta un espermatozoidey la banda magnética con toda la que contiene un óvulomiden cada una 1 metro de longitud. Esos 2 hilos o lazos, vinculan a los donantes con la historia de la humanidad; aportan una información ingente y necesaria para que nazca un nuevo ser. (Será de la misma especie que sus donantes; pero  con una combinación única que no ha existido antes ni habrá después en el Planeta, distinta a la de los 7.500 millones actuales).

Por eso en el «ovocito fecundado llamado «cigoto», Pulgarcito (mide 1/2 milimetro)  tendrá una longitud de 2 metros. «El hecho de que tengaque irse desarrollando durante 9 meses en el vientre de la madre, no cambia nada; posee  ya todo lo que necesitará para su personalidad futura».

«En el principio hay un mensaje, ese mensaje está en la vida y ese mensaje es la vida». Es «la concepción«. (Podría ser fuera del útero, en una «probeta», lo único seguro es que el ser humano comienza en la concepción y si es en una probeta se puede ver).

Si está en el útero, Pulgarcito,está en la capsula de supervivencia, (útero materno), como un cosmonauta. Al igual que el cosmonauta no está hecho por el cohete, ya que el cohete no es más que un vehículo, que

Pero, se hace a sí mismo. Es totalmente independiente de la madre, que no hace más que proporcionarle dos cosas, ¡muy valiosas! albergue y alimento. Mientras que esté alimentado, no necesita nada más. Llevan en los genes que están conectados entre sí, sus provisiones y los programas que se descargará cuando lo necesite. Es él «quien se fabrica». (Si existiera un maquina o incubadora que proporcionara eso (cobijo y alimento, Pulgarcito se desarrollaría de igual forma). «Durante el embarazo hay dos seres, uno protegido por el otro, pero «no le pertenece».

También, aunque pequeño, de medio milímetro, ofrece, tiene «información«. Esos 2 m de hilo vital, que, curiosamente, al principio. está enrollado de una forma tan precisa que cabe todo en la punta de una aguja de coser… Está enrollado cuidadosamente en unos bastoncillos que llamamos cromosomas, que son estructuras en el interior de la célula que contienen la información genética…y está enrollado en espirales de 3 órdenes sucesivos y prácticos». No tirados al azar, porque se harían nudos.

A los dos meses, el embrión Pulgarcito, lo tiene todo en miniatura, las manos, los ojos, el cuerpo. Dice su hija, Clara, «es un cuerpo muy pequeño, pero después de esos dos meses lo único que hace es crecer. Si se pudiese coger el mismo dedo pequeño, se podría observar su huella dactilar».

Así pues, todos los seres humanos hemos sido «Pulgarcito» en el vientre materno y hemos medido menos de un pulgar. Gracias a la ecografía se le puede ver. Desde la octava semana que se mueven, hacen piruetas, pueden mover sus extremidades, muestra sentimientos, juegan durante horas saltando y estirando los brazos. Es el comienzo, pero el hombre nunca está terminado. Hemos tenido de pequeñines una vida extraña y maravillosa, de misterio y de cuento real. Lejeune, biólogo altamente especializado, tenía pasión por la vida, por eso defendió, desde el principio al ser humano.

De Pulgarcito a los Down.

Alguien ha dicho que «Defender la vida se convirtió  para Lejeune en misión». Pero tiene muchos aspectos. Cuanta su hija Clara que…Cuando  su padre se convirtió en doctor, su primer trabajo fue en un hospital donde conoció a un niño con síndrome Down. Cuando el Profesor Lejeune y un niño Down se encontraron, no fue casualidad. No fue a consecuencia de su descubrimiento el querer cuidar a los niños de síndrome Down; al contrario, porque quería cuidar a estos niños, realizó el descubrimiento.  Comenzó a investigar en esa dirección…

Estaba tan entusiasmado por el progreso de la búsqueda que, le dijo a su mujer: «en uno o dos años habré comprendido el mecanismo» o el porqué de los Down.

Antes de descubrir las causas de los Down, le dio tiempo a saber más sobre el entorno social de los Down, que era terrible: ya quela sociedad echaba la culpa a los padres de la enfermedad  de sus hijos y éstos, ocultaban a los niños. Según cuenta su hija Clara Lejeune, concretamente, decían: «cosas humillantes sobre los niños con síndrome de Down, como que la madre había tenido un mal comportamiento sexual o que su herencia familiar era mala..Los niños eran escondidos.  El Profesor, tuvo que enseñarles «que su hijo no era un monstruo, sino un regalo, un hijo amado de Dios, como lo somos todos los demás»; es más, demostró al mundo que  el origen del problema de los Down estaba en el código genético, y no procedía de la familia ni de un mal comportamiento.  «Mi padre siempre decía que un niño con síndrome Down es más niño que otros; es como si no estuviese acabado del todo. Así que si ese gen pudiese ser silenciado, el niño podría ser totalmente normal».

Ignorancia y tabúes pueden ser producto de la evolución social, pero indigna que se juzga a los demás. Cuanta también su hija que seis meses antes de su descubrimiento, se decía que «era imposible que el código genético pudiera causar una enfermedad. Así que él consiguió la prueba de lo contrario. Fue la primera vez que se descubrió que una enfermedad podía provenir del código genético, de manera que se abría la puerta a la medicina genética y a la comprensión de que un cromosoma podía ser la causa de una enfermedad«.

A los 32 años, el 22 de mayo de 1958 descubrió la primera anomalía cromosomática en el hombre, el trisoma 21, causa del Síndrome de Down. El y su equipo, analizaron células de cinco niños y cuatro niñas con síndrome de Down. En todas las muestras, de buena calidad, secontaron 47 cromosomas ( el cromosoma 21 tenía 3 copias, en lugar de 2). En ocasiones, se produce un error durante la división de los 46 cromosomas y el óvulo o el espermatozoide conserva las dos copias del cromosoma 21, en lugar de una. Si este óvulo o espermatozoide se fertiliza, el bebé recibirá tres copias del cromosoma 21, lo que se denomina trisomía 21 o síndrome de Down [enlace]

Junto con sus colaboradores abrió la vía de los mecanismos de otras patologías citogenéticas. Averiguó que también existían personas con un cromosoma menos, por ejemplo lamonosomía del cromosoma 5etc.

Y trató de encontrar algo que pudiera solucionar esas alteraciones en más o menos cromosomas. Creyó, que la investigación genética debía ir estrechamente ligada al desarrollo de tratamientos curativos o terapias clínicas de los síntomas.

Un grupo de Científicos americanos, se desplazaron para comprobar sus investigaciones y su descubrimiento. Como resultado, en 1963, se le otorgó el premio  Kennedy, que le fue entregado por el mismo Presidente.

Sus hallazgos le convirtieron en un referente mundial en genética clínica, lo cual le valió el nombramiento como experto en genética humana para la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ese año fue nombrado Jefe de Servicio de Genética en el hospital Necker-Enfants Malades, de Paris. Allí trabajó hasta su muerte cuidando y tratando a centenares de niños y jóvenes, tanto con Síndrome Down  como de otras patologías genéticas. Poco después fue nombrado Director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia [enlace].

NOTA: Esta primera aparte de la conferencia impartida en Lugo el 5 de julio,
continúa en la entrada siguiente. «En el comienzo, LA VIDA». (II) ¡Gracias!

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa