Acerca del concepto de persona
La denegación del indulto al juez Ferrín Calamita: ¿todavía no os dais cuenta?
02/03/2013De la penumbra a la luz
02/03/2013Por José Pérez Adan, Profesor de
Sociología, Departamento de Sociología, Facultad de Economía, Universidad de Valencia – Página académica: http://www.uv.es/perezjos/
Quizá esto contribuya a dejar de usar el término “persona” para referirse al ser humano. “Persona” es un concepto especulativo, propiamente filosófico, de muy dudosa utilidad en ciencias sociales. Era cuestión de tiempo que nos planteásemos si hay seres humanos que no son personas o personas que no son seres humanos. Si no, ¿para qué usar el término?
En ciencias sociales usamos la palabra “sujeto” en el bien entendido que hay también sujetos colectivos, no humanos, impersonales (en el lenguaje) y (en leyes) derechos sin sujeto. Pero cuando nos referimos al sujeto individual de naturaleza racional decimos simplemente ser humano.
¿Y qué pasa con las personas divinas y con la persona binatural de Cristo? Pues nada, que si los filósofos hubiesen dejado a la persona tranquilita en la teología sin inventarse ni bioéticas ni deontologías ni paradigmas personalistas, estaríamos todos ahora más tranquilos. Y quizá tampoco habríamos tenido que inquietarnos ni por el personismo ni por este rethinking personhood.
Son males que se derivan del intrusismo multidisciplinar que con tanto celo practican muchos filósofos (me consta que hay algunos que no). Nosotros, los sociólogos, sabemos mucho de ello.
Por José Pérez Adan, Profesor de Sociología, Departamento de Sociología, Facultad de Economía, Universidad de Valencia – Página académica: http://www.uv.es/perezjos/
Quizá esto contribuya a dejar de usar el término “persona” para referirse al ser humano. “Persona” es un concepto especulativo, propiamente filosófico, de muy dudosa utilidad en ciencias sociales. Era cuestión de tiempo que nos planteásemos si hay seres humanos que no son personas o personas que no son seres humanos. Si no, ¿para qué usar el término?
En ciencias sociales usamos la palabra “sujeto” en el bien entendido que hay también sujetos colectivos, no humanos, impersonales (en el lenguaje) y (en leyes) derechos sin sujeto. Pero cuando nos referimos al sujeto individual de naturaleza racional decimos simplemente ser humano.
¿Y qué pasa con las personas divinas y con la persona binatural de Cristo? Pues nada, que si los filósofos hubiesen dejado a la persona tranquilita en la teología sin inventarse ni bioéticas ni deontologías ni paradigmas personalistas, estaríamos todos ahora más tranquilos. Y quizá tampoco habríamos tenido que inquietarnos ni por el personismo ni por este rethinking personhood.
Son males que se derivan del intrusismo multidisciplinar que con tanto celo practican muchos filósofos (me consta que hay algunos que no). Nosotros, los sociólogos, sabemos mucho de ello.
