Por Javier Fernández-Lasquetty, publicado en Libertad Digital el 21 de Diciembre de 2015
Mariano Rajoy y su equipo renunciaron a dar la batalla ideológica–y ganarla– porque pensaban que ese tipo de cuestiones no interesan a la gente. El resultado es que en pocas semanas España tendrá un Gobierno dominado por un partido leninista revolucionario como lo es Podemos.
Mariano Rajoy y su Gobierno no quisieron cumplir el mandato claro de enérgicas reformas que los españoles les dieron hace cuatro años. Pensaron que hacer esas reformas produciría mucho desgaste. El resultado es que ha perdido más de 4 millones de votos: un auténtico récord de desgaste.
Por Javier Fernández-Lasquetty, publicado en Libertad Digital el 21 de Diciembre de 2015
Mariano Rajoy y su equipo renunciaron a dar la batalla ideológica–y ganarla– porque pensaban que ese tipo de cuestiones no interesan a la gente. El resultado es que en pocas semanas España tendrá un Gobierno dominado por un partido leninista revolucionario como lo es Podemos.
Mariano Rajoy y su Gobierno no quisieron cumplir el mandato claro de enérgicas reformas que los españoles les dieron hace cuatro años. Pensaron que hacer esas reformas produciría mucho desgaste. El resultado es que ha perdido más de 4 millones de votos: un auténtico récord de desgaste.
Mariano Rajoy y los dirigentes que le han acompañado han visto siempre con desprecio aquellas iniciativas políticas que, según ellos, generaban «líos». Mucho más que un lío es lo que tiene ahora España, a merced del extremismo izquierdista y nacionalista, de acuerdo todos ellos en iniciar el proceso de ruptura de la unidad nacional.
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