Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
Los ingleses pueden ser buenos jugadores de MUS, pero cuando se lanza un órdago para permanecer en Europa o abandonarla, hay que saber con qué cartas se juega y quiénes son los compañeros.
Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)
Los ingleses pueden ser buenos jugadores de MUS, pero cuando se lanza un órdago para permanecer en Europa o abandonarla, hay que saber con qué cartas se juega y quiénes son los compañeros.
Digamos que Brexit es la palabra compuesta por «British» (británico) y «exit» (salida) de la Unión Europea (UE). El órdago del referéndum, será el 23 de junio.
El «premier» británico, ha jugado para ganar como un irresponsable perdedor, si sus conciudadanos no le apoyan. Hace un año, en plena campaña electoral, cuando iba por detrás de los laboristas en intención de voto, se marcó el farol del referéndum sobre Europa para movilizar al electorado y aferrarse al poder. Esa absurda e innecesaria promesa, tal vez haya sido el principio del fin de su carrera.
Sin argumentos para convencer ni arrestos para rectificar, mostró ciertas reservas respecto a la UE y pretendió ponerla entre la espada y la pared cuando pidió la mayor autonomía de su país dentro del marco europeo.
Contradictorio demócrata ha tenido que convocar el referéndum de impredecibles consecuencias, declarándose en contra del Brexit. No ha mostrado con fuerza las razones -o no las tiene-, y todo apunta que se le está yendo de las manos. La fractura del país ya se ha producido.
El coqueteo independentista nunca es neutral, ni comienza y acaba el día del referéndum. Si algo tiene de positivo la jugada del Brexit, es que será un aviso para navegantes dentro y fuera de la Gran Bretaña. [enlace]
Los compañeros de juego opositores, no han hecho más que continuar sus dudas y elevarlas a conclusiones. Son partidarios de abandonar la UE porque tiene demasiada influencia sobre los países miembros. Piensan que la economía propia iría mejor si estuvieran fuera de la UE y no tuvieran que acudir al rescate de otros países.
Los medios de comunicación escritos, encabezados por «The Sun», agitan los fantasmas. Animan a la salida de Europa, porque «Grecia está en bancarrota», Italia va en camino y «de consecuencias aún más graves»; en España el 45% de los jóvenes menores de 25 años no trabaja, y ha aumentado la inestabilidad política.
La emigración, que era el segundo problema está ya en primer lugar.
No todo va a quedar como en el MUS, en un «quiero» o «no». El órdago no solo afecta al Reino Unido, afectara a la UE y a los 28 estados que la forman. La salida del Reino Unido, sería un peligroso precedente para la Unión Europea. La economía mundial también está pendiente. Así que Cameron se ha metido y ha metido a su país, a la UE y al mundo en un lío superlativo de consecuencias impredecibles.
Solo la amenaza económica del Brexit ha desatado ya el pánico en los mercados financieros y hecho huir a los inversores. Las Bolsas europeas han perdido 400.000 millones en 3 días. El índice bursátil español, Ibex, ha perdido 37.600 millones en 3 sesiones. Una locura. Y aún no se ha producido la consulta. Tal vez la gota que ha colmado el vaso o encendido la alerta ha sido el apoyo del periódico más leído del país, The Sun, a la campaña en favor de la salida de la UE. El mercado se ha tomando muy en serio un voto en contra a la permanencia.
Estas turbulencias empujan a los inversores a puertos fiables y más seguros en caso de crisis, como el oro y el bono alemán a 10 años.
El Brexit tendría un alto coste económico para el Reino Unido a partir del primer momento, como acaba de anunciar el ministro de Finanzas. Si -como señalan los últimos sondeos- los votantes eligen la «salida», se vería obligado de inmediato a subir los impuestos drásticamente y recortar el gasto público en aéreas tan sensibles como sanidad y educación. Sometería al Parlamento a un ajuste nada menos que de 30.000 millones de libras, unos 38. 000 millones de euros.
