Los Reyes Magos, la polémica y los niños

En Memoria de María Dolores Vila-Coro
04/01/2016
LIBRO: Filosofía, Ciencia y Sentido común
12/01/2016

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Lo que se puede saber, según los escritos y la tradición, sobre los Magos, es muy poco, pero hoy más que nunca importante. Desearía abordarlo en tres aproximaciones.

Los Magos:

"En tiempo del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle...Ellos, después de oír al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que  se detuvo sobre donde estaba el niño... Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra"(Mt2,1-11).

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Lo que se puede saber, según los escritos y la tradición, sobre los Magos, es muy poco, pero hoy más que nunca importante. Desearía abordarlo en tres aproximaciones.

Los Magos:

«En tiempo del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle…Ellos, después de oír al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que  se detuvo sobre donde estaba el niño… Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra»(Mt2,1-11).


De lo que se puede deducir algunas cosas como que:

1) El nacimiento del niño y la llegada de los Magos, tuvo lugar en tiempo de Herodes.

2) Que desde Oriente «llegaron unos magos». Quizá expertos astrónomos babilonios. Es decir: hombres de ciencia, pensadores. Valientes y sabios por el deseo de saber y buscadores del por qué de las cosas y de la verdad. No se conforman  con ver aparecer una estrella, quieren comprender la razón. Para ellos el Universo y las estrellas, tienen causas, leyes, y hablan a quien está preparado para entender. Pero no debían de ser sólo astrónomos, como dice acertadamente J.Ratzinger, pues no todos los que eran capaces de calcular la conjunción de los planetas cayeron en la cuenta de que había nacido un nuevo rey en Judá. De hecho, «para que la estrella pudiera convertirse en un mensaje debía existir y conocerse un vaticinio». Además, tenían cierto estatus social que les permitió ponerse en camino, para buscar incluso fuera de sus fronteras, llevando consigo regalos importantes.

3) Preguntan por un acontecimiento importante, el nacimiento de un Niño Rey. Cuando lo encuentran  se postran y le ofrecen lo mejor que tienen.

4) Herodes es de otra ideología o de otra órbita. Es el Rey prepotente, que se siente amenazado cuando algo no controla. Él desea indagar dónde se encuentra la posible amenaza y no duda en usar subterfugios y engaños para  acabar con ella.

5) No se dice que fueran 3 ni que fueran reyes, ni que sus nombres fueran Melchor, Gaspar Y Baltasar. Tampoco se sabe nada de la comitiva o de sus cabalgaduras. Vinieron y estuvieron en Jerusalén, que no es poco.

Y después, regresaron a su lugar de origen.

Cuentan que los Reyes Magos a su muerte fueron enterrados en Irán.

Según ciertas fuentes, la emperatriz Elena, se hizo con sus cuerpos. Pero Federico Barbarroja, en el siglo XII, robó su sepulcro y se los llevó a Colonia, para convertir la ciudad en una meta de peregrinación similar a la de Compostela. Desde entonces residen en la ciudad alemana, en un relicario de oro, plata y madera, que se tardó 45 años en labrar.

En la catedral de Colonia, puede verse el cofre, junto a estatuas de los Reyes, así como la gran vidriera de la Adoración al Niño. Yo lo he podido ver y fotografiar.

Un gran impulso a la tradición popular se lo dió, en el siglo XIII, Francisco de Asís.  Dicen que había peregrinado a Tierra Santa y visitado Belén. Su devoción a la imagen de la Natividad, como máxima expresión del misterio de la Encarnación, le impulsó a que la gente  «de alguna manera, pudiera ver con los ojos del cuerpo las dificultades en las que se encontró por falta de las cosas necesarias el neonato». Preparó un pesebre con heno, mandó traer un buey y un asno y delante de este conjunto escénico, pidió celebrar la santa misa, el 24 de diciembre de 1223.

Posteriormente, siguiendo textos bíblicos, se añadieron los Magos, y pastores.

Lo que es indudable desde entonces, la tradición de El Belén llega hasta nuestros días.  Y el Cristianismo en general, está en la base de la actual Europa.

La Cabalgata de Reyes nació como una actividad representativa, de raíces  religiosas con un componente cultural. Está en las vidrieras de las Catedrales y en sus piedras, está en los lienzos de los mejores pintores de todos los países.

Pero entró el dinero y el poder. Lo que conocemos de las Cabalgatas últimamente es un elemento comercial y de consumo, para sacar a los niños a la calle y vender lo que quiera el consistorio. Entonces «¿los Reyes Magos existen o son los alcaldes?» se preguntan  en el País. Es el origen de la polémica.

