Los resultados: para pensar.

Por José Manuel Belmonte (Dr. en Ciencias Humanas por la Universidad de Estrasburgo, miembro de CiViCa)

Si la abstención en España  ha sido  de 18.810.754,  es decir el 54,16% ha sido la fuerza claramente ganadora. 

El voto en blanco  fue de 357.339, el 2,29%

Los votos nulos  290.189, el 1, 82%

Sumando abstención, voto en blanco y nulo, llegaríamos a  un 58,27% , lo cual ya de por sí debería hacer pensar.

Si entre el PP y PSOE pierden, 17 escaños, equivalentes a 5 millones de votantes sobre las anteriores elecciones de 2009, quiere decir que el castigo especial a estas dos formaciones es brutal, porque alcanza el 49%. El resultado global del bipartidismo, no es más que el éxito del fracaso.

A parte de la lectura que de las elecciones haga cada formación, y de dar la bienvenida a los nuevos  eurodiputados, hay que decir, que de España irán a Europa, nada menos que 10 partidos. Quienes querían una Europa fuerte, se encontrarán con una Europa dividida, donde los euroescépticos y extremistas crecen. Los grupos deben tener más de 25 eurodiputados.  Habrá que ver quien hace alianzas con quien y con qué finalidad.

El Partido Popular Europeo con 212  escaños se perfila como ganador. El otro gran bloque es el Partido Socialista. Si como deseaban Merkel y Hollande estas formaciones apoyan la estabilidad y la gobernabilidad, Europa saldrá adelante. De lo contrario el panorama es más sombrío.

Si VOX obtiene 244.000 votos, Impulso Social 17.000 y SAIN 7000, serían solamente 268.000 votos, pese a las campañas de los supuestos “Valores”.  La movilización, por Internet o sobre ruedas, que hicieron ciertas asociaciones, ¿no ha sido un rotundo fracaso?

En todo caso, el resultado real escaños queda así: 
PP:           16;
PSOE:       14;
Izq Plural:  6;
Podemos: 5;
UPyD:        4;
CEU:          3;
EPDD.       2;
C´s:           2;
LPD:          1;
Prim Eu:   1;

Los resultados, buenos para unos y malos para otros, son los que son. El futuro habrá que ganarlo con el equipo elegido.  Ni ellos, ni votantes, ni la mayoría no-votante, puede sentarse a ver pasar la vida. Cada uno ha asumido una responsabilidad, y debe sacar una enseñanza. De lo contrario, el 25 M habrá sido un fracaso y yo no lo creo. Personalmente pienso que el pueblo soberano ha dado una lección a las fuerzas políticas y ha dicho basta a muchas cosas.

Más que analizar lo que ha pasado, hay que preguntarse por qué. Algo se habrá hecho bien, o mal, depende. ¿Quién no dijo la verdad a los ciudadanos? ¿Quién prometió lo que no estaba dispuesto a cumplir? Las alegrías que pagan los demás, los sacrificios injustificados o no bien explicados, antes o después pasan factura. Si no se descubre la causa, ¿tendrá futuro este país? ¿Y Europa? 

El cambio ha llegado. Que cada palo aguante su vela.  Ojo al dato, porque el tiempo corre, y en el 2015 hay una cita con las urnas, aún más importante.