Por Roberto Germán Zurriaráin, Doctor en Filosofía. Licenciado en Teología.Profesor de Didáctica de la Religión de la Universidad de La Rioja, publicado en Blog de Roberto Germán Zurriaráin, el 20 de Febrero de 2016
He hablado en el anterior “artículo”, colgado en el blog, de los problemas médicos que suscitan los “bebés-medicamento”. En esta ocasión trato los inconvenientes éticos y la alternativa al uso de los “bebés-medicamento”.
El debate ético sobre los “bebés-medicamento” es si la producción y uso de estos deben regirse por una ética que hace prevalecer la bondad del fin buscado sobre los medios utilizados para conseguirlo (fin→ curar a un hijo enfermo, medio→ tener un hijo compatible con él, desechando aquellos embriones que no presenten las características que se precisan) o una ética en la que el respeto a toda vida humana, basado éste en su propia dignidad, sea el principio ético último que guíe todas las acciones biomédicas.
Por Luis I. Amorós, Publicado en InfoCatólica el 30 de Agosto de 2012
Jérôme Lejeune nació en Montrouge, Hauts-de-Seine, no lejos de París, el 13 de junio de 1926. Estudió en el Collège Stanislas de Paris, un colegio católico privado, el mayor de Francia, y uno de los más conocidos. Cursó la carrera de medicina en la Ecole de Medecine de Paris, especializándose posteriormente en pediatría. Casó el primero de mayo de 1952 con Birthe Bringsted, con la que tuvo 5 hijos.
En 1952 fue admitido en el Centre National de la Recherche Cientifique (Centro Nacional de Investigaciones Científicas), por sus estudios sobre el efecto biológico de las radiaciones atómicas. Desde principios de los años 50 formaba parte del equipo del profesor Raymond Turpin, en el Hospital Trousseau, el cual le recomendó orientar su investigación en la causa del síndrome de Down. Turpin y Lejeune trabajaron en los dermatoglifos (las huellas dactilares y palmares), comparando seres humanos y primates, y llegando a la conclusión de que estas líneas, que permanecen toda la vida, se determinan en la etapa embrionaria. La observación de los dermatoglifos de los pacientes con síndrome de Down permitió a Lejeune postular que esta enfermedad estaba originada por una alteración cromosómica.
Por Justo Aznar, doctor en Medicina, director del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad Católica de Valencia, miembro de CiViCa, publicado en Zenith, Bioética y defensa de la familia, el 19 de Febrero 2016
El Portavoz desmintió en enero que el Santo Padre se hay pronunciado estimulando investigaciones con células madre humanas para experiencias biomédicas
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“La abolición del hombre” de Clive Staples Lewis (1943) es uno de los mejores alegatos que se han escrito en favor de la educación y los valores tradicionales que se deberían preservar. Su actualidad proviene del intento de usarla para falsear estos valores o eliminarlos completamente sustituyéndolos por propaganda e ideología. De ahí la necesidad de contar con argumentaciones sólidas y claras que oponer. Este es un librito clásico que reproducimos aquí parcialmente. Hemos omitido las notas a pie de página y un apéndice. Ofrecemos así lo esencial de un texto que se edita ocasionalmente y siempre es difícil de encontrar, al menos en español, y al mimo tiempo “preservamos! en lo posible los derechos legales de los editores del libro estimulando al lector para que se haga con un ejemplar impreso.