El largo recorrido de C-FAM hacia el reconocimiento oficial en la ONU

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Por Austin Ruse, Presidente de C-FAM,publicado en C-FAM el 31 de Enero de 2014

WASHINGTON D.C., 31 de enero (C-FAM) Un comité de la ONU resolvió esta semana por consenso que se otorgara «carácter consultivo especial» a C-FAM en las Naciones Unidas. Tal rango permite el acceso de agrupaciones no gubernamentales al sistema de la ONU, incluso a las conferencias donde se negocian documentos.

Por Austin Ruse, Presidente de C-FAM,publicado en C-FAM el 31 de Enero de 2014

WASHINGTON D.C., 31 de enero (C-FAM) Un comité de la ONU resolvió esta semana por consenso que se otorgara «carácter consultivo especial» a C-FAM en las Naciones Unidas. Tal rango permite el acceso de agrupaciones no gubernamentales al sistema de la ONU, incluso a las conferencias donde se negocian documentos.

Aunque la solicitud de C-FAM fue bloqueada el verano pasado, fuimos admitidos esta semana cuando los gobiernos proabortistas de Israel y Bélgica llegaron a un acuerdo con los partidarios gubernamentales de C-FAM para la aprobación de otro grupo que temían que fuera bloqueado.

C-FAM esperó 16 años para solicitar la categorización en la ONU porque el nuncio apostólico Renato Martino nos advirtió hace tiempo que debido a nuestras posturas sobre la vida y la familia nuestro acceso podría ser obstaculizado como lo había sido el de Human Life International  el año previo a nuestra fundación.

De hecho, una de las principales opositoras de C-FAM, que en ese tiempo era directora del Fondo de Población de la ONU, Nafis Sadik, visitó al entonces arzobispo Martino (hoy Cardenal) al menos en dos oportunidades para exigir que cerrara nuestras puertas. C-FAM es una organización sin fines de lucro incorporada independientemente, de modo que la Iglesia ni siquiera intentaría clausurarla y Martino sistemáticamente puso objeciones a su pedido.

Tan enérgica oposición de poderosos actores de la ONU solo acentuó nuestra reticencia a presentarnos para el reconocimiento oficial. C-FAM se ha convertido en una parte integral de la ONU con el transcurso de los años. Somos muy bien conocidos, y aunque muchos gobiernos nos desprecian, no obstante muchos otros nos quieren. Decidí dejar a un lado la cautela y presentar la solicitud, esperando absolutamente dificultades. Y las dificultades llegaron.

En nuestra primera «audiencia», el verano pasado, Israel, Bélgica y Turquía nos hicieron duras preguntas. Israel estaba horrorizado de que nos opusiéramos al aborto en todos los casos, pese a ser la postura de muchos gobiernos en la ONU, entre ellos varios que son miembros del comité de ONG. Bélgica mencionó a uno de los escritores de nuestro blog que cuestiona la idea de igualdad absoluta en el contexto de las mujeres en combate. Y Turquía estaba molesta porque habíamos criticado al comité de la ONU para los derechos humanos.

Mientras permanecía en la sala el verano pasado, sospeché que la delegación estadounidense estaba moviendo los hilos, lo cual hacían otras delegaciones. No nos ayudaba el hecho de que la hermana del Secretario de Estado John Kerry fuera parte de la delegación porque años antes nos habíamos opuesto públicamente a su designación para la Misión de los Estados Unidos.

Entonces, fuimos bloqueados (el término oficial es «aplazados») hasta la próxima sesión, que fue esta semana.

Conforme iniciaba la semana comenzamos a recibir señales de que la aprobación podría ser posible. El delegado belga se reunió con Wendy Wright, directora de relaciones gubernamentales de C-FAM, y le dijo que daría un paso al costado si hacíamos lobby para que Rusia y la Santa Sede aceptaran a una agrupación de jóvenes que está a favor del aborto. Ella no pactó y el pedido no volvió a plantearse.

Luego nos enteramos de que la organización que en realidad querían era el Instituto Kinsey, agrupación sobre la que de hecho informamos en el Friday Fax de la semana pasada. El belga mencionó el artículo de Friday Fax sobre Kinsey a Wendy Wright.

El Instituto Kinsey fue fundado por Alfred Kinsey, pervertido sexual que usó información proveniente de la tortura sexual de niños para escribir un informe altamente influyente llamado Informe Kinsey, que fue uno de los principales impulsores de la revolución sexual en todo el mundo. Esta es una agrupación que fácilmente podría haber sido aplazada por años.

En el transcurso de la semana, aliados de C-FAM de diversas delegaciones, entre ellas, Rusia, el Vaticano y Nicaragua, nos dijeron que pensaban que a la larga no habría inconvenientes. Finalmente, Wendy Wright fue citada al comité, le hicieron unas cuantas preguntas superficiales ante el presidente, que casualmente era el delegado turco que nos había bloqueado el verano pasado, le anunciaron que mediante consenso se nos admitía para la categorización en la ONU.

Cuando todo había terminado, una mujer que trabaja para el UN Church Center dijo a uno de nuestros colegas: «metimos a una». Hablaba de Kinsey. Y luego añadió: «Fue un negocio sucio». Esa era una referencia a nosotros.

Una nota triste fue que aplazaron una vez más a Human Life International, que no había vuelto a presentarse desde su aplazamiento en 1996, y que volvió a presentarse y fue aplazada el verano pasado. Esto podría continuar por años.

El asunto en el sistema político estadounidense es que no hay que postularse para un reconocimiento especial a fin de participar. Cualquier persona y cualquier agrupación puede ir a Capitol Hill, entrar en la oficina de cualquiera, o en la reunión de casi cualquier comité y exponer su propio argumento. En la ONU, hay que hacer lo imposible a veces durante años solo para poder entrar. Me gusta más el sistema estadounidense.

CíViCa
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