Publicado en Asociación RedMadre, el 3 de Diciembre de 2012
El aborto directo o indirecto nunca es una solución, ni médica, ni psicológica, ni de ninguna índole. Más bien al contrario crea problemas graves que repercuten no sólo en la muerte del nasciturus, sino también en la muerte en vida de la mujer a la que se le practica el aborto. Según un estudio recientemente publicado por la revista de psiquiatría British Journal of Psychiatry, las mujeres que se someten a un aborto tienen "un 81% más de riesgo de tener problemas de salud mental"
Publicado en Asociación RedMadre, el 3 de Diciembre de 2012
El aborto directo o indirecto nunca es una solución, ni médica, ni psicológica, ni de ninguna índole. Más bien al contrario crea problemas graves que repercuten no sólo en la muerte del nasciturus, sino también en la muerte en vida de la mujer a la que se le practica el aborto. Según un estudio recientemente publicado por la revista de psiquiatría British Journal of Psychiatry, las mujeres que se someten a un aborto tienen "un 81% más de riesgo de tener problemas de salud mental"
Hace mucho tiempo que el derecho a la vida se ha convertido en un tema ideológico, todas las disciplinas científicas siguen aportando datos y conclusiones apodícticas que muestran la gravedad del crimen del aborto. El foco ha cambiado, ahora da igual que haya vida, es que esa vida no vale.
En el pasado los romanos no dudaban que el recién nacido era un bebé pero eso no impedía tener el derecho a dejarlo morir –la expositio– e incluso lo aplaudían según las circunstancias, hoy no se duda de que el bebé en el seno materno lo sea, pero su dignidad se considera inferior a la de un cerdo (sic).
Pero la ciencia sigue ‘erre que erre’. Leo en el blog de Orlando Braga las conclusiones de la Declaración de Dublín, que resumen las conclusiones del Simposio Internacional sobre Salud Materna (International Symposium on Maternal Health), celebrado el 8 de septiembre en Irlanda:
Más claro no puede decirse.
Sin ningún tapujo, pero creo que con ingenuidad, el profesor Eamon O’Dwyer, en nombre del Comité del Simposio, señaló que el resultado de la conferencia «brindará claridad y la confirmación a los médicos y los legisladores» sobre este tema.
Se analizaron experiencias en muchos países, y de casos «frontera», de esos que habitualmente se presentan como límites morales: quimioterapias, ectópicos, embarazos de alto riesgo, nacimientos prematuros, salud psicológica de la madre…
El asesor médico del Instituto de la Vida, el Dr. Seán Ó Domhnaill celebró los resultados del Simposio de un modo que me pareció redondo:
La Declaración de Dublín afirmando que el aborto no es médicamente necesario es una declaración de hechos acordados por expertos médicos y reflejan la mejor práctica médica en la salud materna. Este es un resultado de importancia mundial, que muestra que aborto no tiene cabida en el tratamiento de las mujeres y sus hijos no nacidos.