Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa
La vida se defiende en las instituciones y en la calle, cierto. En este mes el día 11 y el 14 son importantes. Pero no es suficiente. Hay que defenderla, cada día.
El día 27 de febrero en Madrid en una reunión Pro-Vida conocí una familia feliz, con 5 hijos. Dos de ellos con síndrome de Down. Enseñaron a todos los presentes que "incompatible con la vida solo es la muerte".
Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa
La vida se defiende en las instituciones y en la calle, cierto. En este mes el día 11 y el 14 son importantes. Pero no es suficiente. Hay que defenderla, cada día.
El día 27 de febrero en Madrid en una reunión Pro-Vida conocí una familia feliz, con 5 hijos. Dos de ellos con síndrome de Down. Enseñaron a todos los presentes que "incompatible con la vida solo es la muerte".
Ni las leyes, ni los políticos que las aprueban, ni los médicos que a veces presionan con diagnósticos que asustan al decir que el hijo que esperan tendrá una vida limitada, ni siquiera la falta de apoyo del entorno familiar y social pueden prevalecer sobre la decisión personal responsable. Cada vida importa. Sea como sea, venga como venga y viva lo que viva. "Aquí los tenéis", dijo el padre, con cariño.
La mujer embarazada necesita ayuda, apoyo humano familiar y social. No tiene que sentirse obligada a tomar una decisión de la que puede arrepentirse el resto de su vida. No se trata de quitar derechos a nadie, sino de defender el derecho a la vida de todo ser humano en camino (mientras estemos aquí, todos lo somos).
Estaban dispuestos a ir donde fuera y a acabar con la presión que se ejerce sobre la madre o sobre la familia con la expresión falaz que suelen esgrimir de una anomalía "incompatible con la vida".
El 11M a la ONU
Incompatible con la vida, no es un diagnóstico, es una engañosa expresión que se utiliza para presionar o justificar abortos -tardíos o no- de niños a los que se les diagnostica. Los bebés con una enfermedad o incapacidad merecen algo mejor y más esperanzador que el aborto. No existe una necesidad médica, ni humana, ni social de acabar con esos embarazos, pero el porcentaje es muy elevado.
La familia Lancha-Mata, estaba dispuesta a desplazarse con Gádor Joya, portavoz de Derecho a Vivir, a Naciones Unidas y, dar su testimonio en ese sentido.
De hecho, el texto consensuado de la Declaración para revertir el término se presentará en la sede de la ONU en Ginebra, dice: "Como médicos e investigadores, declaramos que el término 'incompatible con la vida' no es un diagnóstico médico y no se debe utilizar cuando se describe a los niños no nacidos que pueden presentar una condición que podría limitar la vida.
Reconocemos que no existe una necesidad médica de acabar con esos embarazos en una madre, por otra parte, sana.
Apoyamos plenamente el desarrollo de los servicios de cuidado perinatal para las familias a las que se les dice que su hijo no nacido no puede vivir por mucho tiempo en el útero o después del nacimiento".
Desde el punto de vista médico, y consecuentemente desde el punto de vista social es muy importante que no se usen palabras que den lugar a engaño para que se produzca un cambio tan positivo en defensa y protección de la vida humana: "Juntos podemos causar un verdadero cambio y asegurar que los bebés con una enfermedad o una incapacidad no sean descartados por el aborto a causa de un deshumanizado uso lingüístico que provoca una discriminación mortal".
Algunos ginecólogos incluso se han negado a practicar el cribado prenatal, precisamente porque algunas madres o familias se apoyan en el conocimiento médico para justificar su decisión. "A los padres a los que se les dice que su bebé no podrá vivir por mucho tiempo se les debe ofrecer la comodidad y el apoyo de los servicios de cuidado perinatal completo, antes y después del nacimiento para ayudarles a superar este momento difícil", según el texto presentado en la ONU.
No se trata de juzgar a nadie. Se necesita más tiempo para atender esos casos. La mujer y las familias, necesitan mayor información y más conciencia sobre el embarazo y sus consecuencias. Cada hijo es una bendición. Todos tienen un propósito. El amor descubre razones que, desde fuera de la familia, nadie puede ver.