Los parlamentarios británicos de la oposición ya han anunciado, que la situación sería insostenible porque no están dispuestos a aprobar esos recortes. Así que, si el Brexit triunfa, puede llevarse por delante a Cameron y su gobierno. Sus propios correligionarios le acusan de meter miedo exagerado a la población y de haber entrado él mismo en un «estado de pánico». El «Premier» es consciente de que la unidad de los Conservadores estará en juego también el 23-J.
A pocos días del referéndum, el descontrol de la emigración y los refugiados, está en cabeza como principal problema. Hubo un aumento imparable de 333.000 en el último año. Según el observatorio Migration Watch, durante 20 años el Reino Unido seguirá recibiendo 250.000 inmigrantes anuales si no sale de la UE. Lo cual ven inaceptable y por eso quieren irse. Aunque tampoco resolvería totalmente el problema porque la emigración ilegal existe incluso en países ajenos a la UE.
Es el caballo de Troya, o el elefante que ha provocado la crisis. Lo llaman el «elefante en la habitación» o el tema inevitable que nadie puede eludir y que amenaza con aplastar a cualquiera que se ponga delante. El 76% de británicos considera que los niveles actuales de inmigración son insostenibles. Según el sondeo de YouGov, el 57% de los británicos cree que la inmigración sería más baja tras la salida de la UE.
Y lo realmente terrible y preocupante es que, lo que para David Cameron comenzó como un lance de juego, un «farol», un «órdago» o una «boutade» para impresionar, se ha convertido en tragedia. Ha producido la primera muerte. La diputada laborista Joe Cox, de 41 años, partidaria de la permanencia en la UE fue atacada con arma de fuego, y apuñalada por un individuo al grito de «Britain first» («El Reino Unido primero»), lema de los partidarios de limitar la inmigración. Fue atacada, cuando salía de la biblioteca local.
Tanto los partidarios del Brexit como los de la permanencia, suspendieron los actos de campaña. A Cameron la noticia le ha pillado en Gibraltar a donde vino para defender el Remain («Quedarse»), metiéndose en otro charco. Como le recordó el Presidente español: «Gibraltar es español, con Brexit o sin Brexit». El trabajo de españoles en la Colonia también puede verse afectado.
Aunque Cameron ha puesto todo el empeño en centrar el debate en la economía apoyado por las advertencias del FMI, de la OCDE y del Banco de Inglaterra, que aseguraban que Gran Bretaña sufriría una recesión económica inmediata en caso de Brexit, no parece convencer a la mayoría.
La última baza son los jóvenes. Ellos son los más proclives a la permanencia.. Según las encuestas, la mayoría de los jóvenes han nacido y vivido en la UE. Muchos han compartido con sus camaradas, lo mejor de esa Europa. Pero “la pregunta no va a ser si los jóvenes quieren que Gran Bretaña permanezca o no en el grupo de los 28, sino si lo que significa la UE podrá estimularles lo suficiente como para salir a la calle y votar”. Además, el referéndum se celebrará justo al día siguiente del arranque del Festival de Glastombury,a 45 kilómetros de Bristol. Podría hacer perder muchos votos favorables a la permanencia.
Dos días después del asesinato de la diputada laborista Joe Cox, la opción de la permanencia en UE toma la delantera en el Reino Unido. ¿Tuvo que morir para abrir los ojos a los votantes?
Conclusión:
1) Para Europa el Brexit debe ser un revulsivo. Los temas que ha puesto sobre la mesa el desafío británico son importantes: la soberanía nacional y la construcción de la UE, el descontrol de la emigración ilegal, los refugiados, la solidaridad económica entre países y/o coste de los rescates, la tentación del independentismo. Evidentemente la gente se pregunta, si el Reino Unido «sale» de la UE, ¿volvería? Si la emigración, los refugiados y el terrorismo Yihadista necesitan una solución,-que la necesitan-, la UE debe encontrarla.
2) España en la encrucijada. Tres días después del órdago británico hay elecciones en España. ¿Por qué un país sin gobierno o en desgobierno, los candidatos y los medios de comunicación no se atreven a debatir posturas sobre el Brexit? ¿Qué proyecto tienen los candidatos a presidir el gobierno de España, capaz de ilusionar a los españoles y convencer a los miembros de la UE? ¿O no se trata de eso?