Benedicto XVI nos deja un gran legado a favor de la Vida, la familia y la dignidad del ser humano

Entrevista de ABC a Mº Teresa López, Presidenta del Comité de Bioética de España
12/02/2013
La tijera que más destroza: la ignorancia
12/02/2013

Por Nicolás Jouve, Catedrático de Genética y miembro de CíViCa.

Impresionados por la decisión de Benedicto XVI de dejar el papado, creo necesario respetar y aceptar esta lección de humildad de un gran papa, un excelente teólogo y un finísimo analizador de la sociedad actual. Un papa que deja un extraordinario legado intelectual plasmado en cientos de documentos y más concretamente en tres encíclicas magistrales sobre la caridad, la esperanza y la verdad.

Tengamos siempre presente la sencillez y claridad de sus palabras en todos los temas, pero especialmente en la siguiente manifestación a favor de la vida humana naciente: «Respecto al embrión en el seno materno, la ciencia misma pone en evidencia su autonomía capaz de interacción con la madre, la coordinación de sus procesos biológicos, la continuidad del desarrollo, la creciente complejidad del organismo. No se trata de un cúmulo de material biológico, sino de un nuevo ser vivo, dinámico y maravillosamente ordenado, un nuevo individuo de la especie humana. Así lo fue para Jesús en el seno de María; así lo ha sido para cada uno de nosotros, en el seno de la madre. Con el antiguo autor cristiano Tertuliano podemos afirmar: “Es ya un hombre aquel que lo será” (Apologético, IX, 8); no hay ninguna razón para no considerarlo persona desde la concepción» (Vigilia por la Vida Humana Naciente, El Vaticano, San Pedro, 27 de Noviembre de 2010)

Entre sus obras o manifestaciones, de las que nos hemos hecho eco en muchas ocasiones en CíViCa, destacamos por su relación con los fines de nuestra asociación la Homilía por la Vida Humana Naciente de Benedicto XVI (27 Nov 2010), el Discurso del Papa a los miembros de la Academia Pontificia para la Vida (26 Feb 2011), el Encuentro con los discapacitados en la Fundación del Instituto San José (20 Ago 2011) y el Discurso a los participantes en la Conferencia Internacional sobre Células Madre (12 Nov 2011).

En medio de los juicios, las especulaciones y los comentarios, los creyentes sabemos que pronto la barca de Pedro tendrá un nuevo timonel. Mientras tanto, agradezcamos a Benedicto XVI todo el bien que ha hecho y celebremos el gran regalo de Dios a la Iglesia y al mundo de los grandes papas de nuestro tiempo.

Por Nicolás Jouve, Catedrático de Genética y miembro de CíViCa.

Impresionados por la decisión de Benedicto XVI de dejar el papado, creo necesario respetar y aceptar esta lección de humildad de un gran papa, un excelente teólogo y un finísimo analizador de la sociedad actual. Un papa que deja un extraordinario legado intelectual plasmado en cientos de documentos y más concretamente en tres encíclicas magistrales sobre la caridad, la esperanza y la verdad.

Tengamos siempre presente la sencillez y claridad de sus palabras en todos los temas, pero especialmente en la siguiente manifestación a favor de la vida humana naciente: «Respecto al embrión en el seno materno, la ciencia misma pone en evidencia su autonomía capaz de interacción con la madre, la coordinación de sus procesos biológicos, la continuidad del desarrollo, la creciente complejidad del organismo. No se trata de un cúmulo de material biológico, sino de un nuevo ser vivo, dinámico y maravillosamente ordenado, un nuevo individuo de la especie humana. Así lo fue para Jesús en el seno de María; así lo ha sido para cada uno de nosotros, en el seno de la madre. Con el antiguo autor cristiano Tertuliano podemos afirmar: “Es ya un hombre aquel que lo será” (Apologético, IX, 8); no hay ninguna razón para no considerarlo persona desde la concepción» (Vigilia por la Vida Humana Naciente, El Vaticano, San Pedro, 27 de Noviembre de 2010)

Entre sus obras o manifestaciones, de las que nos hemos hecho eco en muchas ocasiones en CíViCa, destacamos por su relación con los fines de nuestra asociación la Homilía por la Vida Humana Naciente de Benedicto XVI (27 Nov 2010), el Discurso del Papa a los miembros de la Academia Pontificia para la Vida (26 Feb 2011), el Encuentro con los discapacitados en la Fundación del Instituto San José (20 Ago 2011) y el Discurso a los participantes en la Conferencia Internacional sobre Células Madre (12 Nov 2011).

En medio de los juicios, las especulaciones y los comentarios, los creyentes sabemos que pronto la barca de Pedro tendrá un nuevo timonel. Mientras tanto, agradezcamos a Benedicto XVI todo el bien que ha hecho y celebremos el gran regalo de Dios a la Iglesia y al mundo de los grandes papas de nuestro tiempo.

Nicolás Jouve de la Barreda
Nicolás Jouve de la Barreda
Catedrático Emérito de Genética de la Universidad de Alcalá. Presidente de CiViCa.