99% de los síndrome de Down son felices con sus vidas, el 90% son abortados

Por Juanjo Romero, publicado en el Blog De Lapsis de Juanjo Romero Infocatolica.net el el 22.de Octubre de 2013

En 2011 la American Journal of Medical Genetics publicó varios estudios que daban cuenta del impacto en las familias de su hijo síndrome de Down.

El Dr. Brian G. Skotko coordinó el equipo que entrevistó a 2.400 padres sobre la relación con su hijo síndrome de Down, de los resultados puedo dar fe personalmente:

• el 99% declaró que amaba a sus hijos,
• el 97% que se sentían orgullosos de ellos,
• el 79% que veían la vida de un modo mucho más positivo «por su culpa»,
• el 5% se avergonzaba de ellos y
• el 4% se arrepentía de haberlos tenido.

En un segundo estudio se entrevistó a los hermanos, 822, y la cosa va por la misma línea: casi todos los hermanos consideraban la relación con su hermano Síndrome de Down positiva y estimulante. El88% de los hermanos mayores declaró que gracias a ellos eran mejores personas, más del 94% se sentían hermanos orgullosos. También puedo dar fe de ello.

Pero hay untercer estudio más sugerente y sobre el que no había hablado; no quiero que me acusen de ocultar datos: qué opinan los propios síndrome de Down de sí mismos.

De las 284 personas con síndrome de Down mayores de 12 años que fueron encuestados, la autopercepción es:

• casi el 99% indicó que son felices con sus vidas,
• al 97% le gusta ser lo que son, y
• el 96% le gusta cómo se veían.

En cuanto a las relaciones familiares, la otra cara de la misma moneda:

• casi 99% de las personas con síndrome de Down expresa amor por sus familias, y
• el 97% «adora» a sus hermanos y hermanas.

Los que tenéis hijos ya mayores os podéis hacer una idea de lo que representan estos números. Claro, que en este caso tengo que reconocer que hacen trampas, ¡¡es tan difícil no quererlos!!

Pero…, hay otro porcentaje igualmente espectacular que comparten las personas con síndrome de Down:

• más del 90% de ellos son abortados, en algunos países más del 96%

Me encantaría poder decir a cada uno de esos padres que deciden matarlos, que no sólo están acabando con una vida, con una vida feliz y realizada, también con su felicidad y la de su familia. Que no se dejen engañar. Si no les han contado esto les están ocultando la parte más importante de la verdad. Porque los problemas los conocemos todos.

Y, sí, no todos son tan hermosos como la de la foto…, lo son más.