La ley de plazos del aborto es un absurdo conceptual: sus límites son arbitrarios

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Publicado en Forum Libertas el 1 de Febrero de 2012

La mayoría de países europeos con ley de plazos coinciden en las 12 semanas de aborto libre, en España son 14, pero los hay con 10 semanas y Holanda tiene 24. Los criterios ideológicos y políticos prevalecen sobre la realidad científica acerca del no nacido en función de las fronteras

La irracionalidad de la ley de plazos: en Holanda los plazos para el aborto libre son más del doble que en Portugal

“Probablemente, lo más progresista que yo vaya a haber hecho en toda mi vida política es defender el derecho a la vida”. De esta manera se manifestaba este martes, 31 de enero, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, durante una entrevista realizada en el programa 'Los Desayunos de TVE'.

Ruiz Gallardón defendía así su propuesta de reforma de la Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo acogiéndose a la doctrina del Tribunal Constitucional (TC). El ministro sostiene que la interrupción del embarazo “no podía suponer la desprotección de los derechos del no nacido”.

Publicado en Forum Libertas el 1 de Febrero de 2012

La mayoría de países europeos con ley de plazos coinciden en las 12 semanas de aborto libre, en España son 14, pero los hay con 10 semanas y Holanda tiene 24. Los criterios ideológicos y políticos prevalecen sobre la realidad científica acerca del no nacido en función de las fronteras

La irracionalidad de la ley de plazos: en Holanda los plazos para el aborto libre son más del doble que en Portugal

“Probablemente, lo más progresista que yo vaya a haber hecho en toda mi vida política es defender el derecho a la vida”. De esta manera se manifestaba este martes, 31 de enero, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, durante una entrevista realizada en el programa 'Los Desayunos de TVE'.

Ruiz Gallardón defendía así su propuesta de reforma de la Ley de Salud Sexual e Interrupción Voluntaria del Embarazo acogiéndose a la doctrina del Tribunal Constitucional (TC). El ministro sostiene que la interrupción del embarazo “no podía suponer la desprotección de los derechos del no nacido”.

Así, la reforma que plantea el Gobierno del PP fijará una serie de “supuestos”, como establecía la anterior ley, y suprimirá los plazos que actualmente están estipulados. El aborto estará despenalizado sólo en el caso de esos supuestos, es decir, se permitirá en una serie de circunstancias que concretará el Ejecutivo.

“La mujer podrá interrumpir su embarazo, pero, en todo caso, tendrán que darse esas circunstancias”, ha concluido el ministro.

La reforma que plantea el nuevo Ejecutivo del Partido Popular ha provocado de inmediato un intenso debate entre los defensores y detractores del aborto libre. Pero, ¿acaso la actual ley de plazos española es el tipo de legislación que más encaja en el contexto europeo?, y, ¿tiene una lógica desde el punto de vista de unificación de criterios a la hora de tener en cuenta los derechos del no nacido?

A rebufo de los más permisivos

A la pregunta de qué duración tienen los plazos, en semanas, en la actual legislación de los diferentes países europeos, podemos constatar que la mayoría de ellos fijan su ley de plazos en las 12 semanas, como se observa en la tabla adjunta, elaborada a partir de una información publicada por el diario El País el pasado 27 de enero.

Por su parte, España ocupa el tercer puesto, junto a un grupo de otros cuatro países que también tienen una duración de 14 semanas. Se trata de Bélgica, Francia, Rumania y Alemania, aunque hay que considerar que en este último país hubo una especie de pacto tras la reunificación para equilibrar la legislación de la antigua República Democrática Alemana (RDA) con la de la República Federal de Alemania (RFA).

España se sitúa en el ranking a rebufo de los países más permisivos. Cabe insistir en que la actual ley de plazos en España permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación. A partir de ese plazo, la mujer puede abortar hasta la semana 22 si existen malformaciones del feto o si existe un riesgo para la salud de la madre.

En los países que encabezan el ranking, mientras Suecia permite el aborto libre durante las primeras 18 semanas, Holanda amplía el plazo hasta las 24 semanas, es decir permite abortar sin cortapisas prácticamente durante los primeros seis meses de gestación.

Las excepciones, por los derechos del no nacido

A continuación viene Italia, con 13 semanas (en realidad 90 días), y luego un nutrido grupo de 17 países con 12 semanas. Los menos permisivos en sus leyes de plazos son Eslovenia, Portugal y Turquía, con 10 semanas.

Hay que recordar también los casos especiales de Andorra y Malta, donde está totalmente prohibido el aborto; y las excepciones de Polonia, Reino Unido y Finlandia, donde solo se permite el aborto en determinados supuestos.

En ese sentido, hay que resaltar que las leyes de supuestos de estos tres países no responden a ninguna tradición política o cultural concreta, porque sus trayectorias son bien diferentes, sino a una determinada visión de los derechos del no nacido.

La ley de plazos: arbitraria e irracional

Bien al contrario, si se observan en la tabla los criterios que se aplican a un no nacido por ejemplo en Portugal o en Holanda, por poner dos extremos, se ve que hay más del doble de diferencia de semanas en los tiempos.
 

Se trata de un auténtico contrasentido. Un contrasentido y un absurdo conceptual que basa la protección de la vida del no nacido en la arbitrariedad de criterios políticos e ideológicos en función de las fronteras, y no en razonamientos o realidades científicas. Así, la ley de plazos resulta a todas luces una ley irracional.
 

Por otra parte, en el caso de España, cabe recordar que la ley española del aborto fue reformada por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero bajo la influencia del escándalo del caso Morín, y del miedo del lobby abortista de que este precedente les pudiera afectar.
 

Al tener un determinado peso en el seno del PSOE, consiguieron una ley a su medida que, además, los socialistas no llevaban en su programa electoral. Una ley que protegía a las clínicas en un doble sentido: les daba impunidad a través de los plazos, y también a través de un fuerte contenido eugenésico en la nueva legislación, aspecto que con frecuencia suele obviarse.

Al mismo tiempo, también les proporcionaba una gran ventaja económica porque la Administración les pagaba los abortos, al establecer la ley que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho como prestación sanitaria.
 

Y este hecho a su vez ha provocado más de un conflicto con las Comunidades Autónomas, al generarles gastos que se ven obligadas a subvencionar sin partidas presupuestarias.

CíViCa
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