La polémica.

Hemos asistido a la politización ideológica y al esperpento como constatan las páginas de los Medios de Comunicación y las Redes Sociales. El Mundo, por ejemplo: «Los Reyes Magos llegan a España con más polémica que nunca».   «La cabalgata de Madrid abre la polémica de los poderes públicos, a cuenta de las tradiciones», el País. La incultura y el odio son malos consejeros. (Trato de resaltar esto y que disculpen, las honrosas excepciones).

En Madrid:

Sustituir la música de Navidad que les gusta a los niños por la música de discoteca, carrozas futuristas, danzas étnicas y ninguna alusión a Jesús en la Noche de Reyes, ha provocado una polémica entre los grupos políticos municipales y entre los propios ciudadanos.  Introducir un debate a cuento de la «cuota políticamente correcta», o a cuenta «de un trío de eurovisión» en manos de un diseñador de dudoso gusto, es buscar el debate al margen de los niños.

Por supuesto que las mujeres, pudieron ir a ver al Niño de Belén. Y los Reyes Magos pudieron llevarlas a ellas, o ir ellas por su cuenta.  Ese no es el problema. El problema es que alguien ha pensado en el carnaval, aborreciendo lo que se venía haciendo. Nadie autorizó a las autoridades ni a los actores a romper sueños, ni creencias de nadie.

En Cataluña:

La alcaldesa de Barcelona, no pudo resistirse a su momento de gloria junto al Rey Mago. En Sarriá, cuentan que Melchor casi es linchado por meter allí la política. En Cardedeu es Baltasar qui8en acaba enardecido con un «Visca Cardeu; Visca Cataluya llure»

En Valencia:

El alcalde, se saca de la manga la «semana de la Infancia«, justo en Navidad; y qué casualidad…recibe en el Consistorio a las Tres Reinas Magas pero laicas. Para evitar cualquier coincidencia con lo que todos saben allí son llamadas  Libertad, Igualdad y Fraternidad. El lema del país vecino. No contento con ello, da la oportunidad a las Reinas Magas a salir al balcón y saludar desde allí al público.

Hay localidades, en distintos lugares, sería difícil enumerarlas, donde en las carrozas ha habido de todo, (gobierne el partido que gobierne)  menos sentido común.

Resumía este panorama, Pérez Reverte diciendo:«En este país acomplejado y cobarde donde no caben un tonto, un sinvergüenza, un oportunista más, cualquier nueva idiotez triunfa que da gusto… Las autoridades dispondrán cada vez más cabalgatas con la cuota adecuada de reyes y reinas, magos y magas, camellos y camellas, pajes y pajas» .

En esas estamos. Tras el terremoto político que deja un país casi ingobernable, una Navidad laica saturada de consumismo y las Cabalgatas del poder, los niños no importaron.

Los Niños

Pero sí, que son lo primero. Queda la ilusión. Quedan ellos y lo mejor de nosotros en la noche más hermosa de familia. Quien la tiene lo sabe. Son ellos el futuro de la Humanidad.

Una mujer da a luz. Es el centro de la Navidad. Por unos caminos o por otros, todo confluye o fluye hacia ese acontecimiento, que marca el antes y después de los siglos.

El Niño que ha nacido ayuda a superar la trivialidad y el desencanto, la insatisfacción e incluso la amargura de alguno. Por él y por los niños, por los sueños y la inocencia, conviene conservar el mayor tiempo posible la ilusión y la fe en quien es capaz de hacer  que la llama de la paz no se apague.  Si ahora no la viven, no podrán revivir su infancia.

Navidad es la fiesta de una vida que empieza. Esta fiesta no ha comenzado al azar ni se improvisa. Alguno no lo sabe o se ha olvidado.  La Navidad es un Regalo, un Niño, una Vida; es el amor que se encarna o se hace visible. Pero esa vida está en pañales. Cuando un niño nace, nace el Mundo. Cada beso de esa llama con ojos calentará el corazón que lo recibe. La paz de un niño durmiendo, conserva el secreto mejor guardado de los Magos. Si no respetan eso, los Reyes Magos se irán, se habrán ido un año más, sin habernos dejado la sensatez para trabajar con esperanza en un clima de concordia.

¿Estamos ahora mejor que antes de Navidad? En los próximos días lo veremos

BELMONTE
BELMONTE
Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CíViCa