Goodbye! … algo se partió.

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Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Hay días históricos y se recordarán, aunque sean negros. Hoy es un viernes negro y rugen las tormentas. El temporal de ayer en Londres provocó graves inundaciones. ¡Todo un presagio en el día más largo y la noche más oscura también para Europa!. Ver VIDEO del 23 de junio de 2016. Precisamente el día del Brexit. (Para quien no sepa catalán está traducido)

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Hay días históricos y se recordarán, aunque sean negros. Hoy es un viernes negro y rugen las tormentas. El temporal de ayer en Londres provocó graves inundaciones. ¡Todo un presagio en el día más largo y la noche más oscura también para Europa!. Ver VIDEO del 23 de junio de 2016. Precisamente el día del Brexit. (Para quien no sepa catalán está traducido)

La pregunta de ayer: «¿Debe el Reino Unido continuar como miembro de la Unión Europea o debe dejar la UE?». Dos opciones claras: «Permanecer como miembro de la UE» o «Abandonar la UE».  Ellos, han elegido el Brexit. Pues…Goodbye! ¡Adiós!

Han sacudido la estabilidad de Europa, pero el mundo no se hunde.  La agrupación  que pensaba y defendía  que Inglaterra  era más fuerte en la UE, «Britain Stronger in Europe», apoyada por el Primer ministro y otros miembros del partido conservador y la mayoría de los laboristas, no fue suficiente.  El órdago, lanzado por David Cameron, en su momento, no era un lance de MUS, porque un referéndum en política nunca es un juego. Y además, lo perdió. Los ingleses le pagaban por decidir, pero los gobernantes populistas suelen delegar en el pueblo, sin asumir las consecuencias de su torpeza.  Queda claro que por lo menos el 50% de los británicos ni se había planteado salir de Europa.

La campaña del Brexit apoyada por líderes de varios partidos como los conservadores Michael Gove (ministro de Justicia) y Boris Johnson (anterior alcalde de Londres) caló en el pueblo. Señalaban que Bruselas y Estrasburgo imponen muchas reglas, mucha burocracia  muy costosa. Consideran que la factura de contribución anual por ser miembro, es muy elevada.  Y sobre todo… la emigración. Quieren volver a tener el control de sus fronteras y limitar la llegada de emigrantes. Creen que en la UE está descontrolada. La opción de abandonar ha obtenido el 52% del respaldo ciudadano frente al 48% de quienes deseaban seguir.

¿Son equivocadas sus apreciaciones? Por supuesto que no, aunque haya matices y compensaciones. En todo caso, elBrexit no es una separación simple de dos socios: el Reino Unido y la Unión Europea. Esa salida afecta a los 28 estados que la forman y, las consecuencias son impredecibles. De momento tienen 2 años para fijar los términos de la salida y sin poder formar parte de ninguna nueva negociación.

Como era previsible, la tormenta se ha llevado por delante al Primer Ministro, que ha anunciado la intención de dimitir. Como dijo su ministro de economía los ingleses tienen que darse cuenta que todo va a ser más caro y más complicado porque para esa nueva situación habrá que hacer recortes y subir impuestos.

Los efectos del viernes negro del Brexit ha comenzado tiñendo de rojo las Bolsas. La Libra caía a mínimos de 1985. El Ibex se había desplomado a un 15,90% a primera hora; Paris bajaba un 7%; Frankfort un 9% y Londres un 7%; los mercados asiáticos también estaban en rojo. Las caídas se han ido moderando a lo largo del día cuando  los políticos han intentado convencer a los inversores de que no hay crack bursátil y que la Europa con 27 sigue sin que se aprecie un contagio ni se produzca el efecto dominó.  Sin embargo los valores más expuestos, como los bancos, eléctricas, renovables, tenían una caída cercana al 25%.

Para el ministro De Guindos los mercados están sobrereaccionando al resultado del referéndum, ya que no se esperaban una victoria del Brexit.  Aunque seguramente será  una de las mayores caídas de la historia en una sesión.

 Se abre un futuro incierto para los Británicos, como hemos dicho, pero también para Europa y los 27 países que la forman.

