Por Nicolás Jouve, Catedrático Emérito de Genética y Presidente de CiViCa.
El Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 2019 ha recaído en tres investigadores: William Kaelin de la Universidad de Harvard, Peter Ratcliffe de la Universidad de Oxford y Gregg Semenza de la Universidad Johns Hopkins. Su meritorio trabajo versa sobre los mecanismos de detección y adaptación al oxígeno de las células.
El descubrimiento de los interruptores moleculares de que disponen las células de los animales y el hombre, para responder a la disponibilidad de oxígeno tiene múltiples aplicaciones clínicas para el tratamiento de una serie de trastornos, como anemia, ataques cardíacos, cáncer, etc. Los requerimientos de oxígeno de las células son variables dependiendo del ejercicio físico, la altitud, etc. El suministro de oxígeno llega a interrumpirse cuando se producen problemas cardiovasculares, cáncer, etc.
Gregg Semenza estudió el gen de la eritropoyetina (EPO), una hormona que induce la producción de más glóbulos rojos cuando los niveles de oxígeno se están agotando. En su investigación, Semenza ha descubierto dos proteínas que regulan la expresión de este gen. De la presencia de la más importante depende sobre todo el nivel de oxígeno. Por su parte, Ratcliffe y Kaelins han identificado otra proteína, llamada VHL, que es responsable de destruir la proteína que regula la expresión del gen de la EPO cuando los niveles de oxígeno son altos.
De este modo entre los tres investigadores han descubierto los mecanismos moleculares de respuesta celular a los niveles de oxígeno. Se sabe que la proteína importante de las identificadas por Semenza regula la expresión de unos 300 genes, con funciones tan transcendentales como la angiogénesis, la descomposición de la glucosa, el desarrollo embrionario y el funcionamiento del sistema inmunológico.
Los mecanismos subyacentes a la detección de oxígeno en animales habían sido previamente investigados por dos Premios Nobel de hace más de 75 años: Otto Warburg, que recibió el premio en 1931 por sus descubrimientos sobre la base enzimática de la respiración celular, y Corneille Heymans, que lo recibió en 1938, por sus hallazgos sobre el papel del sistema nervioso en la respuesta respiratoria al oxígeno. Sin embargo, durante la mayor parte del siglo XX, no estaba claro cómo las adaptaciones al flujo de oxígeno se regulaban en el nivel fundamental de la expresión génica.
Para profundizar en el Tema, leer el artículo en PDF publicado por la propia Academia Karoliska:
NobelPrizeMedicine_Adv_info_FINAL_2019,
En él se describe detalladamente el significado de la investigación, de los Dres. William Kaelin, Jr., Sir Peter Ratcliffe, y Gregg Semenza