Como muy acertadamente dice Gádor Joya, que es especialista en la materia: "determinadas patologías pueden ser tratadas con éxito o con pronóstico variable en función del equipo médico que lleve a cabo el tratamiento. Los pronósticos que se refieren a esperanza de vida son siempre estimativos, encontrándonos así en la experiencia médica diaria con bebés afectados de graves enfermedades que han sobrepasado con creces todas las expectativas de esperanza de vida. Además, en último término, cabe preguntarse por qué una vida de pocas horas o minutos de duración no ha de ser digna, y por tanto ha de plantearse también cuánto ha de durar una vida en un enfermo para considerar que ambas, vida y enfermedad, son incompatibles: ¿segundos, minutos, horas, meses, años?".
El 14 otra vez a la calle.
Más de 40 asociaciones convocan a defender la vida, la maternidad y pedir al gobierno que derogue la actual ley del aborto aprobada por el anterior ejecutivo, llamada torticeramente, Ley de Salud Sexual. Digo "torticeramente" porque según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua quiere decir, exactamente: "contra derecho, razón o justicia". Esas palabras fueron buscadas con esa finalidad torticera. Con esas palabras se ha exportado y se está exportando, el aborto a América latina. Incluso las ayudas económicas se cubren con ese manto, de la salud sexual.
Ley, que este gobierno, prometió derogar y teniendo mayoría absoluta, en la Cámara, no lo ha hecho. Por su cobardía, se convierte en corresponsable de la misma, y responsable de 300 muertes de bebés cada día. Engañosamente, cientos de mujeres que abortan, se crean amparadas en un falso derecho amparado por esa ley,
Cada vida importa. Cada Madre importa. Se trata de exigir al gobierno que cumpla su propia promesa. Y a la ciudadanía que apoye a las madres. Existe y debe exigir el derecho de toda mujer a recibir el apoyo necesario si quiere ser madre. ¡En democracia no la ha tenido!
Hay asociaciones que están abriendo caminos a la vida, apoyando a la mujer. Han salvado ya muchas vidas. Ahí están Red Madre, Asociación Madrina, Provida-Lugo, CIDEVIDA, etc.etc. Se necesita, dedicación, tiempo y dinero, claro. Pero la madre cuando no se siente sola y encuentra orientación y ayuda, lucha por su vida, y por su hijo. Y la sociedad es generosa cuando lo comprueba. Hay que potenciar la empatía. Porque hay mujeres que cuando quedan embarazadas las despiden del trabajo. Y también, cuando el embarazo no le conviene al novio o al marido, la abandona. ¿Sabe algún hombre lo que es esa experiencia? Pues las mujeres las padecen, muchas veces, desde muy jóvenes.
Hay que exigir al gobierno que cambie la ley y revierta el proceso de enriquecer a las clínicas abortistas, empleando el dinero de todos en ayudar a las madres y a las familias. Porque el dinero, la organización y los medios, los tiene el Estado, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos.
Algunas Comunidades, como Castilla la Mancha, han puesto en marcha el Plan de Familia o Plan de Apoyo a la Maternidad y al Menor. La iniciativa trata de aunar los esfuerzos de varias Consejerías y organismos coordinados por la Gerencia del Instituto de la Familia y el Menor, contando con las Asociaciones que tienen experiencia de ayuda a las madres, y tratando de implicar a los agentes sociales. Madrid, tiene un borrador del Plan de Familia, para hacer algo parecido.
Escribí de ello aquí mismo el 20 de febrero, "Se puede lo que se quiere". Algún Ayuntamiento se ha sumado a esta idea, como el de Guadalajara, 10 de febrero, "Abriendo caminos a la vida".
“Con este Plan, el Ayuntamiento proporciona ayuda y atención a las mujeres que atraviesan esta dramática situación porque entendemos que desde la administración debemos implementar recursos para que las interrupciones no estén motivadas por cuestiones económicas, psicosociales o por falta de apoyo familiar”, dijo el alcalde.
Hay que recordar, que se puede. Que esa iniciativa prenda y se difunda. Que si toda vida importa, cada madre es necesaria. Aquí y en cualquier parte del mundo. Sí a la Vida.