El Banco de Inglaterra se ha apresurado a poner 310.000 millones de euros a  disposición del sistema financiero ante la previsible incertidumbre y la volatilidad inicial, para  evitar el pánico y la especulación que podría dar lugar el Brexit hasta que las aguas se calmen y se llegue a un reajuste de los mercados. Puede adoptar nuevas medidas para que la economía británica vuelva a avanzar. Tendrá que hacerlo.

El epicentro del terremoto Brexit, se encuentra en el número 10 de Downing Street, residencia del Premier británico, que incendió la casa para salvar los muebles, y se ha quedado sin casa y sin muebles, según F. González. No pensaba dimitir, pero perdió su órdago, y ya lo ha reconocido:  «No soy el líder que el Reino Unido necesita».

Cuando los británicos despierten, la ruptura sea efectiva y se den cuenta de que todo va a ser más caro y más complicado, con el país partido por la mitad (51,9-48,1) tendrán ocasión de calibrar las consecuencias de su decisión. Escocia ya está reclamando la segunda consulta independentista, para dejar la unión con Londres y adherirse a la UE. Habrá que renegociar todo de nuevo, dentro y fuera. No va a ser tarea fácil.

Europatambién tiene que abrir un periodo de reflexión, consultas internas y reajustes. Antes o después, el referéndum británico obligará a una reconstrucción del la UE.De momento, la Eurocámara ha convocado ya un pleno extraordinario para el martes. Los dirigentes de la Unión Europea piden que la salida de Reino Unido se efectúe «lo antes posible». Desean un pronunciamiento conjunto. Temen el efecto contagio o el efecto llamada del Brexit. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha querido dejar claro al Reino Unido que «no va a ser un divorcio amistoso» y ha pedido que presente «inmediatamente» su petición de abandono.

Lo que comenzó como una especie de chantaje de David Cameron para satisfacer las demandas de Reino Unido en Bruselas, es hoy un virus y una amenaza  si se extiende por el resto de países del bloque comunitario. De hecho los populismoseuroescépticosy los líderes de las fuerzas ultraconservadoras y nacionalistas ya han aprovechado el triunfo de los británicos para exigir las mismas consultas en sus respectivos países.

A España, la decisión británica le afecta, por supuesto, máxime en un periodo de elecciones y con un gobierno en funciones más de 6 meses. El Ibex perdió 67.189 millones en la peor jornada de su historia. Los candidatos han lamentado el resultado británico. Y Mariano Rajoy ha querido hacer una declaración institucional para tranquilidad y de confianza de los ciudadanos en la economía y las instituciones.

Su intervención pretendía disipar la incertidumbre de los británicos residentes o turistas en España. Lo mismo ha hecho para los trabajadores españoles en el Reino Unido. Por lo menos durante los próximos 2 años todo seguirá como hasta ahora.

Por su parte, la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría ha declinado comentar el efecto electoral del Brexit, pero ha subrayado que las reformas emprendidas por el actual Gobierno desde 2012 «permite afrontar la situación con mayor solvencia». De Guindos ha afirmado por su parte  que España está «más fuerte que hace 2,3,4 años». «No es lo mismo que te pillen con desequilibrios que cuando has corregido gran parte de los mismos», ha agregado.

Ente las elecciones del 26J y ante la tentación de populismo, Rajoy ha dicho que «no es momento para añadir incertidumbres». Estamos ante el mayor reto desde la segunda guerra mundial. No es tiempo de falsas promesas. El Brexit ha demostrado que pueden salir muy caras, si no se aprende.

Por eso, y sabiendo que la emigración irregular ha sido uno de los caballos de batalla del Brexit, llama la atención que Pedro Sánchez,  candidato del PSOE a presidir el gobierno de España, se ha mostrado partidario (En entrevista en la SER, recogida por Europa Press) de conceder permiso de residencia y de trabajo a TODOS los emigrantes irregulares que viven en España.

En este día de reflexión me parece un buen momento para recordar la frase atribuida al filosofo Aristóteles: «el hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios». Cameron va a tener tiempo para pensarlo. Después de tanto ruido en campaña electoral, sería bueno que los candidatos  se miraran en silencio ante el espejo del Brexit. Y los independentistas, también.

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa