Primer examen del anteproyecto realizado por un comité de expertos de Derecho a Vivir. Nota de Prensa, comunicada en Madrid a 17 de Mayo de 2011. El borrador de ‘Ley de Muerte Digna’ introduce prácticas eutanásicas y lesiona derechos.
El borrador de la Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida, más conocida como “Ley de Muerte Digna”, apunta que la futura norma:
Estas son algunas de las primeras conclusiones del análisis expuesto este martes en conferencia de prensa por Alfonso López de la Osa, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense, profesor de postgrado en el Instituto de Empresa y especialista en Derecho Sanitario.
Primer examen del anteproyecto realizado por un comité de expertos de Derecho a Vivir. Nota de Prensa, comunicada en Madrid a 17 de Mayo de 2011. El borrador de ‘Ley de Muerte Digna’ introduce prácticas eutanásicas y lesiona derechos.
El borrador de la Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida, más conocida como “Ley de Muerte Digna”, apunta que la futura norma:
Estas son algunas de las primeras conclusiones del análisis expuesto este martes en conferencia de prensa por Alfonso López de la Osa, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Complutense, profesor de postgrado en el Instituto de Empresa y especialista en Derecho Sanitario.
El profesor De La Osa ha comparecido en una conferencia de prensa junto al doctor Álvaro Gándara, vicepresidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y presidente de la Sociedad Madrileña de esta especialidad, y la doctora Gádor Joya, portavoz de Derecho a Vivir, con el fin de presentar la primera evaluación independiente sobre el proyecto legislativo activado el pasado viernes por el Gobierno de España.
Menos derechos, más inseguros
La principal objeción de los expertos al proyecto del Gobierno es que “erosiona” el derecho del a “la máxima atención médica al final de su vida, a tener una buena calidad de vida durante el desenlace final” y, por otro lado, “erosiona” el derecho del médico a ejercer su libertad de conciencia, al convertirse (si la nueva Ley llega a aprobarse) en un “mero autómata, ejecutor de decisiones” de pacientes y familiares.
Si el Gobierno quiere impulsar una ley de Cuidados Paliativos, “debe regular lo realmente necesario: los recursos para dotar más unidades de Cuidados Paliativos y descartar el resto” de las materias que incluye el borrador presentado el pasado viernes, “por cuanto ya está regulado” por normas en vigor, como la Ley 41/2002, reguladora de la Autonomía del Paciente.
El profesor López de la Osa ha señalado que, tal y como ha salido aprobado del Consejo de Ministros, el anteproyecto dado a conocer el pasado viernes “introduce situaciones que permiten prácticas eutanásicas” que quebrarán la relación de confianza paciente-médico y tendrán un “posible efecto perverso: el temor eutanásico de los pacientes que entran en un hospital”.
Los analistas critican una actitud legisladora que busca “el efectismo” y se basa en “casos concretos y aislados”.
También echan en falta un informe previo elaborado a partir de un estudio riguroso sobre la calidad de la atención al paciente al final de la vida, a diferencia de lo ocurrido en Francia, donde la reforma de los Cuidados Paliativos descansó en el llamado “informe Leonetti”.
En fichero anexo, análisis del anteproyecto de Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida