Por Susan Yoshihara, Ph.D. - Publicado en C-FAM el 31 de Agosto de 2012 (Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano)
NUEVA YORK, 31 de agosto (C-FAM) El tribunal supremo de Corea del Sur ratificó la semana pasada la prohibición del aborto en ese país, que rige desde hace 59 años, en medio de una oleada de activismo provida liderado por ex abortistas.
El comunicado de la Prensa Asociada (AP, por sus siglas en inglés) sobre el fallo, que fue recogido por varios de los principales medios, no menciona la influencia provida en Corea del Sur. «Los activistas [a favor del aborto] dicen que las autoridades hicieron la vista gorda a los abortos durante décadas hasta que tomaron medidas severas en los últimos años a causa de la baja tasa de natalidad de Corea del Sur», informó la AP.
Por Susan Yoshihara, Ph.D. – Publicado en C-FAM el 31 de Agosto de 2012 (Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano)
NUEVA YORK, 31 de agosto (C-FAM) El tribunal supremo de Corea del Sur ratificó la semana pasada la prohibición del aborto en ese país, que rige desde hace 59 años, en medio de una oleada de activismo provida liderado por ex abortistas.
El comunicado de la Prensa Asociada (AP, por sus siglas en inglés) sobre el fallo, que fue recogido por varios de los principales medios, no menciona la influencia provida en Corea del Sur. «Los activistas [a favor del aborto] dicen que las autoridades hicieron la vista gorda a los abortos durante décadas hasta que tomaron medidas severas en los últimos años a causa de la baja tasa de natalidad de Corea del Sur», informó la AP.
Lo que cambió radicalmente la dinámica fue que el gobierno, que durante años alentó a los médicos a practicar abortos como una forma de control demográfico para promover el crecimiento económico, por primera vez en su historia manifestó su apoyo oficial a una agrupación de médicos provida.
Gracias a ello, «el terreno político de la política abortista en Corea del Sur está cambiando drásticamente», afirmó el investigador Young-Gyung Paik.
El trabajo de Young-Gyung realizado en 2012 demuestra que el activismo provida, que durante mucho tiempo fue marginado por considerarse «impulsado por la religión», adquirió importancia de forma repentina. «Fue únicamente tras la creación del grupo de médicos denominado "Médicos Provida" en 2009 que la cuestión polémica del aborto comenzó a captar la atención del público en Corea del Sur». «Según la opinión [de los médicos], la baja tasa de fecundidad de Corea del Sur procede del alto índice de aborto, que, a su vez, es consecuencia de las conductas inmorales y comerciales de médicos coreanos», observó Young-Gyung.
Mientras que los medios coreanos pintaban el activismo provida como una «guerra entre médicos», las abundantes entrevistas de Young-Gyung con ambas partes revelaron que estaba promovido por el desarrollo de tecnologías médicas neonatales, por una disminución en el interés por la investigación con células madre embrionarias, por el incremento del activismo a favor de los discapacitados, así como la preocupación por la despoblación.
Según un trabajo realizado por la Asociación de Médicos Provida, quienes ganan a partir la decisión de la corte son las mujeres coreanas. «La mayoría de los abortos solía practicarse fácilmente porque no se procesaba a los médicos o a las mujeres que se sometían a ellos, a pesar de que el aborto era ilegal», afirma el trabajo. Incluso después de que el país comenzó a ser exitoso económicamente, la «tendencia de fomentar el aborto predominaba en nuestra sociedad y, como consecuencia, la presión social solía forzar a las mujeres a someterse al aborto».
«Apoyé el argumento del gobierno de que estaba bien hacer esto», dijo Shim Sang-duk a Los Angeles Times en 2010. El profesional recibió amenazas de muerte y enfrentó un significativo recorte en su salario tras abandonar la práctica del aborto. «[Pensaba que] era bueno para el país. Fortalecía la economía», dijo Shim, quien fundó la Asociación Coreana de Médicos Ginecólogos para animar a otros colegas a que dejaran de practicar abortos y para reclamar al gobierno que hiciera cumplir las sanciones previstas por la ley.
El panel compuesto por ocho jueces precisaba seis votos para declarar inconstitucional a la ley pero sólo obtuvo cuatro, informó AP.
Según Radio Australia, una partera que fue procesada por complicidad en un aborto cuestionó la constitucionalidad de la norma en 2010. Presentó un recurso contra la condena máxima de dos años de prisión impuesta por ley para los médicos, parteros, profesionales de la medicina tradicional o farmacéuticos que realizan abortos ilegales. El tribunal constitucional desestimó la presentación aduciendo que un castigo más leve sólo haría que el aborto se disparara más, afirmó el servicio de noticias.
El aborto es ilegal en Corea del Sur excepto en casos de violación, incesto o trastornos genéticos severos desde 1953, pero habitualmente se pasa por alto esta disposición.
Kwak Seung-jun, director del Presidential Council for Future & Vision, dijo al periodismo en 2010: «Hay pocas personas que caen en la cuenta de que el aborto es ilegal. Debemos trabajar para crear una atmósfera en la que se lo desaliente».