Publicado en Bioética Press, Observario de Bioética, el 24 de Octubre de 2017
En los últimos meses diversos artículos han sido publicados reportando experiencias de edición genética sobre embriones humanos (Ver AQUÍ y AQUÍ). Ahora, un equipo de investigadores chinos ha publicado un nuevo estudio en el que además de modificar el genoma de los embriones, estos eran obtenidos mediante clonación.
El equipo ha utilizado la edición genética para corregir una mutación que provoca un trastorno sanguíneo potencialmente mortal, la β-talasemia. Este nuevo estudio resulta novedoso en dos aspectos. En primer lugar, utiliza una innovadora modificación de la técnica CRISPR-Cas9, que permite modificar mutaciones muy puntuales, intercambiando en el ADN una letra por otra (Ver AQUÍ). Hasta hace poco, la edición del genoma se producía introduciendo rupturas en el ADN como primer paso para la corrección genética, lo que resultaba ineficiente y provocaba abundantes errores. Este nuevo enfoque, en cambio, permite la conversión directa e irreversible de una base de ADN en otra de una manera programable, sin requerir la ruptura previa del ADN ni una plantilla de donante. La segunda novedad del estudio es que por primera vez se ha editado la mutación responsable de una enfermedad “recesiva”, es decir, causada por tener dos copias (y no solo una) defectuosas de un gen. Debido a que sería difícil para los investigadores encontrar docenas de embriones que tuvieran esta doble mutación rara, el equipo produjo clones embrionarios a partir de las células de piel de un paciente que padecía la enfermedad.
Desde el punto de vista ético, nos parece que este trabajo presenta muy serias dificultades. Por un lado, la destrucción de embriones resulta del todo inadmisible (ver estatuto antropológico del embrión humano). Asimismo, la clonación de seres humanos es éticamente inaceptable, ya que vulnera la dignidad de las personas, hecho que se agrava cuando la clonación se produce con el único fin de obtener individuos para su uso en investigación y posterior destrucción, como es el caso del estudio que estamos analizando. Finalmente, cabe mencionar que hoy por hoy los riesgos de la edición genética germinal son tantos y tan graves que no tiene sentido la oleada de trabajos al respecto sobre embriones humanos cuando aún queda tanto por perfeccionar en modelos animales.