La conciencia y la inteligencia sentiente son los mejores recursos que nos han sido dados para promover el bien de todos los seres humanos. Aumentando nuestras capacidades en esa dirección, quiados por la ley universal del Amor, podremos construir un futuro donde la investigación científica y los avances tecnológicos garanticen un desarrollo armónico de la libertad y la dignidad de la persona en su entorno natural.
Este libro plantea la necesidad de concretar esos principios universales mediante una ética global, que nos ayude en las próximas décadas a resolver los inmensos desafíos que supondrá la convergencia de las tecnologías emergentes NBIC, la inteligencia artificial, la vida sintética, el mejoramiento humano y una posible singularidad tecnológica que, según la ideología transhumanista, supondrá un salto disruptivo en el devenir de la humanidad. Los coordinadores de esta obra apuestan por un renovado humanismo avanzado, centrado en el desarrollo integral de las diferentes dimensiones de la persona, incluida la espiritual, que nos conduzca, a través de la cultura y la educación, a un auténtico perfeccionamiento del proyecto humano.
La conciencia y la inteligencia sentiente son los mejores recursos que nos han sido dados para promover el bien de todos los seres humanos. Aumentando nuestras capacidades en esa dirección, quiados por la ley universal del Amor, podremos construir un futuro donde la investigación científica y los avances tecnológicos garanticen un desarrollo armónico de la libertad y la dignidad de la persona en su entorno natural.
Este libro plantea la necesidad de concretar esos principios universales mediante una ética global, que nos ayude en las próximas décadas a resolver los inmensos desafíos que supondrá la convergencia de las tecnologías emergentes NBIC, la inteligencia artificial, la vida sintética, el mejoramiento humano y una posible singularidad tecnológica que, según la ideología transhumanista, supondrá un salto disruptivo en el devenir de la humanidad. Los coordinadores de esta obra apuestan por un renovado humanismo avanzado, centrado en el desarrollo integral de las diferentes dimensiones de la persona, incluida la espiritual, que nos conduzca, a través de la cultura y la educación, a un auténtico perfeccionamiento del proyecto humano.